Hallazgos arqueológicos submarinos en la zona de El Saler (Valencia)
Gabriela Martín Ávila
Joaquín Saludes Talens
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GABRIELA MARTIN y JOAQUIN SALUDES
(Valencia)
Hallazgos arqueológicos submarinos
en la zona de El Saler (Valencia)
Es nuestra Intención recoger todas las noticias sobre hallazgos sub·
marinos en las costas valencianas, estudiando los materiales cuando sea
posible, pues por desgracia, de los abundantísimos restos arqueológicos
que se van recogiendo, cada día en mayor número a consecuencia del Jncremento de la pesca deportiva submarina hoy fácilmente practicable por
la invención de la escafandra autónoma, una buena parte de ellos van a
parar a manos de personas incompetentes o interesadas, que no las entregan a los organismos competentes, perdiéndose así tan interesantes
datos para la investigación. Con la publicación de las noticias que llegan
a nuestro conocim iento intentamos contribuir a la formación del mapa
arqueológico submarino «Forma Maris Antiqui», iniciado por el lstituto
lnternazionale di Studi Ligurl, en el que se pretende situar todos los hallazgos arqueológicos submarinos del Mediterráneo occidental, para poder así determinar la intensidad de la navegación y del comercio en las
distintas épocas históricas.
Hasta ahora, si nos fijamos en las noticias de este tipo de hallazgos
que conocemos en la costa mediterránea, encontramos un vacío considerable entre Tarragona y Cartagena, poco más o menos, como si el litoral
valenciano no hubiese participado del intenso tráfico desarrollado por la
navegación en época de las colonizaciones griega, cartaginesa y romana,
que atestiguan los hallazgos catalanes y del sudeste. Es Indudable que
e~to no es más que consecuencia de la falta de exploraciones sistemáticas en la costa valenciana y de la ocultación de los hallazgos casuales a
la~ autoridades arqueológicas, amparados los inventores en la desorienta·
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2
ción reinante con respecto a la reglamentación legal de los hallazgos sub
marinos de interés arqueológico.
En las siguientes páginas, e iniciando asi nuestro plan de dar publicidad a tales hallazgos, estudiamos los materiales de la Colección Saludes, existente en el Museo de Prehistoria del Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación de Valencia (a excepción del cepo número 1 y del ánfora número 23 que conserva el señor Saludes), y los donados por el GISED al mismo Museo. En este catálogo, cuando en la des
cripción no se dice otra cosa, el objeto inventariado pertenece a la Colección Saludes.
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Fi¡. l .
Todos los objetos que se reseñan se encontraron en la zona de cEI
Salen~, en unos bajos rocosos llamados «fuerzas», a media milla de la
costa y en una franja de unos 200 metros, entre la zona frente a la que
se halla la cCrln: de los Caldos~> y la existente delante de la fábrica «Pie
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1
3
xo S. A.», Jugar que desde hace ya mucho tiempo viene prop
abundantes restos arqueológicos, especialmente ánforas y fragmentos de
ellas (fig. 1)
La variedad de los materiales que se estudian, en particular la doversa tipología de las ánforas, nos hace pensar que los objetos no procedan de un solo pecio, sino de varios, aun cuando pOdría tambiéro ser consecuencia de haberse utilizado esta zona como lugar de aguada, dada su
proximidad a cl.a Albufera»
DESCRIPCION DE LOS MATERIALES
CEPOS DE ANCLA
l .-Cepo de ancla en plomo macizo, de 99 cms. de largo por 17'5
de alto y 13'5 de ancho, de 80 Kgs. de peso (fig. 2), con anillo central
1
Fig. l.-Ctpo a 1/10. Ddfines o 1/2.
atravesado por un asa de sujeción para el asta de madera. Lleva en ambos
brazos y caras sendos delfines en relieve mirando hacia el anille- central.
Procedentes de Blanes (Gerona) se conservan, uno en el Museo Ar
queol6gico de Gerona y otro en el Museo Marítimo de Barcelona, dos ce1S7-
•
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4
MARnN•SALUDI!S
pos de 1'49 m y 1'59 m. respectivamente de longitud, decorados tam
bién con delfines ( 1).
2) Cepo de ancla de plomo macizo, de 105 cms. de largo por 17"5
de alto y 13'5 de ancho, bien conservado, aunque algo corroído por los
ángulos y con el anil lo central erutado por un travesaño (fig. 3 y lámina
1, e).
2
Pi¡. 3.-11 1/10 aproximadamente.
3) Cepo de ancla de plomo macizo, de dimensiones casi iguales que
el anterior (106 cms. de longitud, 17'5 de alto y 11 de ancho), con el
anillo central atravesado también por un travesaño para sujetar el asta
de madera (fig. 4 y lám. 1, d)
3
Fia. 4.-A 1/10 aproxirmd•mcnre
( l) K. PASCUAL GUASCH: "Cepos de anclo romanos recuperados frute a Blanea
(Barcelona)» (sic), en Zephyrv1, X. Sal•manca, 1959, pp. 176-180, figs. 3 y 6.
M. OLIVA PRAT: "Estado actuAl de la arqueolo&la submarina en la Costa Bravo
(Gerona, España). Ultimos prospecciones y hallazgos. Avance para un estudio de conjunto", en Atti dcl n Con¡;re= Intcmaxiollllc di Arcbeologia Sottomorina (Albcnga, 1958).
tsordi&hera, 1961, p. 2.26, fi¡. S.
B. RIPOLL PERELLO: "Notas de Arqueologla de Onalurua '1 Balem:s, U. Gerona :
Blanea", m Ampurias, XXIV. Baro:dona, 1962, p. 321, fig. 41, núms. 3 y 6.
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IIALLAZGOS AJIQOl!Ot.OGICOS SUII.\IAIU'NOS
Estos dos últimos cepos se encontraron juntos, cnnado uno sobre otro
y el número 1 a una distancia de unos treinta metros, por lo que es de
suponer que pertenecerían al mismo barco. No podemos intentar fecharlos, pues carecemos de datos que nos den cronología, ni existe estudio
adelante bajo los números 3 y 5.
4) Pequeño cepo de plomo, algo deteriorado y de factura ~rregular,
de 54 cms. de largo por 9 de alto y 9'5 de ancho. Se encontró próximo
al ánfora número 22, por los inmersores del GISED de Valenc•a (fig. 5
y Lám 1, e)
--g===~J
Fia. S.-A 1/10
aproximadamente.
PIEZA DE ENSAMBLAJE
En el mismo lugar donde se encontraron los cepos, se hall6 también
otra pieza de ancla, la llamada por los franceses «piece d'asson,blage)) y
por los italianos userramento» o «ghiera». Desgraciadamente la pieza se
perdió casi inmediatamente al zozobrar el bote que la transportaba, por
lo que no hemos podido estudiarla ni poseemos fotografía o dibujo de la
misma. Reproducimos aqul {figs. 6 y 7) una pieza de esta clase y la reconstrucción de un ancla en la que se ve la utilización de aquélla, según
Brossard, Lehoux y Ducaruge.
En el Museo Naval de Albenga se ha reconslru•do un ancla con una
pieza de estas y un cepo genuinos, hallados junto a la isla Gallinaria (2).
ANCLAS DE HIERRO
También en esta zona se encontraron dos anclas totalmente de hierro, con el asta larga (1'25 m. y 1'80 m . respectivamente). las uñas finas
y curvadas y arganeo (Lám. 11)
(2) F. BENOIT:
"L'arch~ologie
Bordlgbera,
soua-marine en Proveoce", en Rivina di Studl Li·
1952, pp. 268-269, 6gs. 31 y 32.
N. LAMBOGUA: "Un'Ancora l"OIJl4ml lll';,ola G2.Uinaria", en R.M$to ln¡aUDa • lnttmdi>, XIV Bordlghc,., 1959, p. 31, fiat.. 1 y 2.
¡¡uri, XVII.
159-
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6
Son semejantes a las de los Farillons (Este de la isla Ma••t o Gers.
Toolon), Drammont (Provenza) y a las halladas en el lago de Neml con
el cepo movible y también arganeo. Las naves de Neml fueron rescatadas en 1930 y habían sido construidas por orden de Caligula (37 a 41 de
J C.), encontrándose en ellas un ancla de madera con cepo de plomo y
otra totalmente de hierro, de cuatro metros de longitud (3).
Fi¡¡. 6.
Fia. 7.
POTALA
No menos interesante es el hallazgo de un anillo de piedra d·~ 43 centímetros de diámetro por 14 de altura (Lám. 1, b). La relación de este
cbjeto con la navegación nos la prueba el hecho de que ya en otras oca-
(3) BENOIT: Op. cit. en la _ , 2, fia. 30.
G. UCRLLI: "Le navl di Nemi", Rol!UI, 1950.
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7
HALLAZGOS ARQUEOI.OGICOS SUBMARINOS
sienes se hayan hallado piez.as semejantes junto con c.epos de ancla o en
restos de pecios. Uno de estos anillos de piedra se halló próximo a la isla
Gallinaria de Albenga (4). otra se <
el Groupe de Récherches Archéolog iques et de Plongée d'Agde (5) y
Philippe Diolé (6) publica otra de Cherchel (Argelia). escribiendo a este
respecto: «...estas piedras horadadas, tretoi, líthoi o lithiftai, de las qut1
se han recogido muestras en Marsella, en Grecia y en Cherchel es posible que delimiten una época, que caractericen cierta forma de navegación». Al explicar )a evolución cronológica de las anclas, se ha dicho que
«el primer artificio del que se valió el hombre prehistórico para impedir
que sus embarcaciones fueran arrastradas por las corrientes y el viento,
se reducía a una piedra oblonga a la que se amarraba un cabo firme a
Plg. 8.
bordo. El paso siguiente en la evolución hacia el ancla real consistió en
montar la piedra sobre una cruz de madera (f1g. 8), resui tanda asf de
cuatro uñas; este es el género de rezón que todavía se emplea en Ceilán y
e l Perú, asi como en el NW. de España, por algunos pescadores del lito(4) LAMBOGLIA: Op. oh. c:n 1J1 nom 2, 6¡:. L
(S)
uL~nve.nrure sous-marine.~
ttc:hnic¡ue· et c:x:ploration'', Nouvclle
s
~qe..
nwn.
36.
D=mbrc, 1961-Janvicr, 1962.
(6) PH. DIOLB: "Viajes por los mundos sumergidos", Barcelona, 1953, p. 177, lámina XVI.
-161-
21
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8
MARTIN•SAL\Illl!S
ral, al que dan el nombre de potala» (7). Es muy posible que estas pie·
dras circulares con agujero central tuvieran una aplicación semejante, y
el mayor o menor diámetro del orificio dependería de que el asta fuera
de madera o de hierro.
PIEDRA DE MOLINO
Pieza activa de molino en e xcelente estado de conservación (fig. 9 y
lám. 1, a). Es una piedra casi cilindrica de 34 crns. de diámetro en su
cara superior y 38 en la inferior, por 18 de alto, con orifocio central de
o
i
1
Fig, 9.
9 cms. que presenta dos ranuras por las que se dejaba caer el grano sobre la pieza pasiva. Presenta también una oquedad lateral cilindrica para
encajar un vástago con el que se hacia girar la piedra. Este tipo de molono debía ser corriente en los barcos romanos, al menos en fechas an teroores al Imperio, pues su hallazgo es frecuente. Citemos, el"tre otras,
las ocho piedras recogidas por el CRIS de Barcelona en el pecio existente
en la Costa Brava, frente a Bagur, varias de las cuales son ldé:"'ticas a la
(7) "llndclopedia Genc:ml cid Mar'", vol. 1, p. 233.
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llALL•ZCOS ARQUilOLOG!COS SU!IMAIUNOS
9
nuestra, y que salieron junto con tres cepos de ancla, de plomo. y sesenta ánforas, de las que algunas parecen pertenecer, por lo que se puede
apreciar en la fotografía publicada, al tipo de las olearias de Albenga (8) .
ANFORAS
A continuación darr¡os la descripción de las ánforas, cuyo conjunto
presenta una diversidad de forrnas y una diferenció! de cronología que
indica el intenso tráfico que hubo e11 torno a nuestras costas.
1) Anfora completa con borde inclinado de sección triangular y
cuello cilíndrico, asas ligeramente curvadas y panza redondeada, la unión
dP. ésta con el cuello es suave, sin aristas vivas (fig. 10, núm. 1 y Lám.
11 1, a). Es un tipo anterior al de las ánforas de Albenga Bordes semejantes se encuentran en el estrato VI -B de Albintimilium, de fecha que oscila alrededor del 150 antes de J. C. (9).
2) Anfora completa, de forma Dressel 1C, con el borde rectilfneo
y casi vertica l, asas rectas y cuello cilíndrico alargado; la unión de é.>te
con la panza presenta una arista viva (fig. 10, núm. 2\.
Pertenece al tipo de las ánforas vinarias de Albenga, fechadas a lrededor del año 100 antes de J. C. ( 10). Un cuello idéntico se encuentra
también en e l estrato más antiguo de Vada Sabatia, de fines del siglo 11
antes de J C. ( 11).
De este tipo de ánforas existe en la colección otro ejemplat idéntico.
3) Anfora completa con e l borde redondeado hacia afuera, asas li geramente curvadas hacia el interior en su parte baja y viva arista en Ja
unión del cuello con la panza (fig. 10, núm. 3 y Lám. 111, e) .
Es del grupo de las olearias de Albenga, con pequeñas variantes de ·
bidas posiblemente a proceder de distinto taller ( 12).
Poseemos dos piezas idénticas que presentan el cuello más largo y
recto que las de Albenga y las asas algo curvadas en su parte baja.
4) Anfora rota en su parte inferior, de forma Dressel 10, con borde
exvasado que forma una moldura en su unión con e l cuello, asas curvas
y panza de perfi l oval sin aristas (fig. 1O, núm. 6).
(8) No conocemos de este ballazgo m:ls noticia c¡ue la publicada on "La Glceta Uu•·
ttada", año VIU, núm. 368, de fecha 26 de sept.kmbre de 1963, sin que sepamos si coo
P<'Stcrioricfud ha sido publicado ni cooouamos un cstudlo especializado del hallazgo.
(9) N. LAMBOGLIA: ''La nave roOWla di Albcnga. Stru:ia e viccnde delb scopc.rta",
en Rivista dl Studi Ligurl, XVlU. Borcli¡hera, 1952, p. 163, fig. 21.
(10) LAMBOGLIA: Op. ciL noto anterior, pp. 156-165.
( U) N. LAMBOGUA: "Sulbl c:ronologla delle anCore romane di eti n:pubblic:a.oa
\11-I sccolo A. C.)", en 1Uvista di Stodi l.iguri, XX1. Botdi¡¡heca, 1955, p. 249, lig. 6.
(12) LAM'BOGLIA : Op. cit. nom 9, p. 164, fig. 22.
-
163 -
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Fi¡¡. 10.-i\ 1{lO.
-
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u
BAU.AZGOS ARQUI!OLOGICOS S1lllAW\INOS
Un borde de tipo semejante se encuentra en el estrato VI-A, 3-4 de
Albintimilium, del 90 antes de J. C. (13).
5) Anfora rota en su parte inferior, de caracterfsticas semejantes
a la antes inventariada. El borde exvasado tiene la moldura menos des·
tacada; las asas, que en este ejemplar son rectas, se acercan también
más que las del ánfora anterior al cuello, y el perfil del cuerpo tiende a
ser piriforme (fig. 1O, núm. 5, y Lám. 111, d).
6) Anfora completa de forma Dressel 7, con el borde engrosado saliente formando una moldura en su unión con el cuello, que es tronco·
c6nico; asas rectas y cuerpo de perfil oval alargado sin aristaE e iniciacióñ del pivote de la base, incompleto (fig. 10, núm. 4, y Lám 111, b).
7) Cuello de ánfora con borde en estrecha ala inclinada de sección
10
8
Fig. IJ.-A 1/10.
triangular, de tipo parecido al de la número 1 de este catálogo, aunque
más exenta, asas ligeramente curvadas e iniciación de la panza redondeada, sin aristas (fig. 11, 7).
Puede fecharse hacia la mitad del siglo 11 antes de J. C.
(13) LAMBOGUA: Op. cic. r>ota 9, p. 163, fig. 21.
-
105-
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12
8 a 11) Cuatro cuellos de ánforas con el borde ligeramenle sallente y redondeado, cuello reentrante en su parte inferior y destacada arista
en la unión de éste con la panza; las asas son segmentiformes, caracterizadas por su ángulo muy marcado que a veces se eleva un poco formando una especie de cuerno (fig. 11, núms. 8 a 11 ).
Las formas 3, 4 y 5 de Dressel llevan este tipo de asas, y 1ambién la
forma 2, aunque menos marcada. Por la forma del borde, podrían fecharse, de acuerdo con Martínez Santa-Oialla ( 14), hacia la segunda milad del siglo 1 de nuestra Era.
12) Cuello de ánfora de borde de sección almendrada poco sallente, parecido a los de las antes inventariadas, pero con el asa cu1va (figura
1 1, núm. 12).
13) Cuello de ánfora, posiblemente de la forma 14 de Dressel, con
el cuello muy abierto en el borde, exvasado y sin destacar (fig. 1 1, nú
mero 13).
Es tipo fechado en el sig lo 1 después de J .
15)
e (
15
Pi¡. 12.-Estampilla a 1/2- Anfora
14}
~
1/10.
Cuello de ánfora con el borde sin destacar del resto del cuello
y asas rectas (fig. 11, núm. 14).
15) Cuello de ánfora con borde vertical destacado, asas rectas y
arista en la unión con la panza. En el borde lleva dos sellos, uno casi borrado e ilegible y el otro bien perceptible y en el que se lee RANI (flg.
12, y Lám. IV, a)
Puede situarse tipol6gicamente dentro de las tres formas primeras de
(14) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Sobre el valor cronolósico de las Woru
rcmw>aS", en Cu:~demos de Hi\loria Primitiva, Ill, p. 138, fi¡¡. 2.
( lS) LAMBOGLIA: Op. cit. nolll 11, pp. 242 y 243.
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IIAU.Al:GOS AltQUEOI.OGICOS S1111AIAIUNOS
13
Dressel, fechadas en époc.1 republocana, y bordes semejantes, muchos
también con marca, se encuentran abundantes en el estrato VI-A, l-2-3,
de Albintimilium ( 16), fechable a lo largo del siglo 11 antes de J . C.
Fie. 13.-A 1/10.
(16) LAMBOGLii\: Op. cit. nota 11, pp. 2S9, 260 y 261.
-
167-
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14
16 y 17) Cuerpos de ánforas, carentes de cuello y asas, de perfil
triangular, muy apuntadas en sus partes inferiores (fig. B, num. 16 y 17)
18) Anfora desprovista de cuello, de forma globular alargado (fig
13, núm. 18).
Pertenece al tipo oleario hallado en las costas de la is.la Gallinari¡¡
(Aibenga) y fechado entre los siglos 11 y 1 antes de J . C. ( 17).
19 a 21) Tres ánforas olearias de tipo semejante a la anterior, también desprovistas de cuello, pero de menor tamaño (fig. 13, números 19
a 21 ).
22) Anfora de pequeñas domensiones, cuello corto, de borde salien·
te y redondeado, asas completamente curvas, panza cónico-globular y botón circular en la base (fig. 14, y Llm. IV, b)
Fi¡. 14.-A 1/10.
Quizá sea esta poez:a el hallazgo mas interesante de todo el conjunto,
pues se trata de un ánfora de tipo rodio o massaliota, de características
parecidas a la hallada junto a la isla Gallinaria (18), de la que sólo se di ·
ferencia en que la nuestra tiene las asas algo mas elevadas y el cuerpo
globular menos destacado, tendiendo hacia la forma cónica u ovoide co·
(17) N. LAMBOGLJA: uRilievl e ricuperl atdleologid inoomo .U'isola Galllnada",
. ,, Anl del Il Con.g.res•o Inoemotionalo di Archeologa Sonolt1JlrinA (Aiben¡a, 19S8). Bord.i~hera, 1961, p. 138.
(18) N. LAMBOGLIA: "La pl'ilm c:ampa¡na sonomarina del "Daioo", nelle acque
li¡uri", en Rivist=o lngauna e lnt
Forma Morí• Antiqul. "L'oniviol del C
nd 19S9: Ricerche ed sperienze ncllo acc¡ue di Albengn", en Rlvislll di Swdi U¡url, XXV.
Bordi¡hera, 19S9, p. 298, r111. 7.
-168-
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H"LUZCOS AIIQIIEOLOGICOS SUBMAJUNOS
IS
mo el de las pescadas en el «plateau des Chevres» en direcció11 a la Isla
de Jarres, en la costa de Marsella y fechadas en el siglo VI a de C. ( 19)
Fue hallada por los inmersores del GISED y entregada al Museo de
Prehistoria de la 01putación.
23) Pequeña anforita de la forma Dressel 33, de cuello corto y bor
de curvo exvasado, asas en arco y panza fusiforme. Las asas ;e diferen
cían de la forma 33 de Dressel por ser más curvas, acercándose al tipo
semicircular de la forma 30 (fig. 15)
Fig. IS.-A 1/10.
Puede considerarse cronológicamente entre los fines del siglo 111 y el
siglo IV después de J. C. (20).
También fue encontrada por miembros del GISED.
Como se ve, la zona cuyos materiales Inventariamos se presentó muy
rica en hallazgos arqueológicos de muy distintas épocas, y además, cono
cemos noticias sobre la existencia de diversos campos de ánforas, que,
afortunadamente, permanecen ignorados de los pescadores aficionados,
destructores de la riqueza arqueológica de nuestras costas.
(19) F. BENOlT. "Amphorts arccques d'onamc ou pro''l:tW!tt mancillaitc", en
Rivis11 di Sl\ldi Li¡url, X:XI. Bordigbcra, 19SS, p. 34, fi¡. S y 6.
(20) LAMBOGLIA: Op. cil. 11011 11, p. 243.
-
169
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'lARTL~·SAI.UilES.
llalla~gO>
en la
~ona
dd Saler
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llaU3tgos en la tona clel Saler
Li\JVI. U .
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1
MARTJN-SA LODES. llallnz,os en In zona del Saler
Lf\M. 111.
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MA RT I N-SALODt:S.
a)
ll:olllugos t.n la ~onn d~l Salor
w \M. 1\'.
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GABRIELA MARTIN y JOAQUIN SALUDES
(Valencia)
Hallazgos arqueológicos submarinos
en la zona de El Saler (Valencia)
Es nuestra Intención recoger todas las noticias sobre hallazgos sub·
marinos en las costas valencianas, estudiando los materiales cuando sea
posible, pues por desgracia, de los abundantísimos restos arqueológicos
que se van recogiendo, cada día en mayor número a consecuencia del Jncremento de la pesca deportiva submarina hoy fácilmente practicable por
la invención de la escafandra autónoma, una buena parte de ellos van a
parar a manos de personas incompetentes o interesadas, que no las entregan a los organismos competentes, perdiéndose así tan interesantes
datos para la investigación. Con la publicación de las noticias que llegan
a nuestro conocim iento intentamos contribuir a la formación del mapa
arqueológico submarino «Forma Maris Antiqui», iniciado por el lstituto
lnternazionale di Studi Ligurl, en el que se pretende situar todos los hallazgos arqueológicos submarinos del Mediterráneo occidental, para poder así determinar la intensidad de la navegación y del comercio en las
distintas épocas históricas.
Hasta ahora, si nos fijamos en las noticias de este tipo de hallazgos
que conocemos en la costa mediterránea, encontramos un vacío considerable entre Tarragona y Cartagena, poco más o menos, como si el litoral
valenciano no hubiese participado del intenso tráfico desarrollado por la
navegación en época de las colonizaciones griega, cartaginesa y romana,
que atestiguan los hallazgos catalanes y del sudeste. Es Indudable que
e~to no es más que consecuencia de la falta de exploraciones sistemáticas en la costa valenciana y de la ocultación de los hallazgos casuales a
la~ autoridades arqueológicas, amparados los inventores en la desorienta·
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ción reinante con respecto a la reglamentación legal de los hallazgos sub
marinos de interés arqueológico.
En las siguientes páginas, e iniciando asi nuestro plan de dar publicidad a tales hallazgos, estudiamos los materiales de la Colección Saludes, existente en el Museo de Prehistoria del Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación de Valencia (a excepción del cepo número 1 y del ánfora número 23 que conserva el señor Saludes), y los donados por el GISED al mismo Museo. En este catálogo, cuando en la des
cripción no se dice otra cosa, el objeto inventariado pertenece a la Colección Saludes.
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Todos los objetos que se reseñan se encontraron en la zona de cEI
Salen~, en unos bajos rocosos llamados «fuerzas», a media milla de la
costa y en una franja de unos 200 metros, entre la zona frente a la que
se halla la cCrln: de los Caldos~> y la existente delante de la fábrica «Pie
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La variedad de los materiales que se estudian, en particular la doversa tipología de las ánforas, nos hace pensar que los objetos no procedan de un solo pecio, sino de varios, aun cuando pOdría tambiéro ser consecuencia de haberse utilizado esta zona como lugar de aguada, dada su
proximidad a cl.a Albufera»
DESCRIPCION DE LOS MATERIALES
CEPOS DE ANCLA
l .-Cepo de ancla en plomo macizo, de 99 cms. de largo por 17'5
de alto y 13'5 de ancho, de 80 Kgs. de peso (fig. 2), con anillo central
1
Fig. l.-Ctpo a 1/10. Ddfines o 1/2.
atravesado por un asa de sujeción para el asta de madera. Lleva en ambos
brazos y caras sendos delfines en relieve mirando hacia el anille- central.
Procedentes de Blanes (Gerona) se conservan, uno en el Museo Ar
queol6gico de Gerona y otro en el Museo Marítimo de Barcelona, dos ce1S7-
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pos de 1'49 m y 1'59 m. respectivamente de longitud, decorados tam
bién con delfines ( 1).
2) Cepo de ancla de plomo macizo, de 105 cms. de largo por 17"5
de alto y 13'5 de ancho, bien conservado, aunque algo corroído por los
ángulos y con el anil lo central erutado por un travesaño (fig. 3 y lámina
1, e).
2
Pi¡. 3.-11 1/10 aproximadamente.
3) Cepo de ancla de plomo macizo, de dimensiones casi iguales que
el anterior (106 cms. de longitud, 17'5 de alto y 11 de ancho), con el
anillo central atravesado también por un travesaño para sujetar el asta
de madera (fig. 4 y lám. 1, d)
3
Fia. 4.-A 1/10 aproxirmd•mcnre
( l) K. PASCUAL GUASCH: "Cepos de anclo romanos recuperados frute a Blanea
(Barcelona)» (sic), en Zephyrv1, X. Sal•manca, 1959, pp. 176-180, figs. 3 y 6.
M. OLIVA PRAT: "Estado actuAl de la arqueolo&la submarina en la Costa Bravo
(Gerona, España). Ultimos prospecciones y hallazgos. Avance para un estudio de conjunto", en Atti dcl n Con¡;re= Intcmaxiollllc di Arcbeologia Sottomorina (Albcnga, 1958).
tsordi&hera, 1961, p. 2.26, fi¡. S.
B. RIPOLL PERELLO: "Notas de Arqueologla de Onalurua '1 Balem:s, U. Gerona :
Blanea", m Ampurias, XXIV. Baro:dona, 1962, p. 321, fig. 41, núms. 3 y 6.
-158 -
[page-n-159]
IIALLAZGOS AJIQOl!Ot.OGICOS SUII.\IAIU'NOS
Estos dos últimos cepos se encontraron juntos, cnnado uno sobre otro
y el número 1 a una distancia de unos treinta metros, por lo que es de
suponer que pertenecerían al mismo barco. No podemos intentar fecharlos, pues carecemos de datos que nos den cronología, ni existe estudio
4) Pequeño cepo de plomo, algo deteriorado y de factura ~rregular,
de 54 cms. de largo por 9 de alto y 9'5 de ancho. Se encontró próximo
al ánfora número 22, por los inmersores del GISED de Valenc•a (fig. 5
y Lám 1, e)
--g===~J
Fia. S.-A 1/10
aproximadamente.
PIEZA DE ENSAMBLAJE
En el mismo lugar donde se encontraron los cepos, se hall6 también
otra pieza de ancla, la llamada por los franceses «piece d'asson,blage)) y
por los italianos userramento» o «ghiera». Desgraciadamente la pieza se
perdió casi inmediatamente al zozobrar el bote que la transportaba, por
lo que no hemos podido estudiarla ni poseemos fotografía o dibujo de la
misma. Reproducimos aqul {figs. 6 y 7) una pieza de esta clase y la reconstrucción de un ancla en la que se ve la utilización de aquélla, según
Brossard, Lehoux y Ducaruge.
En el Museo Naval de Albenga se ha reconslru•do un ancla con una
pieza de estas y un cepo genuinos, hallados junto a la isla Gallinaria (2).
ANCLAS DE HIERRO
También en esta zona se encontraron dos anclas totalmente de hierro, con el asta larga (1'25 m. y 1'80 m . respectivamente). las uñas finas
y curvadas y arganeo (Lám. 11)
(2) F. BENOIT:
"L'arch~ologie
Bordlgbera,
soua-marine en Proveoce", en Rivina di Studl Li·
1952, pp. 268-269, 6gs. 31 y 32.
N. LAMBOGUA: "Un'Ancora l"OIJl4ml lll';,ola G2.Uinaria", en R.M$to ln¡aUDa • lnttmdi>, XIV Bordlghc,., 1959, p. 31, fiat.. 1 y 2.
¡¡uri, XVII.
159-
[page-n-160]
6
Son semejantes a las de los Farillons (Este de la isla Ma••t o Gers.
Toolon), Drammont (Provenza) y a las halladas en el lago de Neml con
el cepo movible y también arganeo. Las naves de Neml fueron rescatadas en 1930 y habían sido construidas por orden de Caligula (37 a 41 de
J C.), encontrándose en ellas un ancla de madera con cepo de plomo y
otra totalmente de hierro, de cuatro metros de longitud (3).
Fi¡¡. 6.
Fia. 7.
POTALA
No menos interesante es el hallazgo de un anillo de piedra d·~ 43 centímetros de diámetro por 14 de altura (Lám. 1, b). La relación de este
cbjeto con la navegación nos la prueba el hecho de que ya en otras oca-
(3) BENOIT: Op. cit. en la _ , 2, fia. 30.
G. UCRLLI: "Le navl di Nemi", Rol!UI, 1950.
-160-
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7
HALLAZGOS ARQUEOI.OGICOS SUBMARINOS
sienes se hayan hallado piez.as semejantes junto con c.epos de ancla o en
restos de pecios. Uno de estos anillos de piedra se halló próximo a la isla
Gallinaria de Albenga (4). otra se <
Philippe Diolé (6) publica otra de Cherchel (Argelia). escribiendo a este
respecto: «...estas piedras horadadas, tretoi, líthoi o lithiftai, de las qut1
se han recogido muestras en Marsella, en Grecia y en Cherchel es posible que delimiten una época, que caractericen cierta forma de navegación». Al explicar )a evolución cronológica de las anclas, se ha dicho que
«el primer artificio del que se valió el hombre prehistórico para impedir
que sus embarcaciones fueran arrastradas por las corrientes y el viento,
se reducía a una piedra oblonga a la que se amarraba un cabo firme a
Plg. 8.
bordo. El paso siguiente en la evolución hacia el ancla real consistió en
montar la piedra sobre una cruz de madera (f1g. 8), resui tanda asf de
cuatro uñas; este es el género de rezón que todavía se emplea en Ceilán y
e l Perú, asi como en el NW. de España, por algunos pescadores del lito(4) LAMBOGLIA: Op. oh. c:n 1J1 nom 2, 6¡:. L
(S)
uL~nve.nrure sous-marine.~
ttc:hnic¡ue· et c:x:ploration'', Nouvclle
s
~qe..
nwn.
36.
D=mbrc, 1961-Janvicr, 1962.
(6) PH. DIOLB: "Viajes por los mundos sumergidos", Barcelona, 1953, p. 177, lámina XVI.
-161-
21
[page-n-162]
8
MARTIN•SAL\Illl!S
ral, al que dan el nombre de potala» (7). Es muy posible que estas pie·
dras circulares con agujero central tuvieran una aplicación semejante, y
el mayor o menor diámetro del orificio dependería de que el asta fuera
de madera o de hierro.
PIEDRA DE MOLINO
Pieza activa de molino en e xcelente estado de conservación (fig. 9 y
lám. 1, a). Es una piedra casi cilindrica de 34 crns. de diámetro en su
cara superior y 38 en la inferior, por 18 de alto, con orifocio central de
o
i
1
Fig, 9.
9 cms. que presenta dos ranuras por las que se dejaba caer el grano sobre la pieza pasiva. Presenta también una oquedad lateral cilindrica para
encajar un vástago con el que se hacia girar la piedra. Este tipo de molono debía ser corriente en los barcos romanos, al menos en fechas an teroores al Imperio, pues su hallazgo es frecuente. Citemos, el"tre otras,
las ocho piedras recogidas por el CRIS de Barcelona en el pecio existente
en la Costa Brava, frente a Bagur, varias de las cuales son ldé:"'ticas a la
(7) "llndclopedia Genc:ml cid Mar'", vol. 1, p. 233.
-162-
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llALL•ZCOS ARQUilOLOG!COS SU!IMAIUNOS
9
nuestra, y que salieron junto con tres cepos de ancla, de plomo. y sesenta ánforas, de las que algunas parecen pertenecer, por lo que se puede
apreciar en la fotografía publicada, al tipo de las olearias de Albenga (8) .
ANFORAS
A continuación darr¡os la descripción de las ánforas, cuyo conjunto
presenta una diversidad de forrnas y una diferenció! de cronología que
indica el intenso tráfico que hubo e11 torno a nuestras costas.
1) Anfora completa con borde inclinado de sección triangular y
cuello cilíndrico, asas ligeramente curvadas y panza redondeada, la unión
dP. ésta con el cuello es suave, sin aristas vivas (fig. 10, núm. 1 y Lám.
11 1, a). Es un tipo anterior al de las ánforas de Albenga Bordes semejantes se encuentran en el estrato VI -B de Albintimilium, de fecha que oscila alrededor del 150 antes de J. C. (9).
2) Anfora completa, de forma Dressel 1C, con el borde rectilfneo
y casi vertica l, asas rectas y cuello cilíndrico alargado; la unión de é.>te
con la panza presenta una arista viva (fig. 10, núm. 2\.
Pertenece al tipo de las ánforas vinarias de Albenga, fechadas a lrededor del año 100 antes de J. C. ( 10). Un cuello idéntico se encuentra
también en e l estrato más antiguo de Vada Sabatia, de fines del siglo 11
antes de J C. ( 11).
De este tipo de ánforas existe en la colección otro ejemplat idéntico.
3) Anfora completa con e l borde redondeado hacia afuera, asas li geramente curvadas hacia el interior en su parte baja y viva arista en Ja
unión del cuello con la panza (fig. 10, núm. 3 y Lám. 111, e) .
Es del grupo de las olearias de Albenga, con pequeñas variantes de ·
bidas posiblemente a proceder de distinto taller ( 12).
Poseemos dos piezas idénticas que presentan el cuello más largo y
recto que las de Albenga y las asas algo curvadas en su parte baja.
4) Anfora rota en su parte inferior, de forma Dressel 10, con borde
exvasado que forma una moldura en su unión con e l cuello, asas curvas
y panza de perfi l oval sin aristas (fig. 1O, núm. 6).
(8) No conocemos de este ballazgo m:ls noticia c¡ue la publicada on "La Glceta Uu•·
ttada", año VIU, núm. 368, de fecha 26 de sept.kmbre de 1963, sin que sepamos si coo
P<'Stcrioricfud ha sido publicado ni cooouamos un cstudlo especializado del hallazgo.
(9) N. LAMBOGLIA: ''La nave roOWla di Albcnga. Stru:ia e viccnde delb scopc.rta",
en Rivista dl Studi Ligurl, XVlU. Borcli¡hera, 1952, p. 163, fig. 21.
(10) LAMBOGLIA: Op. ciL noto anterior, pp. 156-165.
( U) N. LAMBOGUA: "Sulbl c:ronologla delle anCore romane di eti n:pubblic:a.oa
\11-I sccolo A. C.)", en 1Uvista di Stodi l.iguri, XX1. Botdi¡¡heca, 1955, p. 249, lig. 6.
(12) LAM'BOGLIA : Op. cit. nom 9, p. 164, fig. 22.
-
163 -
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Fi¡¡. 10.-i\ 1{lO.
-
164 -
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u
BAU.AZGOS ARQUI!OLOGICOS S1lllAW\INOS
Un borde de tipo semejante se encuentra en el estrato VI-A, 3-4 de
Albintimilium, del 90 antes de J. C. (13).
5) Anfora rota en su parte inferior, de caracterfsticas semejantes
a la antes inventariada. El borde exvasado tiene la moldura menos des·
tacada; las asas, que en este ejemplar son rectas, se acercan también
más que las del ánfora anterior al cuello, y el perfil del cuerpo tiende a
ser piriforme (fig. 1O, núm. 5, y Lám. 111, d).
6) Anfora completa de forma Dressel 7, con el borde engrosado saliente formando una moldura en su unión con el cuello, que es tronco·
c6nico; asas rectas y cuerpo de perfil oval alargado sin aristaE e iniciacióñ del pivote de la base, incompleto (fig. 10, núm. 4, y Lám 111, b).
7) Cuello de ánfora con borde en estrecha ala inclinada de sección
10
8
Fig. IJ.-A 1/10.
triangular, de tipo parecido al de la número 1 de este catálogo, aunque
más exenta, asas ligeramente curvadas e iniciación de la panza redondeada, sin aristas (fig. 11, 7).
Puede fecharse hacia la mitad del siglo 11 antes de J. C.
(13) LAMBOGUA: Op. cic. r>ota 9, p. 163, fig. 21.
-
105-
[page-n-166]
12
8 a 11) Cuatro cuellos de ánforas con el borde ligeramenle sallente y redondeado, cuello reentrante en su parte inferior y destacada arista
en la unión de éste con la panza; las asas son segmentiformes, caracterizadas por su ángulo muy marcado que a veces se eleva un poco formando una especie de cuerno (fig. 11, núms. 8 a 11 ).
Las formas 3, 4 y 5 de Dressel llevan este tipo de asas, y 1ambién la
forma 2, aunque menos marcada. Por la forma del borde, podrían fecharse, de acuerdo con Martínez Santa-Oialla ( 14), hacia la segunda milad del siglo 1 de nuestra Era.
12) Cuello de ánfora de borde de sección almendrada poco sallente, parecido a los de las antes inventariadas, pero con el asa cu1va (figura
1 1, núm. 12).
13) Cuello de ánfora, posiblemente de la forma 14 de Dressel, con
el cuello muy abierto en el borde, exvasado y sin destacar (fig. 1 1, nú
mero 13).
Es tipo fechado en el sig lo 1 después de J .
15)
e (
15
Pi¡. 12.-Estampilla a 1/2- Anfora
14}
~
1/10.
Cuello de ánfora con el borde sin destacar del resto del cuello
y asas rectas (fig. 11, núm. 14).
15) Cuello de ánfora con borde vertical destacado, asas rectas y
arista en la unión con la panza. En el borde lleva dos sellos, uno casi borrado e ilegible y el otro bien perceptible y en el que se lee RANI (flg.
12, y Lám. IV, a)
Puede situarse tipol6gicamente dentro de las tres formas primeras de
(14) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Sobre el valor cronolósico de las Woru
rcmw>aS", en Cu:~demos de Hi\loria Primitiva, Ill, p. 138, fi¡¡. 2.
( lS) LAMBOGLIA: Op. cit. nolll 11, pp. 242 y 243.
-166-
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IIAU.Al:GOS AltQUEOI.OGICOS S1111AIAIUNOS
13
Dressel, fechadas en époc.1 republocana, y bordes semejantes, muchos
también con marca, se encuentran abundantes en el estrato VI-A, l-2-3,
de Albintimilium ( 16), fechable a lo largo del siglo 11 antes de J . C.
Fie. 13.-A 1/10.
(16) LAMBOGLii\: Op. cit. nota 11, pp. 2S9, 260 y 261.
-
167-
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14
16 y 17) Cuerpos de ánforas, carentes de cuello y asas, de perfil
triangular, muy apuntadas en sus partes inferiores (fig. B, num. 16 y 17)
18) Anfora desprovista de cuello, de forma globular alargado (fig
13, núm. 18).
Pertenece al tipo oleario hallado en las costas de la is.la Gallinari¡¡
(Aibenga) y fechado entre los siglos 11 y 1 antes de J . C. ( 17).
19 a 21) Tres ánforas olearias de tipo semejante a la anterior, también desprovistas de cuello, pero de menor tamaño (fig. 13, números 19
a 21 ).
22) Anfora de pequeñas domensiones, cuello corto, de borde salien·
te y redondeado, asas completamente curvas, panza cónico-globular y botón circular en la base (fig. 14, y Llm. IV, b)
Fi¡. 14.-A 1/10.
Quizá sea esta poez:a el hallazgo mas interesante de todo el conjunto,
pues se trata de un ánfora de tipo rodio o massaliota, de características
parecidas a la hallada junto a la isla Gallinaria (18), de la que sólo se di ·
ferencia en que la nuestra tiene las asas algo mas elevadas y el cuerpo
globular menos destacado, tendiendo hacia la forma cónica u ovoide co·
(17) N. LAMBOGLJA: uRilievl e ricuperl atdleologid inoomo .U'isola Galllnada",
. ,, Anl del Il Con.g.res•o Inoemotionalo di Archeologa Sonolt1JlrinA (Aiben¡a, 19S8). Bord.i~hera, 1961, p. 138.
(18) N. LAMBOGLIA: "La pl'ilm c:ampa¡na sonomarina del "Daioo", nelle acque
li¡uri", en Rivist=o lngauna e lnt
Bordi¡hera, 19S9, p. 298, r111. 7.
-168-
[page-n-169]
H"LUZCOS AIIQIIEOLOGICOS SUBMAJUNOS
IS
mo el de las pescadas en el «plateau des Chevres» en direcció11 a la Isla
de Jarres, en la costa de Marsella y fechadas en el siglo VI a de C. ( 19)
Fue hallada por los inmersores del GISED y entregada al Museo de
Prehistoria de la 01putación.
23) Pequeña anforita de la forma Dressel 33, de cuello corto y bor
de curvo exvasado, asas en arco y panza fusiforme. Las asas ;e diferen
cían de la forma 33 de Dressel por ser más curvas, acercándose al tipo
semicircular de la forma 30 (fig. 15)
Fig. IS.-A 1/10.
Puede considerarse cronológicamente entre los fines del siglo 111 y el
siglo IV después de J. C. (20).
También fue encontrada por miembros del GISED.
Como se ve, la zona cuyos materiales Inventariamos se presentó muy
rica en hallazgos arqueológicos de muy distintas épocas, y además, cono
cemos noticias sobre la existencia de diversos campos de ánforas, que,
afortunadamente, permanecen ignorados de los pescadores aficionados,
destructores de la riqueza arqueológica de nuestras costas.
(19) F. BENOlT. "Amphorts arccques d'onamc ou pro''l:tW!tt mancillaitc", en
Rivis11 di Sl\ldi Li¡url, X:XI. Bordigbcra, 19SS, p. 34, fi¡. S y 6.
(20) LAMBOGLIA: Op. cil. 11011 11, p. 243.
-
169
[page-n-170]
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'lARTL~·SAI.UilES.
llalla~gO>
en la
~ona
dd Saler
[page-n-172]
:ltAR'l' I!"· SALUDES.
llaU3tgos en la tona clel Saler
Li\JVI. U .
[page-n-173]
1
MARTJN-SA LODES. llallnz,os en In zona del Saler
Lf\M. 111.
[page-n-174]
MA RT I N-SALODt:S.
a)
ll:olllugos t.n la ~onn d~l Salor
w \M. 1\'.
[page-n-175]