Una representación del Martyrium de Jesucristo en el Museo Lapidario de Narbona
Pedro de Palol Salellas
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PEDRO DE PALOL SAL ELLAS
(Uc rnM )
Una representación del Martyrium
de Jesucristo en el Museo Lapidario
de Narbona
Una de las piezas capi tales del arte poleocristiono del Occidente del Mediterróneo se guarda entre los antiguos fondos del Museo
Lapidario de Narbono . Muy poco difundido, y entre nuestros orqueólogos prócticamente desconocido, Ilomó poderosamente nuestro
otención uno posible lI'eproducción del sepulcro de Jesucristo talla do en un solo bloque! de mórmol de las canteros del Pirineo, ObSl!rvóbomos que lo pieza narbonense no hobía sido estudiado por el
profesor Grabor en su magnífico " Mortyrium" ( 1). 01 describir los
monumentos que se hablon edificado en el cen t ro del Anás tasi s
del sepulcro de Jesús. Tampoco aparecía citado dicho elemento arqueológico en lo descripción, reciente, que del Santo Sepu loro se
publicaba en el "Dictionnaire" de Cabral -Lec1ercq (2), aunque en
este Diccionario se estudiaba el ejemplar de Narbana en el a rt icu lo
"Memoria" (3) ,
Nues tro interés venía acrecen tado por la aparición de un estudio de F. Benoit sobre 105 reliquios de Son Cesóreo de Arlés (4),
( 1) A. GRA BAR: "Morlyrillm. Reche.cnes ~r le clllte des reliques el I'o rl
ch,é tien anl ique", Collége de F.ance, París, 1946. Dos voh::'menes de lexto y ur.o
de IÓmir>as.
(2) H, lEClERCQ: "Soinl-5epulcre", er: Dlctionnaire d'Archéologie Chrelienne el de Liturgie, fose. CLXVI_CLXVII , PGrlS, 1950,
(3) Arlicula "Memorio" e n el Docl ionnai'e d Iodo en no lo an tedat.
14} F, BENOIT: "Lf'$ . ellquf'$ de So¡ol Césoi.e, Archev~lle d'Arles", Cohiers
A.chéolog¡qlles. F,n de l'Anliqui te el Moyeo Age, 1, 1946, ¡,~. 21 y ss ..
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donde aparecía una representación plástico de lo que debió ser el
Sonto Sepulcro en los obras de embellecimiento que real izó Constan tino, y que concordaba perfectamente con lo reproducción del
mismo que hollamos en Norbono.
Reun imos todo la bibliog rafía concerniente y preparóbamos ;Jn
pequeño ar tículo de los represen taciones en el arte poleocristiona
del sepu lcro de Jesucristo con la inclusión de la pieza narbonense,
cuando tuvimos noticios de la existencia de uno comunicación a la
"Acodemie des Inscript ions el Sell es Le ttres" de Pa rís del profesor
Roymond Rey de Toulouse, que daba, precisamente, lo in terpretoción que había mos pensado paro el monumen to de Narbono, ut ilizando, en port e, los m ismas no t icias bibliográfi cas que t en íamos
reunidos (5) . Por ello r.enunciamos de momen to a nuestro propó_
sito, pensando dar a conoce:- O los inves tigadores españoles lo magnifica y raro pieza, como hocemos en esto noto redactado principa lmente a base de la comunicación del señor Rey,
Mós tarde hemos hablado de este problema concre to con el profesar Grabar, que nos ha expresado sus dudas en esta atribució,
del mórmol de Narbona, m otivo por el cua l no lo incl uyó en su
obro, Nosot ros creemos en -el interés de es to representación y no
dudamos en publicarlo, señalando lo posibilidad de que s"a real ·
mente un facsím il de la edificadón del centro del Anóstasis constantiniano y, en todo coso, o pesar de los grandes a na logías que
ti ene con las demás representaciones plás t icos que tenernos de t a l
cons trucción, el mórmol narbonense es uno pieza de capi tal impor.
tanda poro explicornas ciertos contactos est ilís t icos en tre Ori ente
y Occidente du ran te los siglos IV, V Y siguientes.
l a primera publicación cie'ntíti ca del edículo de Narbona se
debe a l a bbé Sigal (6) . En su estudio, que ca lificaba lo pieza como
un re li ca rio o memorio reliquiorium, y en 10 noto d e Rey del año
1949, pueden hallarse todos los do tas bibliog ráfi cos completos anteriores a sus respec tivos estudios, que no creemos necesario resu mir aqui. Presen tan los circunstandas de su ha llazgo en lo propia
ci udad de Na rbona, lo que hoce con jeturar o Siga 1 con pleno rozón
,
según nu estro juicio, qu e debió servir poro relicario de 10 ca tedra l
(5)
R, REY : " Lg Memor;g S
d~ I n~r;plions el Belln Letlrn, 19<19, PP. 21 y u ,
[61 A!>be L. SIGAl: "Un reliqua;re dv Ve. ~¡k le (luculus ou Memoria re;'quiarum) (IV Musee Lapido;'e de No,bonne", Bullelin de la Cornmission Archeobglque de Narbonne, 1924, lome XVI, ler pol lie, pp, 14 y u.
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del siglo V construido por Son Rús tico obispo, en el año 445, sin
notar los profundos seme;onzas que con el martyri um de úisto
representaba esto arquitectu ra. El art iculo del "Dictionnair~" de
Cabrol-Leclercq que hemos citado lo reproduce con los mismos tér ~
minos inspirado precisamente en el estudio de Sigol. R~y, por su
porte, desonrolla plenamente lo con;eturo de seme;anzos anunciados, yo, por el canónigo Soltet (7), por el abbé Griffé, por Cotard,
Sig:J1 y Héléna (8, 9) qu~ señalan la posibilidad explícito de su propósito de reproducir el Santo Sepulcro.
Rey, pues, en su nolo, do todo esto bibl iografía y cote;o con la s
restan~s representaciones o descripciones del martyrium de Jesu cristo llevando has to el final esto posición.
El mórmol del Museo de Norbona reprodu ce (lóminas 1 y 11 ),
con el máximo delall~,
edificio religioso cuyas forma s y es tructuras decorativos no corresponden a 105 modos arquitectónicos qu ~
conocemos en el Occidente en época poleocristiano. Se t rota de
uno pequeño copilla fo rmado por una porte anterior o manero de
vestíbu lo o pronaos, según expresión de Sigal, en formo de pórtico
con cuot,ro columnas, dos en 10 porte delantero y otros dos en lo
posterior. Es lo parte más destruido del monum~n to. Los columnas
estaban unidos por uno transenna colada con orcos semicirculares
alternados, ton corrientes en el mundo poleocristiano. Los columnos
superpuestos sobre basamentos y capiteles corintios, de facturo
completamente orientol, sostenían un frontón con arquitrabe curvo, por los fragmentos que de lo misma se conservan. Lo porte
esencial del edificio estaba cubi~ta por cúpu la y en su interior,
formado por dos habitaciones separados: lo an terior en contacto
con .el vestíbu lo, de plan to semicircu lar, cubierto por una pechina
que adorno la bóveda en cuar to de esfera. Por uno pequeño enll:'ado rectangular, esto nove comunico con lo último cámara in terior
del edificio, cuyos paredes están levan tados en disposición poligonal y en el fondo aparece como uno especie de banco, ta llado ~ n
lo mismo piedra adosado o uno de sus muros, quizá recuerdo del
sepulcro de Cristo según nos viene descrito por los peregrinos.
UI'
(7) Bunet;n de lo Société Ard~ologiQue du Midi, Toulouse, 1930. R. REY:
Ob. cit. en nora 5, pag. 23.
181 E. GR IFFE: "Histo;re religieuse des anciens poys de l'Aude", París, 1933,
p6g. 48.
(9) "Lor>Quedoc medilerranéen, Aude", 1931.
R. R~Y: " L'An raman en ses origines", París, 1945, p6g. 42, nota 31.
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Por el exterior, esto doble disposici6n desaparece y todo el edificio t iene uno perfecta unidad. Siguen las columnas que adornon
los aristas de las seis coros de este exógono. Desgraciadamente los
columnas han desaparecido, pero conservamos los basas y los capi ·
tel es del tipo del peristilo anterior. Un a rquitrabe corrido, siguiendo lo disposición poligona l de la planta de lo nao, t iene gran interés por recordarnos, como veremos, ciertos elementos decorativos
del circulo bizan t ino; y finalmente, uno cúpula achatado, poliédrica, de ocho paneles decorados rectongu larmen te con los m ismo:;
molduras del arquitrabe que sostienen los columnos. Lo port e superior de 10 cúpula tenía uno ranura poro insertar uno cruz o algún
otro elemento arqui tec tónico. Lo pared exterior de es ta nave in terno ti ene, también, Una apertura rectangu lar Que permi t ia introdu cir la mano en el interior de la pieza .
Desgraciadamen te no poseemos ninguno representación en vo ·
lumen de lo que debió ser el martyríum de Cristo en las reforma s
de Constan t ino. Pero es perfectamen t e posible comparar el tipa de
edificio Que represen to el mórmol de Narbona con las representaciones lineales que del ma,tyrium tenemos. En p'rimer lugar, lo for mo externo del edificio poligonal con columnas sobre bases corin,tías y capi teles del mismo estilo sosteniendo un arquitrabe tallado
y todo ello sobremontodo por uno cúpula poliédrico decorodo rodial mente, nos aparece reproducido en el broche de marfil del obispo Cesóreo de Arlés, muerto en el oño 442. Esto forma arquitectónico es lo porte superior de un edificio rectangulor que encerraría
el sepulcro, como oparece en lo escena de lo resu rrección del fa moso marfil de MilÓn. En los conocidos ompullae de Manzo, lo identidad de la representación con el edículo de Norbono corresponde
o lo visión del mismo desde la porte fron tal. Aparece el pronaos
o vestíbulo con su pórtico sostenido por 'dos columnas y entre ellos
lo caracteristica transenna . P,etO en lo s propios ampullae existen
variantes sobre lo represen tación del San to Sepulcro (I al . Aparece
entre ellos un edículo poligonal donde las columnas estón unidas
por arcos que sostienen uno cúpula cónica caronada por uno cruz
Otra forma mós estilizada, mues tro cuatro enormes columnas, d!!sproporcionados, con la puerta del edículo, Que tiene, en lo porte
superior, un alta frontón, que parece Que cubre lo tumba encerra-
P O)
H. lEClERCQ: Ob.
( ji .
en no lo 2, (01. 529-530 .
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do dentro de re jos y cubierl a, también, por un tímpano y por una
cruz . Existe, además, otro formo todavía más estilizada, conser ·
vóndose,. únicamente, las columnas, los arcos, lo re jo, la cruz y la
cúpula. Es interesante la ....epresentación del interior del sepulcro en
estos ampullae; según Vincent ( II ) los rejos abiertos dejan ver
"en el interior, uno especie de losonje en el primer plano, y mól
lejos uno hornacina; el primero represento, sin duda, lo que hoy se
llama la piedra del Angel y que los antiguos veneraban como los
res tos de lo puerto del sepulcro que fue roto por lo victoria de Jesús
sobre lo mu erte y el segundo indico el Sepulcro del Salvador. En
el mi smo id ioma iconográf ico estos dos elementos explican lo dis·
tribución interior del monumen to en dos solos".
No son estos los únicos concomitancias en tre las an t iguas re ·
presentaciones del Santo Sepulcro y la pieza del Museo de Narbono. Si examinamos el morfil del Evangeliario de Gonnat, y las m i·
niaturas del manuscrita de la Ambrosiana reproducidos por Grabar, así como algunos de los incensarios coptos en bronce que este
autOr tambiim cita (12), halloremos uno identidad de elementos
arquitectónicos y decorativos que se avienen perfectamente con lo
inte~pretación del mármol narbonense.
Ver~mos cómo esto disposición arquitectónico responde, con
bastante fidelidad, a los pocas descripciones que de los Santos Lu·
gares nos han llegado, proporcionados especialmente por los peregrinaciones o Ti erra San to de los cuales debe proceder, con todo
evidencio, lo ideo arquitectónico que permitió tallar los estructu·
ros del mármol de Norbona . Utilizamos poro estos notos, además
de los referencias de Rey que, como el propio autor dice, proceden
de lo obro de Grabar, los noticias publicados más recientement~
en el "Oictionnoire" de Cobral-Ledercq.
De los textos presen tados por Grabar y del estudio que este au tor hoce .de los monumentos y edif.icociones alrededor del marty rium de Cristo, aparece ún icamente citado lo forma total externo
de l Anástasis en los descripciones de Eusebio, pero en Willibando
pr incipalmente, hollamos lo noticio de que, poro armonizar con es-
( 11 1 H. VINCEf'lT : "Quelques repnhen lotions onliq .... es d .... S. $épulcre cons·
lonlini_n", RevYe BiblJq .... e, X, 1913, póg. 104 .
H. LECLER:CQ: Op. di. en nolo 2, col. 529, noto 4.
(i2j A. GRABAR : oo. d t. en nolo " 10m. XV, 9 y 3. Vol .... men lel':lo " póg.
5B9, f igs. 19,20 y 21.
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te rotonda constontiniona elevado alrededor del Sepulcro, lo roca
de éste fue d ecorada y tollado en formo de edículo. Lo describe
con mós minuciosidad el peregrino Bernardo el Monje, que cita:
.. ... colonnos in circuitu sui (sepulchri Domini)" y " (inter quas) po·
rietes optimis lapidibus", paredes que, según las representocion~s
del siglo V I, serían caladas, pudiéndose .reconocer en los mismas,
los conceles qu e ci ta en varias partes Eterio (13). Grabar por2C~
inclinarse o que estos const rucciones no fueron tollados en 10 roca,
sino que "rodeaban el sepulcro" " ex quibus nove m columnis quat·
tuor lunt ante foc:iem ¡psius monume nti (lo roca). quae cum suis
porie tibus cloudunt lapide m, corQm sepulchro positum, que m ongelus re,.ol,.it". Esta es Jo m isma descripoi6n que Photias com ple tará
con pocas variantes, dando por -e jemplo once columnas en lugar de
nueve.
Según Rey, la descripción de la piedra en los itinerarios de Eterio -o lo cual o pesar de los recientes estudios que demuest ran
claramen te ser españolo, concretamente de Golicio (14), considero
galorromano, dic2 posiblemente de lo Aquitonio- corresponde en
todo o esto fo~ma arquitectónico con su peristilo, sus canceles, lo
celIa anterior, etc.
Vemos, pues, las anologíos que estas descripciones presentan
con -el llamado relicario de Narbono. Por otro porte, lo evidencia
de sus formas arquitectónicos y decorativos nos habla de un monumento único en el Occidente, cuyos elementos son plenamente
orienloles, desde Jo construcción en cúpula cónico, hasta lo decoración de los paneles de lo mismo, con molduras rectangulares qu e se
repiten precisamente en los arquitrabes y que son una formo decorativa m uy fr ecuen te en -el mundo del circu lo bizan t ino, que ho lla_
mos, por ejemplo, en piezas del grupo estilís ti co del magn ífico ambón de Salónica o de las basílicas de Filipo en Macedon ia y que
aparece -en todo lo decoración bizantino de los siglos V y V I Y poste riores.
Es de notar, también can interés, lo observaci6n que hace Grabar (1 5 ) en su libro tontos veces ci tado, de los dimensiones reduci das qu e debía ten er el edículo que encerraba en el cen t...o del Anásta sis el Santo Sepulcro, que en los representaciones pl6sticas que
A. GRABAR: Ob. cit. en mto 1, yoll.HTlen 1, pOgs. 21'1 y 279.
Z. GARC1A y VILLAOA: " HistOfio EdesiÓ5tico de Espoño", tomo 1,
porte, Madrid, 1929, pOgs. 269 y ss.
'
(15) A. GRABAR: Ob. cit. en mIO 1, volumen 1, pOg. 273.
113)
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PALOL SALELLAS._EI Morl y, ium do Norbo"o
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del mismo nos han llegado siempre aparece como un pequ eñísimo
y elegante edificio. Así, por ejemplo, en el broche de cinturón del
obispo Cesórea de Arlés, los soldados están apoyados sobre el zócalo prismótica que sostiene la cúpula . La plaquita de la colección
Trivulci las representa sentados sobre esta plataforma, etc ., etc .
De ser realmente la pieza del Museo de Narbona una restitución
de esta construcción del centro del Anástasis, no sería muy difícil
calcular o qué escalo esta reproducción está hecha, no al e jándose
sus dimensiones demasiado de uno tercero parte de l original, qu~
los citadas represen taciones y Jos datos de los peregrinos -que di cen qu e en el interior del ediculo habia que penetrar agachado y
que en el in terior de la úl t ima sola, f.rente al Sepulcro de Cris to,
sólo cabían tres personas a las cuales les ero dificultoso levantarse- permiten establecer.
Este bello ejemplar de mármol de Narbona apenas si aparece
ci tada entra nosotros en 10 bibliografía científico . Lo conocieron el
Rvdo. Serra y Vilaró (16), que lo cita ocasianalment..?, utilizando
una nata de l Dr. Vives (17), que tampoco vio el alcance que sus
formas podían tener. Por ello hemos creido necesaria darla o conocer utilizando especialmente las estud ios citados de Grabar y de
Rey. El edícu lo narbonense debe añadirse o lo largo serie de ele mentos arqueológicos que llegaron al Occidente por medio de los
peregrinaciones de gentes occidentales y hallamos en falto la cito
de uno pieza de esta belleza y de esto importancia -pues to que de
confirmarse realmente ser una reproducción del San to Sepulcro de
Jerusalén, serio otro prueba de lo fr ecuencia con que fue visitado
este Santo Lugar- en obras de ton ta ambición e interés como lo
publicado hoce poco tiempo por Salín (1 8), donde ton to importan .
cia hist6rica adquieren, paro este autor, las relacion'!!s con el Oriente cris tiano en tiempos de las grandes invasiones.
(16) J. SfRRA I VILARO: "Fru<:tu6s, Auguri ; Eu log l, mOrlis Sonts de Torro_
gono", Torrogono, 1936, póg. 61.
( 17) Rdo. J. VIVES; " UflO inscdpció "isto,ico deIs MOrlirs de Torrogono" ,
Anol~lo Sacro Torroconensio, 1933, pógs. 248 y n .
PS) E. SAUN : "lo civilisolion meroving ienne, d'opres les sepuflu rH, les ' ell'
IH el le loboroloire", 2 vals., Poris, 1950-1952.
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Una representación del Martyrium
de Jesucristo en el Museo Lapidario
de Narbona
Una de las piezas capi tales del arte poleocristiono del Occidente del Mediterróneo se guarda entre los antiguos fondos del Museo
Lapidario de Narbono . Muy poco difundido, y entre nuestros orqueólogos prócticamente desconocido, Ilomó poderosamente nuestro
otención uno posible lI'eproducción del sepulcro de Jesucristo talla do en un solo bloque! de mórmol de las canteros del Pirineo, ObSl!rvóbomos que lo pieza narbonense no hobía sido estudiado por el
profesor Grabor en su magnífico " Mortyrium" ( 1). 01 describir los
monumentos que se hablon edificado en el cen t ro del Anás tasi s
del sepulcro de Jesús. Tampoco aparecía citado dicho elemento arqueológico en lo descripción, reciente, que del Santo Sepu loro se
publicaba en el "Dictionnaire" de Cabral -Lec1ercq (2), aunque en
este Diccionario se estudiaba el ejemplar de Narbana en el a rt icu lo
"Memoria" (3) ,
Nues tro interés venía acrecen tado por la aparición de un estudio de F. Benoit sobre 105 reliquios de Son Cesóreo de Arlés (4),
( 1) A. GRA BAR: "Morlyrillm. Reche.cnes ~r le clllte des reliques el I'o rl
ch,é tien anl ique", Collége de F.ance, París, 1946. Dos voh::'menes de lexto y ur.o
de IÓmir>as.
(2) H, lEClERCQ: "Soinl-5epulcre", er: Dlctionnaire d'Archéologie Chrelienne el de Liturgie, fose. CLXVI_CLXVII , PGrlS, 1950,
(3) Arlicula "Memorio" e n el Docl ionnai'e d Iodo en no lo an tedat.
14} F, BENOIT: "Lf'$ . ellquf'$ de So¡ol Césoi.e, Archev~lle d'Arles", Cohiers
A.chéolog¡qlles. F,n de l'Anliqui te el Moyeo Age, 1, 1946, ¡,~. 21 y ss ..
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donde aparecía una representación plástico de lo que debió ser el
Sonto Sepulcro en los obras de embellecimiento que real izó Constan tino, y que concordaba perfectamente con lo reproducción del
mismo que hollamos en Norbono.
Reun imos todo la bibliog rafía concerniente y preparóbamos ;Jn
pequeño ar tículo de los represen taciones en el arte poleocristiona
del sepu lcro de Jesucristo con la inclusión de la pieza narbonense,
cuando tuvimos noticios de la existencia de uno comunicación a la
"Acodemie des Inscript ions el Sell es Le ttres" de Pa rís del profesor
Roymond Rey de Toulouse, que daba, precisamente, lo in terpretoción que había mos pensado paro el monumen to de Narbono, ut ilizando, en port e, los m ismas no t icias bibliográfi cas que t en íamos
reunidos (5) . Por ello r.enunciamos de momen to a nuestro propó_
sito, pensando dar a conoce:- O los inves tigadores españoles lo magnifica y raro pieza, como hocemos en esto noto redactado principa lmente a base de la comunicación del señor Rey,
Mós tarde hemos hablado de este problema concre to con el profesar Grabar, que nos ha expresado sus dudas en esta atribució,
del mórmol de Narbona, m otivo por el cua l no lo incl uyó en su
obro, Nosot ros creemos en -el interés de es to representación y no
dudamos en publicarlo, señalando lo posibilidad de que s"a real ·
mente un facsím il de la edificadón del centro del Anóstasis constantiniano y, en todo coso, o pesar de los grandes a na logías que
ti ene con las demás representaciones plás t icos que tenernos de t a l
cons trucción, el mórmol narbonense es uno pieza de capi tal impor.
tanda poro explicornas ciertos contactos est ilís t icos en tre Ori ente
y Occidente du ran te los siglos IV, V Y siguientes.
l a primera publicación cie'ntíti ca del edículo de Narbona se
debe a l a bbé Sigal (6) . En su estudio, que ca lificaba lo pieza como
un re li ca rio o memorio reliquiorium, y en 10 noto d e Rey del año
1949, pueden hallarse todos los do tas bibliog ráfi cos completos anteriores a sus respec tivos estudios, que no creemos necesario resu mir aqui. Presen tan los circunstandas de su ha llazgo en lo propia
ci udad de Na rbona, lo que hoce con jeturar o Siga 1 con pleno rozón
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según nu estro juicio, qu e debió servir poro relicario de 10 ca tedra l
(5)
R, REY : " Lg Memor;g S
[61 A!>be L. SIGAl: "Un reliqua;re dv Ve. ~¡k le (luculus ou Memoria re;'quiarum) (IV Musee Lapido;'e de No,bonne", Bullelin de la Cornmission Archeobglque de Narbonne, 1924, lome XVI, ler pol lie, pp, 14 y u.
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del siglo V construido por Son Rús tico obispo, en el año 445, sin
notar los profundos seme;onzas que con el martyri um de úisto
representaba esto arquitectu ra. El art iculo del "Dictionnair~" de
Cabrol-Leclercq que hemos citado lo reproduce con los mismos tér ~
minos inspirado precisamente en el estudio de Sigol. R~y, por su
porte, desonrolla plenamente lo con;eturo de seme;anzos anunciados, yo, por el canónigo Soltet (7), por el abbé Griffé, por Cotard,
Sig:J1 y Héléna (8, 9) qu~ señalan la posibilidad explícito de su propósito de reproducir el Santo Sepulcro.
Rey, pues, en su nolo, do todo esto bibl iografía y cote;o con la s
restan~s representaciones o descripciones del martyrium de Jesu cristo llevando has to el final esto posición.
El mórmol del Museo de Norbona reprodu ce (lóminas 1 y 11 ),
con el máximo delall~,
edificio religioso cuyas forma s y es tructuras decorativos no corresponden a 105 modos arquitectónicos qu ~
conocemos en el Occidente en época poleocristiano. Se t rota de
uno pequeño copilla fo rmado por una porte anterior o manero de
vestíbu lo o pronaos, según expresión de Sigal, en formo de pórtico
con cuot,ro columnas, dos en 10 porte delantero y otros dos en lo
posterior. Es lo parte más destruido del monum~n to. Los columnas
estaban unidos por uno transenna colada con orcos semicirculares
alternados, ton corrientes en el mundo poleocristiano. Los columnos
superpuestos sobre basamentos y capiteles corintios, de facturo
completamente orientol, sostenían un frontón con arquitrabe curvo, por los fragmentos que de lo misma se conservan. Lo porte
esencial del edificio estaba cubi~ta por cúpu la y en su interior,
formado por dos habitaciones separados: lo an terior en contacto
con .el vestíbu lo, de plan to semicircu lar, cubierto por una pechina
que adorno la bóveda en cuar to de esfera. Por uno pequeño enll:'ado rectangular, esto nove comunico con lo último cámara in terior
del edificio, cuyos paredes están levan tados en disposición poligonal y en el fondo aparece como uno especie de banco, ta llado ~ n
lo mismo piedra adosado o uno de sus muros, quizá recuerdo del
sepulcro de Cristo según nos viene descrito por los peregrinos.
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(7) Bunet;n de lo Société Ard~ologiQue du Midi, Toulouse, 1930. R. REY:
Ob. cit. en nora 5, pag. 23.
181 E. GR IFFE: "Histo;re religieuse des anciens poys de l'Aude", París, 1933,
p6g. 48.
(9) "Lor>Quedoc medilerranéen, Aude", 1931.
R. R~Y: " L'An raman en ses origines", París, 1945, p6g. 42, nota 31.
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Por el exterior, esto doble disposici6n desaparece y todo el edificio t iene uno perfecta unidad. Siguen las columnas que adornon
los aristas de las seis coros de este exógono. Desgraciadamente los
columnas han desaparecido, pero conservamos los basas y los capi ·
tel es del tipo del peristilo anterior. Un a rquitrabe corrido, siguiendo lo disposición poligona l de la planta de lo nao, t iene gran interés por recordarnos, como veremos, ciertos elementos decorativos
del circulo bizan t ino; y finalmente, uno cúpula achatado, poliédrica, de ocho paneles decorados rectongu larmen te con los m ismo:;
molduras del arquitrabe que sostienen los columnos. Lo port e superior de 10 cúpula tenía uno ranura poro insertar uno cruz o algún
otro elemento arqui tec tónico. Lo pared exterior de es ta nave in terno ti ene, también, Una apertura rectangu lar Que permi t ia introdu cir la mano en el interior de la pieza .
Desgraciadamen te no poseemos ninguno representación en vo ·
lumen de lo que debió ser el martyríum de Cristo en las reforma s
de Constan t ino. Pero es perfectamen t e posible comparar el tipa de
edificio Que represen to el mórmol de Narbona con las representaciones lineales que del ma,tyrium tenemos. En p'rimer lugar, lo for mo externo del edificio poligonal con columnas sobre bases corin,tías y capi teles del mismo estilo sosteniendo un arquitrabe tallado
y todo ello sobremontodo por uno cúpula poliédrico decorodo rodial mente, nos aparece reproducido en el broche de marfil del obispo Cesóreo de Arlés, muerto en el oño 442. Esto forma arquitectónico es lo porte superior de un edificio rectangulor que encerraría
el sepulcro, como oparece en lo escena de lo resu rrección del fa moso marfil de MilÓn. En los conocidos ompullae de Manzo, lo identidad de la representación con el edículo de Norbono corresponde
o lo visión del mismo desde la porte fron tal. Aparece el pronaos
o vestíbulo con su pórtico sostenido por 'dos columnas y entre ellos
lo caracteristica transenna . P,etO en lo s propios ampullae existen
variantes sobre lo represen tación del San to Sepulcro (I al . Aparece
entre ellos un edículo poligonal donde las columnas estón unidas
por arcos que sostienen uno cúpula cónica caronada por uno cruz
Otra forma mós estilizada, mues tro cuatro enormes columnas, d!!sproporcionados, con la puerta del edículo, Que tiene, en lo porte
superior, un alta frontón, que parece Que cubre lo tumba encerra-
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en no lo 2, (01. 529-530 .
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EL MARTYRIUM DE NAR BONA
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do dentro de re jos y cubierl a, también, por un tímpano y por una
cruz . Existe, además, otro formo todavía más estilizada, conser ·
vóndose,. únicamente, las columnas, los arcos, lo re jo, la cruz y la
cúpula. Es interesante la ....epresentación del interior del sepulcro en
estos ampullae; según Vincent ( II ) los rejos abiertos dejan ver
"en el interior, uno especie de losonje en el primer plano, y mól
lejos uno hornacina; el primero represento, sin duda, lo que hoy se
llama la piedra del Angel y que los antiguos veneraban como los
res tos de lo puerto del sepulcro que fue roto por lo victoria de Jesús
sobre lo mu erte y el segundo indico el Sepulcro del Salvador. En
el mi smo id ioma iconográf ico estos dos elementos explican lo dis·
tribución interior del monumen to en dos solos".
No son estos los únicos concomitancias en tre las an t iguas re ·
presentaciones del Santo Sepulcro y la pieza del Museo de Narbono. Si examinamos el morfil del Evangeliario de Gonnat, y las m i·
niaturas del manuscrita de la Ambrosiana reproducidos por Grabar, así como algunos de los incensarios coptos en bronce que este
autOr tambiim cita (12), halloremos uno identidad de elementos
arquitectónicos y decorativos que se avienen perfectamente con lo
inte~pretación del mármol narbonense.
Ver~mos cómo esto disposición arquitectónico responde, con
bastante fidelidad, a los pocas descripciones que de los Santos Lu·
gares nos han llegado, proporcionados especialmente por los peregrinaciones o Ti erra San to de los cuales debe proceder, con todo
evidencio, lo ideo arquitectónico que permitió tallar los estructu·
ros del mármol de Norbona . Utilizamos poro estos notos, además
de los referencias de Rey que, como el propio autor dice, proceden
de lo obro de Grabar, los noticias publicados más recientement~
en el "Oictionnoire" de Cobral-Ledercq.
De los textos presen tados por Grabar y del estudio que este au tor hoce .de los monumentos y edif.icociones alrededor del marty rium de Cristo, aparece ún icamente citado lo forma total externo
de l Anástasis en los descripciones de Eusebio, pero en Willibando
pr incipalmente, hollamos lo noticio de que, poro armonizar con es-
( 11 1 H. VINCEf'lT : "Quelques repnhen lotions onliq .... es d .... S. $épulcre cons·
lonlini_n", RevYe BiblJq .... e, X, 1913, póg. 104 .
H. LECLER:CQ: Op. di. en nolo 2, col. 529, noto 4.
(i2j A. GRABAR : oo. d t. en nolo " 10m. XV, 9 y 3. Vol .... men lel':lo " póg.
5B9, f igs. 19,20 y 21.
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P. DE PALOl SALEllAS
te rotonda constontiniona elevado alrededor del Sepulcro, lo roca
de éste fue d ecorada y tollado en formo de edículo. Lo describe
con mós minuciosidad el peregrino Bernardo el Monje, que cita:
.. ... colonnos in circuitu sui (sepulchri Domini)" y " (inter quas) po·
rietes optimis lapidibus", paredes que, según las representocion~s
del siglo V I, serían caladas, pudiéndose .reconocer en los mismas,
los conceles qu e ci ta en varias partes Eterio (13). Grabar por2C~
inclinarse o que estos const rucciones no fueron tollados en 10 roca,
sino que "rodeaban el sepulcro" " ex quibus nove m columnis quat·
tuor lunt ante foc:iem ¡psius monume nti (lo roca). quae cum suis
porie tibus cloudunt lapide m, corQm sepulchro positum, que m ongelus re,.ol,.it". Esta es Jo m isma descripoi6n que Photias com ple tará
con pocas variantes, dando por -e jemplo once columnas en lugar de
nueve.
Según Rey, la descripción de la piedra en los itinerarios de Eterio -o lo cual o pesar de los recientes estudios que demuest ran
claramen te ser españolo, concretamente de Golicio (14), considero
galorromano, dic2 posiblemente de lo Aquitonio- corresponde en
todo o esto fo~ma arquitectónico con su peristilo, sus canceles, lo
celIa anterior, etc.
Vemos, pues, las anologíos que estas descripciones presentan
con -el llamado relicario de Narbono. Por otro porte, lo evidencia
de sus formas arquitectónicos y decorativos nos habla de un monumento único en el Occidente, cuyos elementos son plenamente
orienloles, desde Jo construcción en cúpula cónico, hasta lo decoración de los paneles de lo mismo, con molduras rectangulares qu e se
repiten precisamente en los arquitrabes y que son una formo decorativa m uy fr ecuen te en -el mundo del circu lo bizan t ino, que ho lla_
mos, por ejemplo, en piezas del grupo estilís ti co del magn ífico ambón de Salónica o de las basílicas de Filipo en Macedon ia y que
aparece -en todo lo decoración bizantino de los siglos V y V I Y poste riores.
Es de notar, también can interés, lo observaci6n que hace Grabar (1 5 ) en su libro tontos veces ci tado, de los dimensiones reduci das qu e debía ten er el edículo que encerraba en el cen t...o del Anásta sis el Santo Sepulcro, que en los representaciones pl6sticas que
A. GRABAR: Ob. cit. en mto 1, yoll.HTlen 1, pOgs. 21'1 y 279.
Z. GARC1A y VILLAOA: " HistOfio EdesiÓ5tico de Espoño", tomo 1,
porte, Madrid, 1929, pOgs. 269 y ss.
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(15) A. GRABAR: Ob. cit. en mIO 1, volumen 1, pOg. 273.
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EL MARTYRIUM DE NARBONA
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del mismo nos han llegado siempre aparece como un pequ eñísimo
y elegante edificio. Así, por ejemplo, en el broche de cinturón del
obispo Cesórea de Arlés, los soldados están apoyados sobre el zócalo prismótica que sostiene la cúpula . La plaquita de la colección
Trivulci las representa sentados sobre esta plataforma, etc ., etc .
De ser realmente la pieza del Museo de Narbona una restitución
de esta construcción del centro del Anástasis, no sería muy difícil
calcular o qué escalo esta reproducción está hecha, no al e jándose
sus dimensiones demasiado de uno tercero parte de l original, qu~
los citadas represen taciones y Jos datos de los peregrinos -que di cen qu e en el interior del ediculo habia que penetrar agachado y
que en el in terior de la úl t ima sola, f.rente al Sepulcro de Cris to,
sólo cabían tres personas a las cuales les ero dificultoso levantarse- permiten establecer.
Este bello ejemplar de mármol de Narbona apenas si aparece
ci tada entra nosotros en 10 bibliografía científico . Lo conocieron el
Rvdo. Serra y Vilaró (16), que lo cita ocasianalment..?, utilizando
una nata de l Dr. Vives (17), que tampoco vio el alcance que sus
formas podían tener. Por ello hemos creido necesaria darla o conocer utilizando especialmente las estud ios citados de Grabar y de
Rey. El edícu lo narbonense debe añadirse o lo largo serie de ele mentos arqueológicos que llegaron al Occidente por medio de los
peregrinaciones de gentes occidentales y hallamos en falto la cito
de uno pieza de esta belleza y de esto importancia -pues to que de
confirmarse realmente ser una reproducción del San to Sepulcro de
Jerusalén, serio otro prueba de lo fr ecuencia con que fue visitado
este Santo Lugar- en obras de ton ta ambición e interés como lo
publicado hoce poco tiempo por Salín (1 8), donde ton to importan .
cia hist6rica adquieren, paro este autor, las relacion'!!s con el Oriente cris tiano en tiempos de las grandes invasiones.
(16) J. SfRRA I VILARO: "Fru<:tu6s, Auguri ; Eu log l, mOrlis Sonts de Torro_
gono", Torrogono, 1936, póg. 61.
( 17) Rdo. J. VIVES; " UflO inscdpció "isto,ico deIs MOrlirs de Torrogono" ,
Anol~lo Sacro Torroconensio, 1933, pógs. 248 y n .
PS) E. SAUN : "lo civilisolion meroving ienne, d'opres les sepuflu rH, les ' ell'
IH el le loboroloire", 2 vals., Poris, 1950-1952.
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PALOL S,4,ULL,4,S.-EI Mo,t"hlln d. No.bono
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