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ISSN 1989-508
GON7.ALO
J.
VIÑES
Trabajo. del ServIcio dr Invfllfglclón Prehistórica
La ( Cava-Negra> (Játiva)
Al Iniciarse en el próximo pasado año la labor de campo del Ser·
vicio de InvestigacIón P rehistórica de la Excma. Diputación de Valen·
cia, rué un acierto de su Dirección pensar en la exploración de la esta·
ción prehistórica conocida por el nombre que encabeza esta nota.
Hállase aquélla situada en término de J átiva, cerca de Bellús,
en un desfiladero, socavado por las aguas del río Albaida, procedente
del valle del mismo nombre, al descender al de Játiva, a los cuales
valles pone en comunicación, a t ravés de la cordillera de Sena-grosa.
El paraje no puede ser más adecuado al modo de vivir de las tribus
del Cuaternario,
Mucho se ha hablado, pero poco con exactitud respecto de la cultura señalada por la mencionada estación. Si creemos a antiguas o
ligeras investigaciones y a obras en ellas inspiradas. Cava-negra deberá inclui rse en el período Capsiense, y aún esto es nada comparado
con las afirmaciones de quienes han llegado a suponerla neolítica.
No hemos compartido semejantes apreciaciones. sino que basándonos en investigaciones personales de hace más de veinte años, menos
detenidas y sistemát icas de lo que mereciera tema tan importante.
juzgamos el depósito como musteriense (1), Razón tuvo. por tanto,
el Director del Servicio cuando. al encargarme de los trabajos en dicha
estación, me decia: «es de sumo interés resolver de una vez el problema de Cóva-negra .•
y esta solución ha surgido mediante doce días de excavaciones;
si bien su complejidad requiere labor más detenida . a la cual pensa(1) Véanse nuestros libros "Hidrogra/fasttabensl:", 1914 y "LaPatro"a d,
¡átil/a" 1923.
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mos dar término en la próxima campaña de excavaciones. Por esto.
nos limitamos hoya publicar una sucinta nota, cifra y compendio
de nuestras últimas observaciones.
Presumr desde el primer momento que nada nuevo se ofrecería
en el yacimiento del interior de la cueva, sino el confirmarme en su profunda remoción y desaparición en gran parte. pues su nivel primitivo ha bajado más de dos metros, y me lancé a explorar la rampa que
da acceso a aquélla. Comp6nese de un depósito detrítico de materiales amarillo-rosados, de algunos metros de espesor, separados sus estratos, profundamente dislocados e interrumpido su desarrollo merced a enormes peñascos, por lechos de tierras negras Además, en el
contrafuerte Izquierdo. subiendo. que li mita la mencionada cuesta, se
abre una galería, cegada por los mismos materiales, muy endurecidos
por el tiempo y las presiones, de extraordinario interés, por hallarse
a cubierto de toda profanación. Mientras en ésta apenas si hemos hecho otra cosa que preparar su penetración para la campaña del próximo año, en la cuesta hemos llegado hasta más abajo de su base. donde
aparecen margas, sin duda triásicas. que sustentan el depósito cuaternario .
Cinco probables niveles he podido distinguir en él, todos ellos
acompañados de instrumentos tallados y de gran número de despojos
de fauna, más pobres aquéllos cuanto más profundos.
Dominan en los instrumentos las formas musterienses, que llegan
a una gran perfección en los niveles medios, y que evolucionan hacia
otras más modernas en los superiores. Sin se r extraordinarios, ni en
número ni en tamaño, los hay tan típicos que no cabe dudar de la época a que pertenecen. Raederas, puntas y perforadores. con los característicos retoques escaleriformes; hachitas de mano, admirablemente talladas: y junto a éstos, otros instrumentos atípicos; algunos
que perdieron su forma por el uso y el nuevo tallado, y una gran cantidad de lascas, a veces pequeñísimas, desecho del trabajo de talla.
Todo ello nos hace pensar en la existencia de uno de esos frecuentes
talleres, donde los artistas musterienses elaboraron y tal vez perfeccionaron aquellas primeras manifestaciones de la industria humana
(v. figs. I y 2).
Sincrónica del arte es también la fauna. En la gran cantidad de despojos de los animales coetáneos del hombre de Cava-negra, hállanse
multitud de dientes de caballo y de ciervo; bastantes insertos todavía
en sus mandíbulas, algunos incrustados en tobas y brechas huesosas.
formando parte integrante del material de todos los niveles. En los
inferíores aparecieron nuevos tipos: un molar de EleplIas antiquus y
varios, ya de leche, ya de adulto. de Rhil1oceTos Merck.ii, según clasificaci6n del profesor Dr. Obermaier. También se encontraron fragmen-12-
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tos de colmillos, pequeños cuernos y otros despojos no bien determi·
nadas. No faltan esqui rlas de hueso, aguzadas fortuita o intencionadamente, que llaman poderosamente la atenci6n.
Resumiendo: la estaci6n prehist6rica de Cava-negra pertenece de
lleno a l periodo musteriense, evolucionado hasta un límite que no podemos ni debemos hoy aventurar, mientras no completemos las excavaciones y hagamos de los materiales recogidos un minucioso y
detenido estudio.
fll l. PI.ul d•• Un de eo....-Nffr. Uillv.l. MIlId de IU tam.iIo nlturll
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La importancia de estos descubrimientos es bien notoria. Hasta
ahora se había creído que en el Levante español no existía el paleolítico inferior; por capsienses se tenían los yacimientos de las cuevas
del Parpalló. de les Maravelles, etc., etc.; de la estación setabense ya
dijimos 10 que sienten los escritores que de ella se han ocupado. Desde
hoy ama-negra debe señalarse como perteneciente al Paleolítico inferior, y tengo la seguridad de que no será única en su género.
Si el servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación de Valencia no contara con muchos y mAs brillantes éxitos en el
primer año de su actuación, éste seria suficiente para justificar cumplidamente su creación.
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Trabajo. del ServIcio dr Invfllfglclón Prehistórica
La ( Cava-Negra> (Játiva)
Al Iniciarse en el próximo pasado año la labor de campo del Ser·
vicio de InvestigacIón P rehistórica de la Excma. Diputación de Valen·
cia, rué un acierto de su Dirección pensar en la exploración de la esta·
ción prehistórica conocida por el nombre que encabeza esta nota.
Hállase aquélla situada en término de J átiva, cerca de Bellús,
en un desfiladero, socavado por las aguas del río Albaida, procedente
del valle del mismo nombre, al descender al de Játiva, a los cuales
valles pone en comunicación, a t ravés de la cordillera de Sena-grosa.
El paraje no puede ser más adecuado al modo de vivir de las tribus
del Cuaternario,
Mucho se ha hablado, pero poco con exactitud respecto de la cultura señalada por la mencionada estación. Si creemos a antiguas o
ligeras investigaciones y a obras en ellas inspiradas. Cava-negra deberá inclui rse en el período Capsiense, y aún esto es nada comparado
con las afirmaciones de quienes han llegado a suponerla neolítica.
No hemos compartido semejantes apreciaciones. sino que basándonos en investigaciones personales de hace más de veinte años, menos
detenidas y sistemát icas de lo que mereciera tema tan importante.
juzgamos el depósito como musteriense (1), Razón tuvo. por tanto,
el Director del Servicio cuando. al encargarme de los trabajos en dicha
estación, me decia: «es de sumo interés resolver de una vez el problema de Cóva-negra .•
y esta solución ha surgido mediante doce días de excavaciones;
si bien su complejidad requiere labor más detenida . a la cual pensa(1) Véanse nuestros libros "Hidrogra/fasttabensl:", 1914 y "LaPatro"a d,
¡átil/a" 1923.
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mos dar término en la próxima campaña de excavaciones. Por esto.
nos limitamos hoya publicar una sucinta nota, cifra y compendio
de nuestras últimas observaciones.
Presumr desde el primer momento que nada nuevo se ofrecería
en el yacimiento del interior de la cueva, sino el confirmarme en su profunda remoción y desaparición en gran parte. pues su nivel primitivo ha bajado más de dos metros, y me lancé a explorar la rampa que
da acceso a aquélla. Comp6nese de un depósito detrítico de materiales amarillo-rosados, de algunos metros de espesor, separados sus estratos, profundamente dislocados e interrumpido su desarrollo merced a enormes peñascos, por lechos de tierras negras Además, en el
contrafuerte Izquierdo. subiendo. que li mita la mencionada cuesta, se
abre una galería, cegada por los mismos materiales, muy endurecidos
por el tiempo y las presiones, de extraordinario interés, por hallarse
a cubierto de toda profanación. Mientras en ésta apenas si hemos hecho otra cosa que preparar su penetración para la campaña del próximo año, en la cuesta hemos llegado hasta más abajo de su base. donde
aparecen margas, sin duda triásicas. que sustentan el depósito cuaternario .
Cinco probables niveles he podido distinguir en él, todos ellos
acompañados de instrumentos tallados y de gran número de despojos
de fauna, más pobres aquéllos cuanto más profundos.
Dominan en los instrumentos las formas musterienses, que llegan
a una gran perfección en los niveles medios, y que evolucionan hacia
otras más modernas en los superiores. Sin se r extraordinarios, ni en
número ni en tamaño, los hay tan típicos que no cabe dudar de la época a que pertenecen. Raederas, puntas y perforadores. con los característicos retoques escaleriformes; hachitas de mano, admirablemente talladas: y junto a éstos, otros instrumentos atípicos; algunos
que perdieron su forma por el uso y el nuevo tallado, y una gran cantidad de lascas, a veces pequeñísimas, desecho del trabajo de talla.
Todo ello nos hace pensar en la existencia de uno de esos frecuentes
talleres, donde los artistas musterienses elaboraron y tal vez perfeccionaron aquellas primeras manifestaciones de la industria humana
(v. figs. I y 2).
Sincrónica del arte es también la fauna. En la gran cantidad de despojos de los animales coetáneos del hombre de Cava-negra, hállanse
multitud de dientes de caballo y de ciervo; bastantes insertos todavía
en sus mandíbulas, algunos incrustados en tobas y brechas huesosas.
formando parte integrante del material de todos los niveles. En los
inferíores aparecieron nuevos tipos: un molar de EleplIas antiquus y
varios, ya de leche, ya de adulto. de Rhil1oceTos Merck.ii, según clasificaci6n del profesor Dr. Obermaier. También se encontraron fragmen-12-
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LA «caVA NECRAt (JÁTIVA)
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nadas. No faltan esqui rlas de hueso, aguzadas fortuita o intencionadamente, que llaman poderosamente la atenci6n.
Resumiendo: la estaci6n prehist6rica de Cava-negra pertenece de
lleno a l periodo musteriense, evolucionado hasta un límite que no podemos ni debemos hoy aventurar, mientras no completemos las excavaciones y hagamos de los materiales recogidos un minucioso y
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ahora se había creído que en el Levante español no existía el paleolítico inferior; por capsienses se tenían los yacimientos de las cuevas
del Parpalló. de les Maravelles, etc., etc.; de la estación setabense ya
dijimos 10 que sienten los escritores que de ella se han ocupado. Desde
hoy ama-negra debe señalarse como perteneciente al Paleolítico inferior, y tengo la seguridad de que no será única en su género.
Si el servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación de Valencia no contara con muchos y mAs brillantes éxitos en el
primer año de su actuación, éste seria suficiente para justificar cumplidamente su creación.
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