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ISSN 1989-508
LU IS PERI CQT
Trabajo. del Servid o de
Inv ~. tlgadó n
Preltll t6rlca
El poblado ibérico del «Charpolar»
En una de sus exploraciones por la interesante comarca que sirve
de paso entre Pego y Denia, por una parte, y el antiguo condado de
Cocentaina, por otro, hubo de fijarse nuestro colaborador D. Fer+
nando Pansell en el monte conocido por ~El Charpolan>, que en estratégica posición domina el valle de Gallinera, hallándo~e enclavado
entre los términos municipales de Alcalá. Margarida y Benisili (provincia de Alicante). Indudablemente el paso indicado hubo de tener
importancia como vía comercial en los siglos del apogeo ibérico, y a
través de él debieron circular muchas de las influencias que la cultu ra
griega. desde la costa y en especial desde la cercana factoría de Hemeroscopeion, ejerció sobre la indigena. La importancia de l estudio del
mayor número posible de estaciones ibéricas en el hhtlerlond de Denia
es, pues, evidente.
El señor Ponsell pudo visitar el poblado y practicar en él algunas
sencillas catas, suficientes para comprobar el interés que ha de ofrecer
una excavación completa del mismo. que esperamos no ha de tardar
en poder realizarse. Vamos a dar cuenta someramente del resultado
de dicha exploración. El material hallado ocupa una de las vitrinas
del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia.
EL POBLADO (v. 111m. 1, 1)
Situado a más de 900 ms. de altura, ocupa una meseta de forma
que se acerca a la rectangular, con decli ves pronunciados y rocosos
por t res de sus lados y cortada a pico por el lado Norte. La parte del
monte que mira a Occidente es la que ofrece una subida más suave
-157-
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2
LUIS PERICOT
y una más fácil entrada al poblado. Aún sin realizar su excavación,
se percibe la existencia de varios muros, uno exterior, que sigue el contorno de la meseta, y otros interiores, a l parecer encerrando en rectángulo al verdadero poblado, cuya dimensión máxima pasa poco de
los 100 ms.; se aprecia también la acumulación de defensas por el
lado menos protegido naturalmente. Dentro del recinto del poblado
se observan los restos de numerosas habitaciones. en una de las cuales
se realizaron las catas que han producido el material que vamos a
describir.
OBJETOS DE HIERRO (v. 1im. 1,2 y JI, 1,2.3'1 4)
Son numerosos, como en otros poblados de la región (Covalta,
La Bastida), lo cual indica que nos hallamos en un territorio de intensa metalurgia. Sobresalen: una falca.ta a la que falta gran part~
del mango, teniendo la mitad inferior de la hoja muy deteriorada.
siendo por eHo la primera reconstrucción hecha de la misma algo defectuosa; su longitud es de 61 ems. y la anchura en el comienzo de
la hoja de 6,5 cms. Una argolla, articulada en el centro, formando
dos grandes anillos (7 cms. de diámetro) doblados, en sus extremos;
la longitud máxima de la pieza es de 25 cms., el ancho de la lámina
de 2,5 cms.; el ceñir perfectamente el cuello de una persona sugiere
la idea de un instrumento de prisión. Una llave con el mango doblado
y terminado en un anillo y con cuatro dientes. siendo la longitud de
la varilla de la que nacen estos últimos, 7.5 ems. Una hoz, rota en
la punta, de 25 cms. de long. Una azuela de 17 cms. de long. y 3 cms.
de anchura en el filo. Un cincel tubular de 2 cms. de anchura y 10,5
centímetros de longitud. Por último. una varilla de 28 ems. de [ongltud. con los extremos doblados; una placa rectangular (10 X 8 cms.),
con orificios en los ángulos y una varilla curvada de sección circular
OBJETOS DE BRONCE (v. lfim. 11,4)
Una aguja finísima, algo doblada, de 6 cms. de long. y 2 mm. de
ancho en la cabeza, que tiene forma cuadrada. Una aguja saquera,
doblada, de cabeza rola; su longitud es de 14 cms. y el ancho de la
cabeza de 4 mm. Un anillo de 2,7 cms. de diámetro. Un cardium, de
J ems. de diámetro. Un peso, de forma troncoc6nlca, superficie algo
c6ncava y agujero central; diám. de la base, 2 ems.; altura, J.6 cms.;
peso, 35 grs. Fragmento de una fíbula de doble resorte (4 centímetros
de longitud).
-1~8
-
[page-n-159]
EL POBLADO I BÉRICO DEL "CHARPOLAR"
3
OBJETOS VARIOS (v. 14m. 11,4 Y 111, 1)
Un anillo de hueso de 2,8 cms. de diámetro y 1 cm. de anchura.
Una moneda ibérica de bronce, de Cástula. Una piedra de molino de
75 cms. de diámetro. Ocho fusayolas, de las que cinco ofrecen el tipo
curioso cónico con abultamiento más o menos acentuado en la parte
superior; una de éstas muestra una línea incisa cerca de la base; las
tres restantes son de los tipos troncoc6nico, bitroncocónico y esferoi ·
dal, la primera de ellas con dos series de lineas puntilla das que dejan
en el centro una estrecha faja lisa
CERÁMICA (v. 14m. 111, 2 Y 3)
Son ya bastantes las piezas de cerámica que han podido recons·
truirse. De ellas, dos, un plato reconstruído y un fondo de plato, son
de especie campaniana. Entre las restantes, ibéricas, sobresalen cuatro
fragmentos de bellísima decoración de espirales y vegetal estiliz.ada,
con rayado que llena los motivos, y animal, viéndose en tres de los
fragmentos conservados, que posiblemente pertenecian a una sola y
grande vasija. patas y un cuarto trasero de caballo. El resto como
prende 21 piezas, la mayoría reconstruídas y a torno. Entre ellas not3'
mas una vasija cilíndrica de 15 cms. de altura y 18,5 cms. de diámetro máximo; una vasija de panza esférica y boca en embudo de 14
centímetros de anchura máxima y de altura; un vaso bitroncoc6nico,
con asa de 9,5 cms. de altura y 6,5 cms. de diám. de la boca; varias
vasijas más o menos ovoideas más toscas; un pequeño jarrita con
asa, con salientes en el punto en que ésta se enlaza con el borde: varios
vasitos finos. uno de ellos de la especie negra campaniforme, frecuente
en [as estaciones ibéricas, y un plato de 21 cms. de diámetro, El resto
de las piezas cerámicas lo constituyen tapaderas, platos y vasijas de
varias formas, en general de factura más tosca que los descritos anteriormente; hecho a mano es un larra casi cU1ndrico, de 9 cms. de altura
y 10 cms. de diám. de 1a boca. Las dos primeras de las vasijas des·
critas y el plato de buena técnica. muestran decoraciones bien conser·
vadas. En todas ellas se reducen a los motivos geométricos: fajas,
zig-zags, rombos, series de l(neas onduladas y segmentos de círculos
concéntricos.
-159 -
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4
LUIS PERlcOT
DED UCCIONES
Las sencillas catas realizadas permiten ya suponer que se trata
de un poblado que puede proporcionar abundante material; resalta
la riqueza en piezas de hierro y bronce con ejemplares poco rrecuentes
como la argolla y a ún la misma falcata. Aquélla es parecida a otros
ejemplares procedentes de las necrópolis de la meseta, especialmente
al ejemplar hallado en el cerro de los Castejones (Calatañazor) (1 l, al
de la necrópolis de Almedinilla (2) y al del campamento V de Renieblas (3).
También es interesante la fíbula de doble resorte de la que se han
encont rado otros ejemplares en estaciones ihéricas de Levante y el
Bajo Aragón (Villa ricos, sepulcro de Salzadella, poblado de San Antonio de Ca laceite). Otras consideraciones respecto a las restantes
piezas interesantes, las reservamos para cuando se publique extensa~
mente el resultado de las excavaciones en este poblado. Unicamente
nos fijaremos en las representaciones de caballos y haremos notar también el interés de las fusayolas, con abultamiento en la parte superior,
raras en las estaciones ibéricas de Levante, aunque pueden encontrarse
paralelos a las mismas.
De alto interés son las representaciones de caballos en la cerámica,
pues muestran uno de los tipos más elevados a que lleg6 el arte de
la decoración entre los iberos, y del que nos quedan pocos ejemplares. Se conocen representaciones de caballos en los vasos de Archena,
(1) V. BI.AS TARACEN A: Excavaciones m diversos fugares d, la provincia de
Soria (Memorias de la Junta Supo de Excs. y Antlgs. nllm. 75, 1924.25), pág. 22,
lám. VI. La pieza de que habla el seí'lor Taracen;l es fundamentalmente Id6ntica
a la del Charpolar, 3unque 6sta se halle reducida a la sola argolla y le falten las
otras piezas menores que en Calatañ!U:or se articulan con ella, Adem.b en el Charpolar se trata, por su mayor tamaí'lo. no de esposas, sino de un dogal lo cual
explica su mayor sencillez.
(2) V. P. PARIS-A. ENGEI.: Fouilles el rlChucllls a Almedinifla (Rev. Archeo·
lóglque, 4.0 ser., t. Vlll, 1906) p. 84. Por la descripción se trata también de un
dogal o cepo de prisionero diferenciándose el de Almedlnlllll por tener los extremos en forma de piezas en espiga que ajustan al cerrarse. En el caso del Charo
polar la presencia de los anillos te rminales sugiere la Idea de un cierre mediante
una cadena o candado.
(3) V. A. ScI1Ut.TEN: Nul'ltuntia, 1, IV (Die Lager be; Reni,blas); la descripción. en la P~I!. 226, es debida al especialista M. van Groller: reproducido en la
lám. 49, 1, a, b.: en este ejemplar se trata de un cepo para los tobillo!! ya que
su dlámelro no pasa de 12 cms.; termina en anillas. una de las cuales, alarga·
da, se Introduce en la otra. circular. obteniéndose un curioso cierre.
-160 -
[page-n-161]
EL POBL ADO IBÉRI CO DEL "CHARPOLAR"
s
Elche, La Serreta (Alcoy), Oliva, Calaceite, Azaila y Numancia (1).
Los hallados en el Charpa lar vienen. pues, a hacer más denso el mapa
de tales representaciones en la región levantina. No es posible com.
parar por completo su estilo con
el de los otros ejemplares conocidos, por faltar en el Charpolar las
cabezas y partes anteriores de los
caballos. Hagamos observar, al
lado de una interpretación algo
defectuosa de la pata de uno de
los fragmentos, la aparición, en la
única que se ve completa del espolón bien acusado (v. Hg. 1), lo cual
contrasta con la forma triangular flr. 1. Fracment!! dt vu!! Ibfrleo d,1 poblado
de la pezuña en Alcoy y Archena, lid Charpollr, ~on decorul6n Veltl.1 uUtIy que en cambio volvemos a en- ulla y p.rle de un u ballo (dlb. Pons"II).
contrar en algunas representaciones de caballos"de las estelas del Bajo
Aragón (2). Los motivos
vegetaJes estilizados que
aparecen junto con los caballos. y que desgraciadamente se conservan solo en
muy reducida parte, son de
una perfección y riqueza
de combinaciones no superada, presentando t:1 mismo rayado interior de los
motivos de Jos vasos más
perfectos de la región (Elfll!. 2. fr'lnltnto de vuo Ibt rJ co dtl pobladO del Charpalar
co n decorarl6n vq"al ellllluda y plrte de dOB ubaltOI che, Archena, 01!va) (v. fi ·
(dlb. POIISfltl).
guras 1 y 2).
(1) Los vasos de Archena. Elche, La Serreta y Numancia han sido reproducidos con frecuencia. La necrópolis de Oliva se halla Inédita, pero en algunos trabajOS recientes se han publlcado fotograflas de alguna. de sus vasiJas. Por vez
primera ~ publica el desarrollo de lns representaciones humanas y animales de sus
dos vasos mas importantes en el trabajo de P. BOSCH G IM PERA, Inserto en e l pre·
sente ARCHIVO. Para las numerosas e interesantes representacione'l halladas en
Azalla v. J. CAIld:, La (lujmica pinlada de AzaUn. Archivo español de Arte y
Arquaologla., n.O VI, 1926, p. 2J5.-lIid .. Las eslifizacionls di aVIS y caballos de
Azaila, Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología. Etnograna
y Prehistoria, t. v, 1926, memo XLIII.
(2) V. P. BOSCH GIMPERA: US inlllstigncions de la (1llt//Ta iblT¡C(1 al Baix Arg.
g6, Anuarl del Institut d'Estudill Catalins. vol. VI, 1915·20. págs. 64 1 y slgs..
flg. 493. En este trabajo pueden ven;e reproducidas las t o~cas re~resentaclones
de caballos del poblado de S. Antonio (Calacelte).
-161 -
•
[page-n-162]
6
l.UIS PERICOT
Otras consideraciones. así como un intento de dotar de cronología
a este poblado, han de dejarse para cuando se excave en mayor escala.
Sin embargo, de lo encontrado hasta ahora parece deducirse que el
poblado es de la mejor época de la cultura ibérica del S. E., debiendo
atribuirse el hallazgo de la moneda de Cástula a un hecho casual,
pues no hay otros restos de época tan avanzada, y que si hemos de
conceder valor decisivo a los fragmentos de cerámica campaniana,
este poblado podría atribui rse al segundo período de la cultura ibérica
de Levante, que corresponde aproximadamente al siglo 111 a. de J. e
según el sistema de P. 805Ch Gimpera (1)
(1) V. entre otros trabajos de sistematización de ~te autor. L'lsfal actual dil
COlltixemenl de la civilizadó iblrica del r'l'M de Valellcia. Anuar! del Institut d'Estudls CatalAns, vol. VI, 1915·20, pAgo 624 s!gs.-EI estado actual de la invesllgoción
dI la cul/uTa ¡blT¡ca, Bol. R. Ac. de la Historia. MadrId, 1929.
-162 -
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LÁMINA 1
PERltQT - . EI Charpolau.
2
1. Vista IItl poblado lomada dtllle ti S. E. -
2. Objtlol 't hlrrto (2/5
.,..0..).
[page-n-164]
PERICOT • cEI Charpolau .
LÁMINA 11.
3
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[page-n-165]
PERICOT
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LÁMINA 111.
. EI Charpolau .
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1. Fun.yolu -
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ISSN 1989-508
LU IS PERI CQT
Trabajo. del Servid o de
Inv ~. tlgadó n
Preltll t6rlca
El poblado ibérico del «Charpolar»
En una de sus exploraciones por la interesante comarca que sirve
de paso entre Pego y Denia, por una parte, y el antiguo condado de
Cocentaina, por otro, hubo de fijarse nuestro colaborador D. Fer+
nando Pansell en el monte conocido por ~El Charpolan>, que en estratégica posición domina el valle de Gallinera, hallándo~e enclavado
entre los términos municipales de Alcalá. Margarida y Benisili (provincia de Alicante). Indudablemente el paso indicado hubo de tener
importancia como vía comercial en los siglos del apogeo ibérico, y a
través de él debieron circular muchas de las influencias que la cultu ra
griega. desde la costa y en especial desde la cercana factoría de Hemeroscopeion, ejerció sobre la indigena. La importancia de l estudio del
mayor número posible de estaciones ibéricas en el hhtlerlond de Denia
es, pues, evidente.
El señor Ponsell pudo visitar el poblado y practicar en él algunas
sencillas catas, suficientes para comprobar el interés que ha de ofrecer
una excavación completa del mismo. que esperamos no ha de tardar
en poder realizarse. Vamos a dar cuenta someramente del resultado
de dicha exploración. El material hallado ocupa una de las vitrinas
del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia.
EL POBLADO (v. 111m. 1, 1)
Situado a más de 900 ms. de altura, ocupa una meseta de forma
que se acerca a la rectangular, con decli ves pronunciados y rocosos
por t res de sus lados y cortada a pico por el lado Norte. La parte del
monte que mira a Occidente es la que ofrece una subida más suave
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LUIS PERICOT
y una más fácil entrada al poblado. Aún sin realizar su excavación,
se percibe la existencia de varios muros, uno exterior, que sigue el contorno de la meseta, y otros interiores, a l parecer encerrando en rectángulo al verdadero poblado, cuya dimensión máxima pasa poco de
los 100 ms.; se aprecia también la acumulación de defensas por el
lado menos protegido naturalmente. Dentro del recinto del poblado
se observan los restos de numerosas habitaciones. en una de las cuales
se realizaron las catas que han producido el material que vamos a
describir.
OBJETOS DE HIERRO (v. 1im. 1,2 y JI, 1,2.3'1 4)
Son numerosos, como en otros poblados de la región (Covalta,
La Bastida), lo cual indica que nos hallamos en un territorio de intensa metalurgia. Sobresalen: una falca.ta a la que falta gran part~
del mango, teniendo la mitad inferior de la hoja muy deteriorada.
siendo por eHo la primera reconstrucción hecha de la misma algo defectuosa; su longitud es de 61 ems. y la anchura en el comienzo de
la hoja de 6,5 cms. Una argolla, articulada en el centro, formando
dos grandes anillos (7 cms. de diámetro) doblados, en sus extremos;
la longitud máxima de la pieza es de 25 cms., el ancho de la lámina
de 2,5 cms.; el ceñir perfectamente el cuello de una persona sugiere
la idea de un instrumento de prisión. Una llave con el mango doblado
y terminado en un anillo y con cuatro dientes. siendo la longitud de
la varilla de la que nacen estos últimos, 7.5 ems. Una hoz, rota en
la punta, de 25 cms. de long. Una azuela de 17 cms. de long. y 3 cms.
de anchura en el filo. Un cincel tubular de 2 cms. de anchura y 10,5
centímetros de longitud. Por último. una varilla de 28 ems. de [ongltud. con los extremos doblados; una placa rectangular (10 X 8 cms.),
con orificios en los ángulos y una varilla curvada de sección circular
OBJETOS DE BRONCE (v. lfim. 11,4)
Una aguja finísima, algo doblada, de 6 cms. de long. y 2 mm. de
ancho en la cabeza, que tiene forma cuadrada. Una aguja saquera,
doblada, de cabeza rola; su longitud es de 14 cms. y el ancho de la
cabeza de 4 mm. Un anillo de 2,7 cms. de diámetro. Un cardium, de
J ems. de diámetro. Un peso, de forma troncoc6nlca, superficie algo
c6ncava y agujero central; diám. de la base, 2 ems.; altura, J.6 cms.;
peso, 35 grs. Fragmento de una fíbula de doble resorte (4 centímetros
de longitud).
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EL POBLADO I BÉRICO DEL "CHARPOLAR"
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OBJETOS VARIOS (v. 14m. 11,4 Y 111, 1)
Un anillo de hueso de 2,8 cms. de diámetro y 1 cm. de anchura.
Una moneda ibérica de bronce, de Cástula. Una piedra de molino de
75 cms. de diámetro. Ocho fusayolas, de las que cinco ofrecen el tipo
curioso cónico con abultamiento más o menos acentuado en la parte
superior; una de éstas muestra una línea incisa cerca de la base; las
tres restantes son de los tipos troncoc6nico, bitroncocónico y esferoi ·
dal, la primera de ellas con dos series de lineas puntilla das que dejan
en el centro una estrecha faja lisa
CERÁMICA (v. 14m. 111, 2 Y 3)
Son ya bastantes las piezas de cerámica que han podido recons·
truirse. De ellas, dos, un plato reconstruído y un fondo de plato, son
de especie campaniana. Entre las restantes, ibéricas, sobresalen cuatro
fragmentos de bellísima decoración de espirales y vegetal estiliz.ada,
con rayado que llena los motivos, y animal, viéndose en tres de los
fragmentos conservados, que posiblemente pertenecian a una sola y
grande vasija. patas y un cuarto trasero de caballo. El resto como
prende 21 piezas, la mayoría reconstruídas y a torno. Entre ellas not3'
mas una vasija cilíndrica de 15 cms. de altura y 18,5 cms. de diámetro máximo; una vasija de panza esférica y boca en embudo de 14
centímetros de anchura máxima y de altura; un vaso bitroncoc6nico,
con asa de 9,5 cms. de altura y 6,5 cms. de diám. de la boca; varias
vasijas más o menos ovoideas más toscas; un pequeño jarrita con
asa, con salientes en el punto en que ésta se enlaza con el borde: varios
vasitos finos. uno de ellos de la especie negra campaniforme, frecuente
en [as estaciones ibéricas, y un plato de 21 cms. de diámetro, El resto
de las piezas cerámicas lo constituyen tapaderas, platos y vasijas de
varias formas, en general de factura más tosca que los descritos anteriormente; hecho a mano es un larra casi cU1ndrico, de 9 cms. de altura
y 10 cms. de diám. de 1a boca. Las dos primeras de las vasijas des·
critas y el plato de buena técnica. muestran decoraciones bien conser·
vadas. En todas ellas se reducen a los motivos geométricos: fajas,
zig-zags, rombos, series de l(neas onduladas y segmentos de círculos
concéntricos.
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LUIS PERlcOT
DED UCCIONES
Las sencillas catas realizadas permiten ya suponer que se trata
de un poblado que puede proporcionar abundante material; resalta
la riqueza en piezas de hierro y bronce con ejemplares poco rrecuentes
como la argolla y a ún la misma falcata. Aquélla es parecida a otros
ejemplares procedentes de las necrópolis de la meseta, especialmente
al ejemplar hallado en el cerro de los Castejones (Calatañazor) (1 l, al
de la necrópolis de Almedinilla (2) y al del campamento V de Renieblas (3).
También es interesante la fíbula de doble resorte de la que se han
encont rado otros ejemplares en estaciones ihéricas de Levante y el
Bajo Aragón (Villa ricos, sepulcro de Salzadella, poblado de San Antonio de Ca laceite). Otras consideraciones respecto a las restantes
piezas interesantes, las reservamos para cuando se publique extensa~
mente el resultado de las excavaciones en este poblado. Unicamente
nos fijaremos en las representaciones de caballos y haremos notar también el interés de las fusayolas, con abultamiento en la parte superior,
raras en las estaciones ibéricas de Levante, aunque pueden encontrarse
paralelos a las mismas.
De alto interés son las representaciones de caballos en la cerámica,
pues muestran uno de los tipos más elevados a que lleg6 el arte de
la decoración entre los iberos, y del que nos quedan pocos ejemplares. Se conocen representaciones de caballos en los vasos de Archena,
(1) V. BI.AS TARACEN A: Excavaciones m diversos fugares d, la provincia de
Soria (Memorias de la Junta Supo de Excs. y Antlgs. nllm. 75, 1924.25), pág. 22,
lám. VI. La pieza de que habla el seí'lor Taracen;l es fundamentalmente Id6ntica
a la del Charpolar, 3unque 6sta se halle reducida a la sola argolla y le falten las
otras piezas menores que en Calatañ!U:or se articulan con ella, Adem.b en el Charpolar se trata, por su mayor tamaí'lo. no de esposas, sino de un dogal lo cual
explica su mayor sencillez.
(2) V. P. PARIS-A. ENGEI.: Fouilles el rlChucllls a Almedinifla (Rev. Archeo·
lóglque, 4.0 ser., t. Vlll, 1906) p. 84. Por la descripción se trata también de un
dogal o cepo de prisionero diferenciándose el de Almedlnlllll por tener los extremos en forma de piezas en espiga que ajustan al cerrarse. En el caso del Charo
polar la presencia de los anillos te rminales sugiere la Idea de un cierre mediante
una cadena o candado.
(3) V. A. ScI1Ut.TEN: Nul'ltuntia, 1, IV (Die Lager be; Reni,blas); la descripción. en la P~I!. 226, es debida al especialista M. van Groller: reproducido en la
lám. 49, 1, a, b.: en este ejemplar se trata de un cepo para los tobillo!! ya que
su dlámelro no pasa de 12 cms.; termina en anillas. una de las cuales, alarga·
da, se Introduce en la otra. circular. obteniéndose un curioso cierre.
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EL POBL ADO IBÉRI CO DEL "CHARPOLAR"
s
Elche, La Serreta (Alcoy), Oliva, Calaceite, Azaila y Numancia (1).
Los hallados en el Charpa lar vienen. pues, a hacer más denso el mapa
de tales representaciones en la región levantina. No es posible com.
parar por completo su estilo con
el de los otros ejemplares conocidos, por faltar en el Charpolar las
cabezas y partes anteriores de los
caballos. Hagamos observar, al
lado de una interpretación algo
defectuosa de la pata de uno de
los fragmentos, la aparición, en la
única que se ve completa del espolón bien acusado (v. Hg. 1), lo cual
contrasta con la forma triangular flr. 1. Fracment!! dt vu!! Ibfrleo d,1 poblado
de la pezuña en Alcoy y Archena, lid Charpollr, ~on decorul6n Veltl.1 uUtIy que en cambio volvemos a en- ulla y p.rle de un u ballo (dlb. Pons"II).
contrar en algunas representaciones de caballos"de las estelas del Bajo
Aragón (2). Los motivos
vegetaJes estilizados que
aparecen junto con los caballos. y que desgraciadamente se conservan solo en
muy reducida parte, son de
una perfección y riqueza
de combinaciones no superada, presentando t:1 mismo rayado interior de los
motivos de Jos vasos más
perfectos de la región (Elfll!. 2. fr'lnltnto de vuo Ibt rJ co dtl pobladO del Charpalar
co n decorarl6n vq"al ellllluda y plrte de dOB ubaltOI che, Archena, 01!va) (v. fi ·
(dlb. POIISfltl).
guras 1 y 2).
(1) Los vasos de Archena. Elche, La Serreta y Numancia han sido reproducidos con frecuencia. La necrópolis de Oliva se halla Inédita, pero en algunos trabajOS recientes se han publlcado fotograflas de alguna. de sus vasiJas. Por vez
primera ~ publica el desarrollo de lns representaciones humanas y animales de sus
dos vasos mas importantes en el trabajo de P. BOSCH G IM PERA, Inserto en e l pre·
sente ARCHIVO. Para las numerosas e interesantes representacione'l halladas en
Azalla v. J. CAIld:, La (lujmica pinlada de AzaUn. Archivo español de Arte y
Arquaologla., n.O VI, 1926, p. 2J5.-lIid .. Las eslifizacionls di aVIS y caballos de
Azaila, Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología. Etnograna
y Prehistoria, t. v, 1926, memo XLIII.
(2) V. P. BOSCH GIMPERA: US inlllstigncions de la (1llt//Ta iblT¡C(1 al Baix Arg.
g6, Anuarl del Institut d'Estudill Catalins. vol. VI, 1915·20. págs. 64 1 y slgs..
flg. 493. En este trabajo pueden ven;e reproducidas las t o~cas re~resentaclones
de caballos del poblado de S. Antonio (Calacelte).
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l.UIS PERICOT
Otras consideraciones. así como un intento de dotar de cronología
a este poblado, han de dejarse para cuando se excave en mayor escala.
Sin embargo, de lo encontrado hasta ahora parece deducirse que el
poblado es de la mejor época de la cultura ibérica del S. E., debiendo
atribuirse el hallazgo de la moneda de Cástula a un hecho casual,
pues no hay otros restos de época tan avanzada, y que si hemos de
conceder valor decisivo a los fragmentos de cerámica campaniana,
este poblado podría atribui rse al segundo período de la cultura ibérica
de Levante, que corresponde aproximadamente al siglo 111 a. de J. e
según el sistema de P. 805Ch Gimpera (1)
(1) V. entre otros trabajos de sistematización de ~te autor. L'lsfal actual dil
COlltixemenl de la civilizadó iblrica del r'l'M de Valellcia. Anuar! del Institut d'Estudls CatalAns, vol. VI, 1915·20, pAgo 624 s!gs.-EI estado actual de la invesllgoción
dI la cul/uTa ¡blT¡ca, Bol. R. Ac. de la Historia. MadrId, 1929.
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LÁMINA 1
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2
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