Cova del Parpalló. Gandia. 1931

1931Mariano Jornet Perales
En las excavaciones realizadas durante los años anteriores en la Cova del Parpalló (Gandía), se había dejado intacta la parte del fondo de la gran cámara. Esta parte fue la excavada este año, lo que se hizo con un cuidado mayor si cabe que para el resto de la cueva a fin de que no se perdiera ninguna observación ni ningún resto por pequeño que fuese.
Algunas novedades se han presentado. Entre éstas destaca la aparición de varias grandes placas de piedras con animales pintados en rojo, negro o amarillo; los ejemplares con animales bien caracterizados no pasan de media docena pero el hecho de tener su cronología segura les da un valor extraordinario para el problema de la evolución del arte durante el paleolítico superior. Un detalle que tiene su interés, es el de que varias de las pinturas presentan el contorno grabado toscamente.
Dentro de los cuatro metros de niveles magdalenienses han podido establecerse, cuatro periodos que corresponden con bastante exactitud a los cuatro inferiores de los seis que H. Breuil estableció a base de los hallazgos franceses. Y no deja de resultar curioso el hecho de hallarse, no sólo una cultura magdaleniense tan al Sur, sino que ella coincida tan completamente con la sucesión del magdaleniense en comarcas situadas muy hacia el interior de Francia. A lo largo de todas estas etapas del magdaleniense, el arte, en placas de piedra grabadas, es abundantísimo y muestra curiosos dibujos de animales (ciervo, cabra, caballo, toro, jabalí) y geométricos; poco a poco se ve su variación desde los grabados finos y bastantes perfectos de las capas superiores hasta los más toscos y de líneas múltiples de los comienzos del magdaleniense. En cuanto a las piezas de sílex repiten los tipos conocidos de la época y su trabajo va haciéndose ,más rudo conforme retrocedemos en el magdaleniense hasta llegar al periodo inicial en que es raro encontrar una pieza hábilmente tallada.
Todo ello cambia con bastante rapidez al entrar en lo premagdaleniense. Desde los 4 a los 4'50 metros (...) Los sílex son bien tallados, muchos presentan retoques y algunos de sus tipos son bien clásicos: hojas de dorso rebajado y puntas de La Gravette (...) Si bien puede considerarse este nivel como equivalente al auriñaciense final, el ser en parte continuación del periodo anterior y la presencia en él de algunas raras puntas de trabajo solutrense pueden autorizar también la denominación que propuso en reciente visita a nuestra colección el sabio francés H. Breuil, de soluntrense levantino final.
No menos sorprendente es la capa inferior  desde los 4'50 metros hasta los 5'25 metros. Aquí estamos ya plenamente dentro de la técnica solutrense, pero al lado de las puntas de hoja de laurel aparecen las de aletas y pedúnculo con gran variedad de formas, todas ellas maravillosas por su trabajo y por lo que supone la aparición de tipos que hasta ahora se habían creído propios del neolítico, en un nivel solutrense.
A partir de los 5'25 metros hasta llegar a los 6'25 han desaparecido las puntas solutrenses de aletas y pedúnculo lo mismo que las puntas de dorso rebajado y muesca, continuando en cambio las solutrenses de hoja de laurel; estamos, por tanto, en un solutrense normal pleno, con arte todavía. Algunas puntas con retoque parcial nos indican que nos hallamos en el proto-solutrense en el nivel inferior a 6,25 metros, sin que desaparezca del todo el grabado y la pintura.

(La Labor del Servicio de Investigaciones Prehistóricas y su Museo en el pasado año 1931: 5-11)
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