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SANTIAGO BRU Y VIDAL
(Sagunto)
Datos para el estudio del circo romano
de Sagunto
La Importancia que tuvo Sagunto durante la roman1zaci6n se hd mo~
nifestado constantemente, tanto en los rE•stos actualmente conservados
como en los que el tiempo y los hombres han hecho desaparecer Como
es natural, los monumentos que por su espec1al condición de hallarse en
terrenos llanos -pocos, puesto que Sagunto está asentado sobre un ce
rro de regular elevación-, y con pos1bdidades de permanecer enterrados
en todo o en parte, son los que mas han durado, llegando muchos de ellos
a nuestros t1empos con d1versa suerte en su estado de conservac1on.
Uno de estos monumentos saguntmos que, aunque bastante deteriorado en sus partes altas, conservó hasta hace muy pocos años su estruc
tura cas1 totalmente completa, es el Circo, s1tuado en la parte llana de
la actual c1udad, junto al no, en el espac10 comprendido entre la calle
de los Huertos y el muro de contenc1ón de las diferentes aven1das torren
Clilles del cauce fluvial (fig. 1).
Siendo escasas las posibilidades de conocer totalmente el monumen·
to, destruido en su mayor parte, y en gran parte enterrado, en 1961 pre·
senté al Vil Congreso Nacional de Arqueologíil una comunicación sobre
el circo saguntino ( 1). llevado del mejor deseo de dar a conocer a los especialistas allí reunidos algunos ~~pectos de un monumento tan poco di
fund1do, ya que cuantos hasta hoy se han ocupado de él lo han hecho muy
ligeramente cuando no se han limitado a citarlo sin otra pretensión.
f1 J S BRU V VIDAL: 'Brn-c.- nohc•o del crr
pre$tt,todo al VU Congr.e.so Noctonol de Arqu«Jlogia de Borcetono, st!pl1embrr de 1961
En PfCn$a
207
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2
S BRU y VI DA!.
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208 -
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CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
Una fell:t casualrdad -el reve~timiento de la acequia «de la Vila», que
desde h¡¡ce más de siete siglos pasa lamiendo la parte baja del muro meridtonal del circo, por la actual c
que durante los meses de mar:to y agosto del presente año (3) quedase
de nuevo al descubierto gran parte del muro externo meridional del edlticio y el arranque del hemiciclo oriental, también por su parte exter1or.
Dado, pues, que en la presente ocasión ha podido verse en unil extensión mayor el muro mdicado, 1si como el conjunto de la puerta todav1a
extstente en el mismo -aproxtmadamente desde R hasta P (fig 2) y
maci:to de la puerta GIHJ-, descubrimientos que han permit1d0 un es·
tudto mas detentdo y minucioso de los realizados hasta hoy, me he deci·
d1do a pubhcar los datos recogtdos .:~ctualmente, añadiendo los que he
podido reunir a través de un dilatado número de años de observacion
atenta y de vigilancia constante en espera de que eventuales descubra·
miento~ pudieran aportar alguna nuev.:~ luz a lo ya conoc1d0
Pocos son los tratadistas que se han ocupado del circo de Sagunro,
debido sin duda a que la mayor parte de su estructura esruvo casi s1empre
oculta por una capa de tierra que liarla de 2'50 m. en la parte occidental
a 1'30 m. en la oriental, s¡guiendo esle desnivel -que parece caprichoso
a simple vista- la pendiente natural del río, proveedor principal oe la
tierra y detritus que c<>ntribuyeron a enterrar las partes bajas de la cons·
trucción (4) Las descripciones conocidas se reducen a la del erudito Pa·
dre Manuel Minyana (5). la del sagunt1no Enrique Palos {6), cuya prm·
cipal aportación es la creencia de que el circo sirvió en algún tiempo de
n.Jumaquía, cosa bastante improbable; la del Conde de Lumiares, publt·
121 A. CHABRET FRAGA "Sogunto, Su hiStorio y 'u' monumonlos" Borr.•lnno,
1888, vol. 11 pog•. 81,310 y 371
(31 S. BRU Y VIDAL "El wco romano do Sogunto, remo do cotualtdod", en So·
gunto, So,clin MuniCipal de lnforn'IOC:u..'an V CuiiUfO, ono 111
nUm.
rl.
Soo\Jnto, abrH
ckt
1962, p6g 5
(4t
En d1vert.a$ oc~•oncs he rrn•do la QPOIIt.soldod de ver
01(Covodos e:n ~1 intenor del recmto del cuco
c.oun e,lrol!gr6hCOi
.aunq\.10 no reoU;odos de monero c•cnh·
f•co-. v•cndo su coux•dcnoo con los hechos .rn • 1 couce del rio por los arene-ros, lo Que
v enf!! o rle."1105.tror qur el CJtCO fue reltrn4do cop.oson1C!nlc por numeTOSOS overu~ del 110.
f5) M. MINYANA: "De c•rc1 on11qo1tote el elus SfrtKh.tro... rmerto en d vol V de
tos •~Su~l(rncnta •n Gn-v•• el Gr~i•''. hcc1o 171 S.
(6J E. PALOS Y NAVARRO: "Dt
Sovunro. ahora vlllo de Murv edro .. de."", Vofe,.c•o, 1793.
E. PALOS Y NAVARRO "'DisertaCión scbre el Tcorro y Ctrco d" lo ciudad dr So·
g:Jnto, d~pu4s vtllo de Murv.~ro .. oñocflrndo uno roloc'ón de lO$ obtas. que se hon .-.eche'
on el Ttclro •• etc.'', Volcncoo, 1807
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CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
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cada por Oelg¡¡do 17); la de Alexandre de Laborde (8), a qu•en debemos
un dibujo del circo y de la puerta meridional en dos láminas de su monumental obra cuando todavla se conservaban mayor cantidad y extensión de muros que hoy existen (Lám. 1), la concisa de Ceán-Bermúde:z (9),
la de Teodoro Lloren te ( 10) y la de Chabret Fraga ( 11) que indu, ó un
y
plano sin escala, bastante libre, ~ie!'do este benemérito saguntino el primero en realizar unas reducidas excavaciones que le mostraron parte de
la spina y los Cimientos y pavimento de la porta triumph alis. Los demás
autores de historias generales del Arte y de trabajos sobre arqueología de
epoca romana, se han contentado c.on la simple cita al hablar de los Circos
romanos de España, sin aportar ninguna nueva noticia para el nuestro ( 12)
Para el presente trabajo, que no es otra cosa que una aportación de
datos que permitan algún dia hacer un def1nitivo estudio del monumento,
¡7¡ A. VALCARCEL PIO DE SABDYA; " lnsonpoones y on1oguedodes del Rcono d,
Yolendo, r«:agido• por <1 Excmo. Sr. don • . . . •.
e llu•~rod<>< por don Anlonlo
Delgado" en Memorias de lo Reol Academia de lo Hlstoroo, vol VIII. Madrid, 1852.
(81 A. DE LA BORDE: "Voyoge pí11oresque el nlólorique de I'Espo¡¡ne", tome 1, Secanda Par11e, Parlo, MOCCCXI. págs. 88-89 y lómmos ,CII y CVI
(9) J. A. CEAN BERMUDEZ: "Sumarlo de lo> onloguedodes romana> que hay en
E.poño en espi!Cíal lm perlenecientes a Bellos Anos", Modrtd, 18:12, póg. 97
!10) T LLORENTE OLIVARES: "EspañCL Sus monumenlos y artes. Su nolurolcza •
Historio. Valencia", vol 1, Barcelona, 1887, póg$. 389-391.
(1 1) CHABRET, ob. c.IL noto 2, vol. 11, pog. 80 o 81.
( 12) J . PUIG 1 CADAFALCH, A. DE FALGUERA V J. GODAY: "l'Arqullec:turo romono o Cotolunyo", Borcelono, )934, págs. 211-222.
Poro otros coreas de Hísponio -Tarragona, Calahorra, Toledo y Mo>rodo (de la. de Có·
diz. y Co;z.orlo no quedon vestigios vJsibi~SJ- pueden tonsuhors.e, enlre ottos_;
J. R MELIDA: "El onflreotr<;> y el c~rco romanO$ de Merído" Memoria núm 39 de lo
Junto Superior de Excavaciones y Antlgüedad..s, Madrid, 1921
J. R MELIDA: "El circ6 romano de M6rlda", Memono núm. 12 de lo Jun1o Superlor
d> Excavocoones y Antogüedodes, Modnd l 925.
). R M~LIDA: "Monum•nla> romanos de Espolio", Modfld, 1925, pág~. 93-97
J. R. MELIDA y M. MACIAS: "Excavaciones de Mértdo. El Circo. l a. columb
Los Termos. Escuhuro¡., Hotlozgo¡ dtversosJ•, Memona núm. 98 de f9 Junto Supcr1or de
E•cavo, Madrid, 1929.
F ll. DE SAN ROMAN y alTos: "Excovocion.. en Toledo. Memoria de los Jlobajos
efectuados en el circo romano" Memono r'\Uin. 109 de lo Junto SupenQr de Ex.,ovociones
y Antigüedad.., Madrid, 1930. En ~•a obla .. ínleresonle, sobre •oda, el plano de A, REY
PASTOR.
J. R MELlDA: '1 EJ otle co Espan.a durante lo époco romano. Afquttecruro, Esc.ullufo,
Plntur'o decorativo
v mosaicos. Ar1e Cristiano".
En Historio de &paño dir.gfda por R Mt:!-
n•ndezc Pido!, l. 11, Espoño Romaha, Madrid, 1935, póg>. 637-639.
B. TARACEN A: "Arte romano". En Ars Hlspon1oe. Hlsto11a Unove,$01 do! Arle His.
pónlcó, vol. 11, Madrid, 1947, póg•. 67- TL
A NOGUES FARRE: "Plano parcial de las. bóvedas del Clrco Romano de Torragono",
Bololfl'l Arquoológfce> de lo Real Socoedad Arqueológico Tarraconense, año lll fose. 37!0, Tarrogor.o, 1952, póg. ~l.
8 HERNANOEZ SANAHUJA: "El C~rco Mó><•mo" 6oltrton Arquoológtco de lo Reo!
Sociedad Arqueológico Tarraconense, aiio Lll, fose. 31-~0. Tarrogono, 1952, póg 42.
-
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6
S. BRU Y VIOAL
si ello resulta posible, he tenodo en cuenta, aparte mis propoas observaciones y notas tomadas sobre lo todavía subsistente en los úl timos tiempos, las excavaciones reallz.adas por iniciativa del Dr Manuel BallesterosGaibrois en 1948 y los testimonoos, tanto loterarios como gráfocos, que
I'!Os dejaron los autores que se han ocupado de este y de otros edofocoos
somolares, así como la comparacoón debidamente estudoada del coreo saguntii'!O con otros de diversas localidades del imperio romano
MUROS EXTERNOS E 1NTERNOS
En los muros externos del coreo saguntino rec¡¡yentes a la poblacoón,
que se conservan en buena parte de su trazado -al menos la parte inferior y muy poco de la superior en casi todo el lienzo meridional y todo el
oriental, en una extensoón que va de Q a N, pasando por 1, J, P L (ftg. 2
y Lam 11, a, b y e)- se puede reconocer y estudiar todavía la constitución de los mismos. No ocurre esto con los de la parte recayente al
río, es dectr, los del lado norte del edificio, que están totalmente arruonados y hoy, además, enterrados bajo una posta·avenoda de nueva construcción (13) aunque se conservan algui'!OS trozos de lienzo que, 1'!0 obstante
haber caído, mantienen todavía la unión de todas sus partes constitutivas,
gracias a la potente argamasa con que es tan construodos (Lám 111, a y b).
El rio, de curso torrencial, en las grandes avenidas socavó los cimientos
de estos muros exteroores, provocando su derrumb¡¡moento y desaparición
paulattn¡¡
La constotucoon y medodas de estos muros externo5 es la soguoente:
sobre una cimentación que varia entre 1'50 y 2 metros, formada por piedras gruesas e irregulares obtenidas del vecino río y mezcladas con lecnada de mortero, hay una base de opus caementicium revestida con sillares
regulares de mediano aparejo -piedra azul del paos de 1'45 m de alta
por 1'30 de ancha Sobre el todo hay una capa superoor de sillarejos de
0'25 m de altura (fog 3 A), encoma de los cuales continúa un muro com-
1131 Esto moderno pl>to- c•rw"o o Sc~Qunto de E. a W por lo porte IOI>Itntrlonol
de la c•udod, s•gue exO(tOtnef'\te d mCyno uozodo que 1a onltQUO Vio Augu\tO, aunque
o mayor ohura, e-n los Lono pr6x•mo.., a1 r.trco. Delonlt: d, t h· y en t."l mt$MO lecho del
rio.. op,oxunodomcntc o lo m•·.mo olturo qi.K' lo puerto hoy u~u.1cnle del circo, qurdon
todoYia do\ machones dt un puente romano que otrovesobo el C(Htte fluvial El ntUI'O de
cont.:nclón que s.ervio tle 'tO()Ort~ o lo Vio Augus.lo tbo paralelo ol ocrual de- ct'mc.niO cons.·
1934 aunQue ur10\ 30 metros mo hocio E"l not-tt
S HRU Y VIOAl· "Nota. de arqueolog o coguntono Arch"o de Prcho>lorio l""anno VIl Voltn<'OO 1958 p6g\ 151-'53 y 167
rru•do ttn
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7
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
puesto de hormogón forma.do por poedras y casquijo obtenido del desbaste
de canteras o piedras del río, cuyas medidas son l m. de altura por 0'90
de grueso; sobre este muro una holada de poedras blancas, llanas y pequeña~, de O' 17 m de altura, sirve para separarlo de otro muro de iguales
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características y medidas que hay encima, rematado por la correspondiente hilada de piedras de O' 17 m. La parte superior de todo este llenz:o
continúa estrechándose y la constotuye un muro de l '40 m. de alto por
0'65 de grueso, también de hormigón como las partes Inferiores. La al tu·
ra ~otal, por tanto, de este conjunto mural era de 5'44 m. cuando todavía
conservaba su, integridad en algunas partes que aún pudimos ver comple·
tas, disminuyendo el grueso del mismo a medida que gana en altura.
El muro interno es más bajo que el anteriormente descrito y es para·
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S. BRU Y VIOAL
lelo a él, con una separación entre ambos de 3'40 m en la parte todavía
existente, a la altura del suelo del circo. Como el externo, está formado
también por una base de sillares de piedra azul -en otras zonas, a lo
largo de su extensión, las piedras sue len ser de rodeno (14)- de 1'50 m.
de altura por 0'90 m. de ancho, el cual descansa, como el anterior, sobre
una cimentación de piedras irregulares con lechada de mortero. Sobre la
base antedicha va un murete de hormigón de 1'20 m. de alto y 0'65 m
de ancho que, seguramente, formaría el podium usual en este t1po de
construcciones (fig. 3, B; Lám 111, e, ángulo inferior izquierdo, donde va
marcado por flechas, Lám. IV, a y bl.
Entre ambos muros citados que circunvalaba, el circo en toda su extensión, corriendG paralelos y fom1ando su estructura principal, van unos
muros transversales (fig. 3, c., Lám. IV, a y b¡ de 0'50 m. de anchura, formando co11 aquéllos unos espac:ios cerrados ( 15), casi cuadrados (3 '30 por
3'40 m), que sirven de unión y refuerzo a los muros principales de la
construcción ( fig. 4 y plano de la Lám. 1, donde están perfectamente seña lados los ex1stentes a principios del s1 XIX, los cuales han subs1
glo
stido
hasta hoy, y que parece se extenderían por todo e l largo del circo) Estos
muros transversales henen una constituciÓn muy s1milar a la del muro
interno del circo, con el cual forman algunos de ellos un solo cuerpo en
los puntos de un1ón, y están formados por piedras medianas, de rodeno
en su mayor parte, desbastadas, sin guardar regularidad en el trabajo ni
en la colocación y unidas unas a otras por medio de cemento. Probablemente lrla sobre estos muros transversales la gradería, que debió ser de
madera, como ocurre en otros muchos edif1cios similares de diversas par·
tes de la romanidad (16); abunda en esta opinión el no haberse hallado
11
fJ41 Lo pled(a conoc1da en e1 poi$ pot rode"o" e$ un mmcrol 1ipico del Bunl ..sol"td ..
stetn medjo, compue$tO por un conjunto de orcilfas rojlz.as con olt~r-nanc:•o de arsnfscas~
E. DUPUY O~ LOME: "Mapa Geológico de España. Explicación de lo Ha] o núm. 1568
$ogunto", Modr1d, ]959, ¡x\g. 30.
{l 51 En estos espocios cuadrangulares creyó Polos que estaban los v•vefos o covernos
de lo~ fiaros, lo qua no d~ttlo de ser uno fontosfo de dicho autor. Lo ún,'"o mtsión de tos
muretes lr.onSversoles, perp~ndrculote5 o los d~ princfpoles, ero ahorrar moterlol v servir
de sosten y refuerzo de los grados. Aunque no ignoramos que en los lugares don9e nobío
un •olo edlfttlo de lipa ludlco --como en Sagunto- <Í'te mismo servlo para juegos d~
tod05 los espedes (los d~l nlpócfromo, CICCO y onfltaotro), no las dimM>SiOMS de la• o!Spaclos
del c1rco saguntino ni s:us cQrocterlsl'icos pe(rniten o'eptor lo opmlón de Polos.
PALbS Y NAVARRO, ob. clt noto 6.
1161 Lo existencia de grados de modero llra mó~ lre<:uente do lo que •~ele creer.
Así, por efemplo, en el Clr~o Máximo de Romo, el mayor do los conocidos v que sirvió de
modelo o fq mayor POrftt de los constn..udos posfertormentc, los asientos de tos divisiones
:wpcrlor
J. L PASCAL: Arficulo "CI..:us", M el "Dictionno~re des Antiqultes Grec:ques el Romoon
tome 1, 2, póg. 1.188.
-21-1-
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9
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
el menor resto de bóveda en ninguna zona del circo, ni escaleras que
permitan suponer la existencia de una estructura permanente (en la flg.
3 indicamos por líneas de puntos la posible disposic1ón de la gradería del
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f!_....;K.;.¡.
G
F1g.
4.-Piant~
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espacio~ cuadrangulares
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gradcria del careo. (Escala 1 ; 100.)
circo, que apoyarla, sobre todo, en el saliente superior del segundo cuerpo del muro externo del edificio). Los muros transversales antes citados
suelen aparecer en otros monumentos de este tipo, como ocurre en el circo de Toledo, o en el de Artes (17), donde tampoco tienen comunicación
entre si, es decfr, que su única m1sión es de sosten de las gradas, puesto
que hasta la fecha no hay el menor rastro de praeci nctio o pasillo -abovedado o no- bajo estas, como suele haber en muchos de estos edificios.
Solamente en la parte posterior de la puerta meridional, estudiada en el
presente trabajo, hay un saliente en los sillares que forman el monumento (Lám. IV, a) que quizás formase parte de una pequeña zona abovedada Tampoco se ha encontrado hasta hoy la menor tra.za de escaterlllas
de acceso (viae), seguramente por la poca altura que tuvo la única graderla existente, e igualmente ninguna traza de posibles uomitoria.
En la parte oriental del circo se conserva en casi toda su extensión el
hemiciclo que cerraba el edificio por este extremo ( Lám. 11 1 e) y cuyos
,
muros no son más que la continuac1ón de los anteriormente descri tos.
1111 L CONSTANS· "Aries o n1oque", The.e, PoTo•, 19 2 1, póg . 236.
A GRENIER; " Monu•l d'Arohéologre Gollo- Romo~nc, Trol•lorne JlOrtl•. L Arch,tcctu•o.
11 Ludi el c1rcenses. lhéolr~. Amphi tneolres, CorQues". Poris 1958 oóg. 984.
215
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10
S. SRU Y VIDAL
PUERTAS
Varias debían ser las del edificio, por así ocurrir en la mayor parte de
construcciones de este tipo, aunque en e l de Sagunto desconocemos su
posible emplazamiento, si exceptuamos las dos cuya posición no variaba:
la principal y la triunfal (pompae et triumphalis).
Actua lmente sólo conocemos dos de ellas por las que podemos cole·
,gir, de una manera aproximada, cómo serian las demás. De lo que fuera
la porta triumphalis (fig. 2, L y Lám. 111, e, lado izquierdo), situada en el
centro del muro semicircular de la parte oriental solamente queda el
hueco que en otro tiempo ocupó, cerrado por una pared moderna de pie·
dra. Chabret realizó en este lugar una excavación a sus expensas ( 18),
observando que a 1'30 m. de profundidad aparece el pavimento de la
puerta, con un suelo formado por grandes piedras azules que se extienden hac1 la meta B (fig.' 2). El hueco de la puerta tiene 2'8<1 m de ancho,
a
según testimonio de las quicia leras situadas a ambos lados de ella. Las
losas -nos dice Chabret- conservan bien claras las huellas de los carriles, con una separación de 1'70 m. entre ellas, y en el lindar de la puerta,
hacia el exterior de l edificio, están aún mas patentes los surcos con gran
desgaste de la piedra hacia afuera.
En 19S6, a l hacer las obras del alcantarillado de la calle de los Huertos, aparecieron, frente al emplazamiento de la porta triumphalis, dos
grandes piedras de forma prismática rectangular, estriadas por algunas
de sus caras, y cuyas dimensiones son 1' 1O m. x 0'50 m. x 0'48 m. y 1'29
m. x 0'50 m. x 0'48 (Lám IV, e y d) Estos sillares han sido atribuidos
a la indicada puerta del circo por algunos de los investigadores que los
v1eron en los días y lugar del hallazgo (19)
¡18) CHABRE.T ob. crt r>ota 2, vol 11, pag. 82.
( 19) Sin menoieabo de vsros o.p'"'ones, creemos corwen~eme tnd•cor que opr:oxmlado""'"t~ por el lugar del halte»:go y o. uno dlstonc10 ""mcjante de la pared oriental del cl
fvc.ron seiiofodos en oHo tiempo 1os restos de un columbario que Chobrel idenl i Hco e<>n el
hortum ulrginum de
los dacumontos medlc•oles soguntmas (A. CHABRET FRAGA: "No•
r1'\énclotor d- fO!t calles, pta:os y puertos cntlguos y modl!rnos de ro c.ludod d11 Soguntof'
Votendo, 1901, póg, 60.
Tol ve::_ eJote pretend•do columbario
f'lO
serio otro c.oso qve un mithrocum p1óx•mo al
circo, pues •• bien conocido que 105 aurl¡¡as y pe..onal odscrlfo o 1 espeeláculos c"c:cr>0!.
ses fueton farv•ente5 odmircdores de Mifhro, No hay Que olvidar tampoco lo disposición
l'$Hiada de algunO> de las coros de estm p•edras, wmejontes o las que dlbu]ó Morióngelo
Accurslo en 1526 refirlendóse ol conocid<> sepulcro de lo gens •••gio jl!ibhoteco Ambro••ono de M• Ión. Cód•ee O, 125
96-98), empl~;~:t<>do treme a la puerta meridional del drco y c¡uo ereyó dest•nodo o roohzor
'es juegos f úncbrC$ del mismo; tos píedras pudieron muy bien haberse desplcnado Uf\OS de·
cenas de metros, coso pos1ble y comprobado constantemente.. Y. por últunor qu~o par decu•
que los olrededore• del clfco, emplazam•enro de la VI<> Augusto, estaban roplelos de monumentos. s~pulcroles o no, y do edificios de votios tipOs, algunos de- les euoles qut~6 .se
fion depenc:te.n.c•Q$ OneJ05 ol m•~mo c•r~o.
Aetuolrr.enr• estos blc>ques ;e conservan en el Mu1oo Atquoológlco de Sogunlo
-216-
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11
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
Respecto a la otra puerta (ftg. 2, letras G, H, 1, K, J). que stempre ha
llamado más la atenctón por ser la única conservada y visible en la parte
recayente al pueblo, no había sido estudtada detalladamente hasta hoy,
tal vez porque los lados superior y posterior estuviesen en su mayoría
ocultos por formar parte de una vtvtenda moderna adosada a la construcción antigua, de 1.:~ misma manera, la parte inferior estaba semitapada por
la acequia que pasa junto a ella En man:o del presente año, al realizar las
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Fia. \.-Putn• mtnd&onal y r«
1
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1
1
1
1Escab 1 : 93.)
obras de limp•eza y nuevo revestimiento de dicha acequia, quedó al des·
cubierto la totalidad de la puerta -y gran parte del muro correspondien·
te, como se ha dtcho--, lo que urudo a la demolición anterior de la vi·
vienda adjunta nos ha permitido conocer con mayor detalle su estructura,
y aun realizar un¡¡ hipotética reconstrucción atendiendo a los elementos
conservados ( fig 5 y Láms. V y V 1, e y d)
Es te conjunto monumental adopta una forma prismática rectangular,
con una altura total de 4' 1O m , una anchura frontal de 6'2.1 m y una
-
2 17
[page-n-218]
12
S. BRU Y VIDAL
profundidad de 2'07 m. En el centro del plano frontal se abre el vano de
la puerta propiamente dicha cuya a ltura y anchura son 2'20 m . (20) y
1'20 m., respectivamente.
El monumento está formado por p1edras azules de gran tamaño tra·
bajadas a escuadra, y perfectamente asentadas, sin argamasa Preserytan
estos grandes sillares la particularidad de no guardar regularidad alguna
las hiladas de la derecha respecto a las de la izqu1erda --como puede
apreciarse en el dibujo de la fig. 5, donde están reducidas todas según su
tamaño, aproximadamente-- lo que posiblemente se debiera a dos épocas
distintas de construcción, bien por interrupción o por alguna otra causa.
El arqu1trabe de la puerta, en la parte exterior que miTa a la población,
adopta una forma curiosa parecida a la sección de un bonete con su porción central más elevada y las dos extremas rebajadas, sobre las que se
acoplan perfectamente los sillares adjuntos, los cuales están trabajados
de manera que se corresponden normalmente (obsérvese en .la fig. 5 la
caprichosa disposición de algunas de estas piedras) . La parte inferior de
todo este con junto está solada por grandes sillares planos de piedra blanca (Lám V), de anchura variable y 0'25 m. de altura.
En la parte posterior de la puerta, recayente al interior del Circo, uno
de los sil lares sobresale del plano vertlcal de la construcción (Lám. VI, e,
en último plano, a la derecha) adoptando una forma un tanto abovedada
por abajo, cuya exacta finalídad se desconoce . La piedra que forma eí ar·
qultrabe de la puerta no adopta la misma dispos1ción aquí que en la cara
anterior, sino que es lisa y está un poco rota en la parte de abajo, ta l vez.
por accidente (Lám VI, d) No he podido ver el suelo de la puerta en este
sector, por no haberse realizado hasta hoy ninguna excavación en dicho
lugar.
Sobre el plano superior de la construcción existen dos basas de piedra
formadas por sillares moldurados (fig. 6) - una mas completa que la
otra-, cuya finalidad se atribuyó hasta hoy a posibles estatuas sobre el
monumento [21) Después del detenido examen realizado en esta construcción, y vista la disposición de las piedras que constituyen estos arranques, creo más b1en que se trata de dos pilares -de 1'80 de base y 1'55
m . de cuerpo (vid. la planta en Lám. 1 B)- que, colocados sobre la puer,
(201
En mi cornunicocoón oi VIl Congreso Nocional de Arqucologlo Cob. cu,
na1o 1 del
presente trabajo) df unO$ 2 métros de alluro poro esto entrado* hoaen.do un c.ókulo opro·
ximodo, por estar entertodo. La med•da que doy ahora os le ~acro tomodo en obrll de
1962, durante lO$ dios que pe nnan-ec:l6 compfétame.nte v'sibh~.
121) LABORDE, ob. clt nota 8, pág. 89,
CHABRET FRAGA, ob. <11 not<> 2, vol 11, póg 81
-
218 -
[page-n-219]
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
13
la, controbUJrian a su monumentalidad, b1en med1ante remate en arco o
con arquitrabe y remate trianguiM, etc. (fig. 5)
No ha faltado quien ha querido ver en este monumento los testos de
un sepulcro (22), cosa no muy descclbell<~da SI miramos con deten1miento
su estructura tan diferente en lodo al resto de la construcción circense,
aunque hasta hoy no disponemos de suficientes elementos de fuicio para
poder compartir dicha teoría.
1'1g. 6.-Pcdil de la basa •ubSJ>tcntc en IJ pone
,upcrior de lu
puuta mcndoon.1l
Laborde reprodujo (Lam. 1, A) lo puerta aqul estudiada un poco mas
elevada de lo que en realidad está respecto al suelo del circo, así como una
construcción aneja de época posterior construida sin duda aprovechando
parte de los sillares del monumento Tal vez esta disposición, que no sub·
soste actualmente, hiciese creer en la probabilidad de ser un sepulcro mo·
numental (2.3)
1221 E HUBNER "Esrrono del Bulle uno dell'l.rotulo do conOnden'
nüm, 1 11. do Go-no¡o e FebroJc> do 1861, l>f>v. 26. Cf CHABRET FRAGA Ob Ci l noto 2
vol. 11, póg,. 87 y 99.
(231 LABORDE, ob. "'' noto 8, vol . 1 pog 89 y lomono CVI
210
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14
S. BRU Y VIDAL
SP 1 N A
Como en todos los edificios de este genero, la spina del circo de Sagunto está s ituada en medio de la a rena, a la que div ide en dos porciones a largadas no completamen te iguales, puesto que corre en posición un poco
obl icua respecto al eje central del circo. En la parte occidental, a la a ltura
del alba linea (fig. 2, E-R) que es donde existe el máximo de oblicuidad,
las distancias de los muros de la spi na al podium correspond iente, son de
ÍB m y 3 1 m. respectivamente (24).
La spina esta constl h.uda por dos muros paralelos de hormigón y pte·
dras (fig. 2, C-D y E-F), con una separación entre ambos de 3'40 m, y
cerrada en sus ex tremos por otros dos m\Jros transversales (fig. 2, C-E y D·
F) de 4'50 m. de longitud máxima, de modo que e l conjunto forma como
un cana l alargado de 190m. de longitud (25) Los (nuros que constituyen
la spina tienen 1'25 m. de altura sobre el nivel de la arena del circo y un
grueso de 0'55 m. (fig 7, sección total de la spina ); sobre estos muretes
iban unas piedras blancas, llanas y trabajadas a cincel, de 0'65 m. de ancho
(fíg. 7, A B C D, y Lám VIl, b), según se desprende de los restos hallados
en las excavactones realizadas en 1948. El suelo tnterno de la spi na no es
llano sino que forma una convexidad Tanto este suelo CO(nO los costados
tnternos de los muros que forman la spina están recubiertos por el cernen·
to característico de las cisternas romanas, que tanto abundan en Sagunto,
sobre todo en la antigua acrópolis. De la misma manera, el ángulo ínter·
no formado por los muros y el suelo de la spina presentan este cemento con
la convexidad típica de las construcciones htdráuhcas (fig. 7, F y Gl (26).
Esta especial dlsposicíón de la spina de l circo saguntino, hueca por
dentro, no es privativa del mismo, sino que existe en otros edificios siml-
(24t Nmguno de cuoJltOS han et
c:uldod, postblcmente por no haber puesto suficiente atenc•ón o por faho de .conoc;,mlentos
r~pecto o ~to c1ose de cons1ruetíones. COmo se sobe, este trozado obllc1.10 ero rnte.ncionol,
4;0n el ffn de dar moyor espoc•o o los corros al emprender lo c;:orreco.
f15}
Por no haber $ido
poro conocrl!r
5>1
ex~ovodo
en todo
5\.1
e>ttens1ón, carecemos de dotós .s.ufrci~ntes
este conol erQ eontmuo o tenia alguno lnterrupcrón, como $Olla oc:urrir en
ra.s spinoe de algunos circos romanO\. cuyo
~cclón
c.ro moctto.
t26J Estos convcxu:!odcs EO, muy e~m•entes. en los depOS•Ios de og\.lo y c1stemos1 tan ..
lo cntfguo\ como medu:vo1L"S, de Sogunto y 'iOn c-onoc:idcs en ~1 pofs cqn el t'lombre d~
"olornbors.".
-
220-
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CIRCO ROMANO DE SI\GUNTO
15
'[j'
J
.~
1
1'111. 7.-Socxión de la sparna y
plonaa de uru basa.
lares como el de Majencia en Roma (fag S), en el cual está ahuecada en
toda su extensaón (27), o en el circo representado en el mosaico de Lyon
(figura 9). en el que está constituida por dos e a na 1 es bordeados de
muros, formando dos largos rectángulos en tre los cuales hay un obelasco
...
.
-
~c=~~~·c:~====~~~==::~
Fi¡. 8.-l'ltanm dcl circo dt Mo¡endo.
y delfines que vomitan agua (28) Esta disposición debió adoptarse en gran
número de careos para cubnr las necesadades del mismo -nego de la arena, cuidados de los animales, de los hombres, etc.-; es la que algunos es-
1271
PASCAL, ob. el! noto 16, pág. 1 192.
(2.81 A. BLANCHET. "lnoenlolre des m0$o1que> de la Goule. 11 Lugduno•lt> Bclg•quc
•• Gorma•no". Pori 1909, p6g. f>, noto 712 v grabado.
PASCAL ob cot nato 16, ~. 1 192, flg. 1523.
GR.ENIER, ob. c•t noto 11 págs. 979-982 y fig, 32.2.
V~ la btbhogrot•o $0b1e rcpc-~ntoc•onti c•rcenses. en 1~ rrmsou:os l"f'l
MEUDA, ob c•t noto 12 !"El Arte en &paño "1, PUIG 1 CADAFALCH, ob c•t nolo 12 y
L A. CONSTANS. '' M,oso,quc d~ Corthoge rf1)r~wnlon1 le teux du Clf'QUC", Rrvue
Archéolov-e, Poro•. 1916, ~- 2.47-259.
A. S'ALIL "Mo.aocoo corctnses de Boocelono y Gerona", B.~.A.H, CLI, Modttd 1962,
POgt~ 257-352
-
221
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16
S. BRU Y VIOAL
crltores designan con el nombre de euripus (29) Otros c~rcos solian tener
este euripus bajo el graderío, cuando el tamaño y altura de éste lo permi tía.
Laborde fue el único de cuantos se han ocupado del circo de Sagunto, que
vio o adivinó la forma pecu liar de esta spina, aunque no lo expresara gráficamente en sus interesantes grabados (30).
Fig. 9.-Mosaico de Lyon. con repre..,nmción de un circo.
En el intenor de la spin.a o, mejor del euripus, han aparec1 a lgunas
do
basas cuad rangulares (fig. 7, J' K', sección; H IJ K, planta} que posiblemen·
te servirían de pedesta l a los diversos objetos que adornaban esta parte
del círco· obeliscos, estatuas, columnas, fuentes, altares, trofeos, edículos,
etcétera, de los cuales algunos no eran más que una simple decoración y
otros tenian un destino especial relativo a los juegos o carácter religioso
-<
y de Neptuno, respectivamente, SEgún la creencia general (31 ). La única
de las basas indicadas que hemos visto completa (Lám. V \1 , e) era rectan·
{29J Una disposftlón .similor parece hmer la 1pina d~l c•rco repres.encado en d mosaitO
de Gerono. Véose PUIG 1 CADAFALCH, ob cil, noto 12, pógs. 218-220
Tertull. De •poct., 8
Cic. bo l cg., 11.
1
(30J LABORO E, ob. cit f10ta 8: "lo spino creuiée en forme d ouge. tcnoi t quelquefols
b•etl de (e conol appelé curipo.." ¡póg. 881. "Aujourd'hul ce mur (el dol .circo de Sogun·
fo, naturalmente) esT bo1g11C dons fOUte so longueur par un canal d'lrrigat•on derive de lo
rivu!!re. Rien n'empCchc de crolfe que ces eaux po.ssotent outrefots en dedor.s m~~ du dr-
que, bt qu'clles iormoicnt f'euripo .. " (póg 89).
t31) PASCAl, ob. Cll. nOI~ 16, póg. 1.191
J. de C. SERRA RAFOLS; "El marcador en el• JOG del Circ", •n Anuar~a del Cuotpo
Facuhollvo de ,-.rchiY'eros, Bibllotecorios y Arqueól0905, vol. 1JJ del Homenale a Molida
Modrid, 1935, pó9s. 165-115.
-222-
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1
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
17
guiar, formada por mortero y p •edras pequeñas irregu lares traba¡adas solamente en su cara externa y sLis medidas eran 1 m. x 1'25 m. Tal vez.
si se hubtese excavado metódicamente la spina hubieran aparecido muchas más y alguno de los símbolos que sobre ellas se colocaban,
Por la parte baja de los muros que forman la spina y en su cara exter·
na, al nivel de la arena, corre a lo largo de cada muro una hilada de sillarejos planos que sobresalen 0'07 m, de aquél (fig 7, E y L; Lám. VIl, e
y d, donde se apt
la spina).
Como suele ocurrir en gran parte de los circos romanos (32). las metae
del de Sagunto no formaban parte de los extremos de la spina sino que
eran exentas y un tanto separadas de ésta -En el presente caso a una
distancia de 2'70 m. - levantada sobre una base semicircular de piedra.
La de la parte occidental (fig 2, A) o meta secunda (33) se conserva
-o conservaba, cuando tuve ocasión de fotografiarla, en marzo de 1949en perfecto estado (Lám. VIl , e y d) y está formada por grandes sillares
de piedra azulada, irregulares pero bien trabajados, formando un her·
meso conjunto de 0'68 m. de altura y 4'80 m. de diámetro, todo el cual
descansa sobre una plaraforma de piedras llanas muy parecidas a las que
corren por todo el largo de la spina, como ya se indicó. Entre cada meta
y el correspondiente extremo del euripus hay una base plana y rectangular de piedras y cemento cuya longitud es de 1 m. y cuya anchura es la
m1sma que la de la spina. No conocemos su exacta fina lidad, aunque tal
vez sobre ella fuese algún obe lisco u otro objeto de tos que solfan colocar·
se en estos lugares.
La otra meta, situada en el Extremo oriental - meta pri ma (fig. 2,
Bl- está muy destruida y solamente se hallaron algunos de los sitiares
que la formaban, aunque fragmentados (Lám. Vil, a).
DESAGüES
En el muro exterior del circo, y en su parte septentrional, se veían
hasta hace poco dos desagües que actualmente están enterrados bajo la
pista nombrada más arriba. Uno hacia e l N E 1fig. 2, N, y Lám. VI, a) y el
l321
t331
PASCAL, ob. ' '' noto 16, pag 1 190,
Meto prima, como se sabe, ero lo mas prox•mo o lo extrem1dod semtctrcular
del Cln:;O par ,,. oqu.illo dond< los cor~os debían girar por primera ••~ al Iniciar lo carrero, la rtlcto 5ccundo s-e hollobo ol o tro extremo de la spina, rrent~ o lóS carcetet. Debr
corrcg~rse por tonto, el error en q\if< cayO m1 •lu:stre cntecesor en el cargo de CrontsJa
de Sqgun1o don Antonio Chobret Fraga, cuando al hablar de lo puerto oriental a~n I>Oy
conservado
y esludioda mós arribo- dice que estó levanlodo "frente o los segundos
1
metos. ' cuando '--'"" reotldod lo c3Stó frenrc a lo meto primo.
-
223 -
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S. BRU Y VIOAL
18
otro unos 130 meh"os más hacia occidente (fig. 2, M y Lám. VI, b) Am·
bos desagües atravesaban los muros externo e interno del ci rco por su
parte inferior siguiendo una trayectoria perpendicular a los mismos hacia
el río.
Chabret vio el primero de estos desagües (34) y recogiendo una hipó·
tesis de Palos creyó que por él se verificaba la salida de aguas «a la terminación de los juegos de la naumaquia». Después de repetidas observa·
clones (35) y aunque no 1gnoro que a falta de anfiteatros -que era don·
de en realidad se celebraban alguna vez naumaquias- podían realizarse
determmados espectáculos en los circos, creo que la finalidad de estos
conductos o cloacas era la lógica de servir de escape natural del agua que
pudiera acumularse en el interior del circo, bien por los cuidados normales de limpieza, bien por lluvia o para la renovación constante del agua
del euripus. Por otra parte, el suelo del circo, o sea, la arena propiamente
dicha, no sugiere la posibilidad de realización de naumaquias en este circo
debido a la excesiva permeabilidad del suelo.
CARCERES Y PUERTA PRINCIPAL
La úntca parte del circo sobre la que hay un completo desconocimiento es la de las carceres. En la lámina de Laborde reproducida en este trabajo (Lám. 1) aparece una pared un tanto angulosa que bien pudiera estar
construida so\>re las substrucciones de la occidental del circo, puesto que adopta una forma semejan te -aunque no igual- a la usada en
este tipo de edificaciones. No obstante, al dar la longitud del circo no
concret<> la med1da sino que la dio de un modo aprox1mado -1.000 a
1 100 pies castellanos= unos 306m.-, por no considerar el muro existente en su visita a Sagunto como el correspondiente a las carceres (36).
(3'1 1 CHABRET FRAGA: Ob.
rea{ft.or t,ma cxcovaci6n 1 desc.rlf;uendoto de lo s•gu•ente manero· '•Sobresole del muro C><.-
t~nor ~ hacia su extremo oriental, un c.onducto de tontería cuyo dcstmo lgnorábomos1 y
descubriendo todo su trayecto, vímos que desde el pavimento o ort~na d.el Clrco recorre
todo el espoc•o comprendido por lo graderío hasta desembocar en el 1io.
todo eJ formo-
do de mompo•leria, ler¡ler¡do 0'48 m. de ancho por 0'65 m. de altura''
(351
Hacia l940 recordamos haber vl\to un tertor de
(36} Los cGrcorco o cocheros, como "' sobido, fueron 12 generalmente, 6 o codo lodo
toln'l~l"'te-.,
d~ la gran pue.. to, sobre la que
$e
encontraba el polco
det edlttJr .spectocuforum, y .$0Uon
e.stot flanqucodot por dos torres! denominándose oppidu., e-1 conJunto d~ esto construcclón extremo deJ d re;o o causo ae fa analogía de aspecto con los muraiiQ5 d~ uno qludod
fo!lltlcodo En el pleno hemos dado ol emploromienta de lo< hlpoléllcos corcoros lo obiiCLhdod ca.roc:tC!rÍ.!iti<:o de todos los- circos. y que respondo a lo necesidad de estor situadas
todos.- JO$ puerta$ de las eo re eres equ\disto.ntes- del albo Hnco.
-224-
[page-n-225]
1
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
19
Fue·a de esta única referencia no tenemos noticia alguna de esta parte
del circo, desde donde tenía lugar la sa lida de los- carros y donde se hallaba la porta prin,ipalis o porta pompae en la parte central de este cuerpo de edificación (fig. 2, T -5, donde va representado por tra;z;os separa·
dos, por ignorar su tra.:ado exacto). Los únicos restos que hemos podido
ver en esta zona, al realizar obras del alcantarillado público en 1956, en
las inmediaciones del Grupo Escolar emplazado sobre la parte occidental
del circo, no nos permite sacar otra conclusión que la del posible emplazamiento de las carceres de este monumento, emplazamiento que coincide con el lugar que teníamos calculado para el mismo
DIMENSIONES DEL C IRCO Y CAPACIDAD
De cuan tos estudros o notocras conocemos sobre el circo de Sagunro
y sus medidas, la más digna de reflexión es, sin duda, la de Tormo, quien
le da «unos 350 metros» de longitud r37). En cuanto a los demás, nunca
me convenderon las longitudes que los diversos tratadistas dieron al circo
saguntino (38) -muchos de ellos cop•ándose unos a otros- por no con·
siderarlas proporcionadas ni ajustarse a la realidad. Los grabados de Laborde vinieron a reafirmar mis suposiciones, las cuales se apoyaban en
observaciones e lnvestigac•ones propias y en el estudio detenido de otros
circos del imperio romano. Conocida de siempre la situación del hemiciclo
oriental, con la porta triumphalis en su centro y descubierta en 1948 la
meta setunda, habia ya una referencia exacta con que trabajar: los 234
metros que van de la puerta orien tal a la mera occidenral Eran conocidas
también las proporciones de la spina y la anchura del circo, lo que todavía
puede comprobarse. Solamente quedaba entonces por conocer la longitud
máxima del edificio, hoy perdida, y no señalada con exactitud por ningún
autor, por desconocer el extremo occidental del monumento.
!37) E. TORMO MONZO ··Lcvont<'" Guias Colpe, Modrod, 1923 pag. 171. No
sobemos '!in qu.: se fundome11tarfa csle autct para dar la c1toda dtmen$'on o Mte c;lrc-o O.'l
192.3, aunque suponemos usorio el m~mo mélodo déduetivo que nos sirvió poro dar las
nuC$trcs anteS: de! encontrorsé Jos restO$ que vimos. en 1956 {frogme!"rD!i de cimentación
de los posibles resiO$ de muw.. del oppidum del circo). No o~!Dnt.,, hoy qu" tener en
cUcota que lo meto Jecundo no se descubrió hosto 1948. lo qut! hoco m6s. voUosa lo opiniól\ del Sr Torm<>
(38) He Qquo los dfferenr~ medodos que se hon dado del c¡rco oogun(ino por diver
...,. outorll$ ( IC$ demtis se han llmnado o copiar o uro u CITO de los oqc.JI RñolodO!.)
Polos: 1025 polmo• ~ 326 ]>Olmos
235'98 m. x 14'98 m
Mor!¡ (Ceón, Boox y Lumiqres lo cop1on): 550 posos x 114 paso,
Loborde; 1.000 a 1.100 pie• " 262 pie<
306'50 m • i2'S3 m.
Chobr Torm<>: 350 meloO$ de longotud lno es¡>ecofo
Bru y Vida!. 354 metrO> x 13'~0 metrO$.
-
225
[page-n-226]
20
S BRU Y VIDAL
La comparación de éste con otros circos romanos y los planos a escala de los restos existentes me resolv1eron la incógnita de su long1tud total. Dando una profundidad de 6 metros a l recinto de las cnrccrcs, por
comparación con otros monumentos similares (39), creo que e l circo de
Sagunto media 35"1 m. de long1tud máxima contando desde la porta
t riumphalis a la parte exterior de las careeres u oppid um. Su anchura
máxima es de 73'40 metros, contando desde la parte externa del muro
meridional a la también externa del septentrional
Teniendo como correctas las medidas dadas en el presente trabajo
--y así lo creo, puesto que poseemos elementos seguros en que basamos,
como se ha 1ndicado más arroba-- y dando como pos1ble el numero de
gradas supuestas, de acuerdo con la distancia entre los muros 1ntemo y
externo del circo, cabe suponer que éste tendria capacidad para unos
10.000 espectadores, es decor, un número aproximado al calculado para
el teatro que se hallaba situado en la falda de la colina sobre la que se
as1enta Sagunto
•
Esto es cuanto podemos exponer sobre e l circo romano de Sagunto.
No se me oculta que unas excavaciones científicamente realizadas servirían todav1a para aportar muchos datos interesantes y para resolver más
de una incógnita acerca del monumento. Una de éstas, quizá la mayor,
es la de la época de su construcción, muy dificol de averoguar basandose
tan sólo en lo subs1stente
En una ciudad como Sagunto, donde se conserva una colecc1ón epigráfica de las más Interesantes y extensas que se conocen en el mundo
romano, y que constantemente continúa engrandeciéndose con numero·
sos hallazgos, ni el teatro ni el circo han tenido la suerte de otras ciudades que han visto aparecer Inscripciones que pudieran arrojar alguna luz
sobre la época de su erección. Creo, no obstante, a la vista de las cons·
trucciones y de los pocos restos cerámicos que he visto aparecer en algunos sondeos ocasionales, que el circo saguntino debió levanta1se poco
tiempo después que el teatro, es decir, entre los últimos decenios del siglo 11 y comienzos del 111, lo que no debe extrañar, ya que es suficientemente sabido que los espectáculos circenses tuvieron su apogeo bien
avanzado el lmperoo, y aun una perduración que sobrepasó los lim1tes de
éste (40)
¡39¡
Ve sobre lodo. lo btblo()9rat;a expuesta en lo nalo 12
HO) Le& espect6cuto! c•rctn«"S tuv•eron uno mayor duroc100 qu~ lO\ ft!QirOie~- como
~ so.bu:fo, v osí !.4! del-prende de otguno~ elfos de autores ontlgúOs:
S•don APOII. Epilt. 1, 11, 10.
Procop. De bello gothico, 111 33, 5.
Augu
-226-
[page-n-227]
BRU Y VJDAL.-clrco de Sncunto
LAJ\1. 1
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[page-n-228]
UR O Y VlTJAh-Circo de Sagunto
I,AM. [] ,
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a) Conjunto dd muro mcndtonal puesto al
b) y e) 0.013Ues de las partes >Up
( Foros Bru)
[page-n-229]
LA:\1.
BRU V VLO>\L. -Cir<·o ele Sn¡;-unlo
m.
b
i
e
a) y b) Aspe<:to que prc•entnbn el muro kptcntrional en 1953. (Foros Bru.)
e) Parte del hemiciclo oriental aerunlmenre c:on~rvado. (En el ángulo inferior iz.qu•erdo
nnorn el podium dd muro inrerno.) (Foro S. f. 1'.)
[page-n-230]
BRU Y VIOAL. -Clrco de Sagunlo
LAllf . I V.
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SANTIAGO BRU Y VIDAL
(Sagunto)
Datos para el estudio del circo romano
de Sagunto
La Importancia que tuvo Sagunto durante la roman1zaci6n se hd mo~
nifestado constantemente, tanto en los rE•stos actualmente conservados
como en los que el tiempo y los hombres han hecho desaparecer Como
es natural, los monumentos que por su espec1al condición de hallarse en
terrenos llanos -pocos, puesto que Sagunto está asentado sobre un ce
rro de regular elevación-, y con pos1bdidades de permanecer enterrados
en todo o en parte, son los que mas han durado, llegando muchos de ellos
a nuestros t1empos con d1versa suerte en su estado de conservac1on.
Uno de estos monumentos saguntmos que, aunque bastante deteriorado en sus partes altas, conservó hasta hace muy pocos años su estruc
tura cas1 totalmente completa, es el Circo, s1tuado en la parte llana de
la actual c1udad, junto al no, en el espac10 comprendido entre la calle
de los Huertos y el muro de contenc1ón de las diferentes aven1das torren
Clilles del cauce fluvial (fig. 1).
Siendo escasas las posibilidades de conocer totalmente el monumen·
to, destruido en su mayor parte, y en gran parte enterrado, en 1961 pre·
senté al Vil Congreso Nacional de Arqueologíil una comunicación sobre
el circo saguntino ( 1). llevado del mejor deseo de dar a conocer a los especialistas allí reunidos algunos ~~pectos de un monumento tan poco di
fund1do, ya que cuantos hasta hoy se han ocupado de él lo han hecho muy
ligeramente cuando no se han limitado a citarlo sin otra pretensión.
f1 J S BRU V VIDAL: 'Brn-c.- nohc•o del crr
En PfCn$a
207
[page-n-208]
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S BRU y VI DA!.
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208 -
[page-n-209]
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
Una fell:t casualrdad -el reve~timiento de la acequia «de la Vila», que
desde h¡¡ce más de siete siglos pasa lamiendo la parte baja del muro meridtonal del circo, por la actual c
de nuevo al descubierto gran parte del muro externo meridional del edlticio y el arranque del hemiciclo oriental, también por su parte exter1or.
Dado, pues, que en la presente ocasión ha podido verse en unil extensión mayor el muro mdicado, 1si como el conjunto de la puerta todav1a
extstente en el mismo -aproxtmadamente desde R hasta P (fig 2) y
maci:to de la puerta GIHJ-, descubrimientos que han permit1d0 un es·
tudto mas detentdo y minucioso de los realizados hasta hoy, me he deci·
d1do a pubhcar los datos recogtdos .:~ctualmente, añadiendo los que he
podido reunir a través de un dilatado número de años de observacion
atenta y de vigilancia constante en espera de que eventuales descubra·
miento~ pudieran aportar alguna nuev.:~ luz a lo ya conoc1d0
Pocos son los tratadistas que se han ocupado del circo de Sagunro,
debido sin duda a que la mayor parte de su estructura esruvo casi s1empre
oculta por una capa de tierra que liarla de 2'50 m. en la parte occidental
a 1'30 m. en la oriental, s¡guiendo esle desnivel -que parece caprichoso
a simple vista- la pendiente natural del río, proveedor principal oe la
tierra y detritus que c<>ntribuyeron a enterrar las partes bajas de la cons·
trucción (4) Las descripciones conocidas se reducen a la del erudito Pa·
dre Manuel Minyana (5). la del sagunt1no Enrique Palos {6), cuya prm·
cipal aportación es la creencia de que el circo sirvió en algún tiempo de
n.Jumaquía, cosa bastante improbable; la del Conde de Lumiares, publt·
121 A. CHABRET FRAGA "Sogunto, Su hiStorio y 'u' monumonlos" Borr.•lnno,
1888, vol. 11 pog•. 81,310 y 371
(31 S. BRU Y VIDAL "El wco romano do Sogunto, remo do cotualtdod", en So·
gunto, So,clin MuniCipal de lnforn'IOC:u..'an V CuiiUfO, ono 111
nUm.
rl.
Soo\Jnto, abrH
ckt
1962, p6g 5
(4t
En d1vert.a$ oc~•oncs he rrn•do la QPOIIt.soldod de ver
01(Covodos e:n ~1 intenor del recmto del cuco
c.oun e,lrol!gr6hCOi
.aunq\.10 no reoU;odos de monero c•cnh·
f•co-. v•cndo su coux•dcnoo con los hechos .rn • 1 couce del rio por los arene-ros, lo Que
v enf!! o rle."1105.tror qur el CJtCO fue reltrn4do cop.oson1C!nlc por numeTOSOS overu~ del 110.
f5) M. MINYANA: "De c•rc1 on11qo1tote el elus SfrtKh.tro... rmerto en d vol V de
tos •~Su~l(rncnta •n Gn-v•• el Gr~i•''. hcc1o 171 S.
(6J E. PALOS Y NAVARRO: "Dt
E. PALOS Y NAVARRO "'DisertaCión scbre el Tcorro y Ctrco d" lo ciudad dr So·
g:Jnto, d~pu4s vtllo de Murv.~ro .. oñocflrndo uno roloc'ón de lO$ obtas. que se hon .-.eche'
on el Ttclro •• etc.'', Volcncoo, 1807
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[page-n-211]
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
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cada por Oelg¡¡do 17); la de Alexandre de Laborde (8), a qu•en debemos
un dibujo del circo y de la puerta meridional en dos láminas de su monumental obra cuando todavla se conservaban mayor cantidad y extensión de muros que hoy existen (Lám. 1), la concisa de Ceán-Bermúde:z (9),
la de Teodoro Lloren te ( 10) y la de Chabret Fraga ( 11) que indu, ó un
y
plano sin escala, bastante libre, ~ie!'do este benemérito saguntino el primero en realizar unas reducidas excavaciones que le mostraron parte de
la spina y los Cimientos y pavimento de la porta triumph alis. Los demás
autores de historias generales del Arte y de trabajos sobre arqueología de
epoca romana, se han contentado c.on la simple cita al hablar de los Circos
romanos de España, sin aportar ninguna nueva noticia para el nuestro ( 12)
Para el presente trabajo, que no es otra cosa que una aportación de
datos que permitan algún dia hacer un def1nitivo estudio del monumento,
¡7¡ A. VALCARCEL PIO DE SABDYA; " lnsonpoones y on1oguedodes del Rcono d,
Yolendo, r«:agido• por <1 Excmo. Sr. don • . . . •.
e llu•~rod<>< por don Anlonlo
Delgado" en Memorias de lo Reol Academia de lo Hlstoroo, vol VIII. Madrid, 1852.
(81 A. DE LA BORDE: "Voyoge pí11oresque el nlólorique de I'Espo¡¡ne", tome 1, Secanda Par11e, Parlo, MOCCCXI. págs. 88-89 y lómmos ,CII y CVI
(9) J. A. CEAN BERMUDEZ: "Sumarlo de lo> onloguedodes romana> que hay en
E.poño en espi!Cíal lm perlenecientes a Bellos Anos", Modrtd, 18:12, póg. 97
!10) T LLORENTE OLIVARES: "EspañCL Sus monumenlos y artes. Su nolurolcza •
Historio. Valencia", vol 1, Barcelona, 1887, póg$. 389-391.
(1 1) CHABRET, ob. c.IL noto 2, vol. 11, pog. 80 o 81.
( 12) J . PUIG 1 CADAFALCH, A. DE FALGUERA V J. GODAY: "l'Arqullec:turo romono o Cotolunyo", Borcelono, )934, págs. 211-222.
Poro otros coreas de Hísponio -Tarragona, Calahorra, Toledo y Mo>rodo (de la. de Có·
diz. y Co;z.orlo no quedon vestigios vJsibi~SJ- pueden tonsuhors.e, enlre ottos_;
J. R MELIDA: "El onflreotr<;> y el c~rco romanO$ de Merído" Memoria núm 39 de lo
Junto Superior de Excavaciones y Antlgüedad..s, Madrid, 1921
J. R MELIDA: "El circ6 romano de M6rlda", Memono núm. 12 de lo Jun1o Superlor
d> Excavocoones y Antogüedodes, Modnd l 925.
). R M~LIDA: "Monum•nla> romanos de Espolio", Modfld, 1925, pág~. 93-97
J. R. MELIDA y M. MACIAS: "Excavaciones de Mértdo. El Circo. l a. columb
E•cavo
F ll. DE SAN ROMAN y alTos: "Excovocion.. en Toledo. Memoria de los Jlobajos
efectuados en el circo romano" Memono r'\Uin. 109 de lo Junto SupenQr de Ex.,ovociones
y Antigüedad.., Madrid, 1930. En ~•a obla .. ínleresonle, sobre •oda, el plano de A, REY
PASTOR.
J. R MELlDA: '1 EJ otle co Espan.a durante lo époco romano. Afquttecruro, Esc.ullufo,
Plntur'o decorativo
v mosaicos. Ar1e Cristiano".
En Historio de &paño dir.gfda por R Mt:!-
n•ndezc Pido!, l. 11, Espoño Romaha, Madrid, 1935, póg>. 637-639.
B. TARACEN A: "Arte romano". En Ars Hlspon1oe. Hlsto11a Unove,$01 do! Arle His.
pónlcó, vol. 11, Madrid, 1947, póg•. 67- TL
A NOGUES FARRE: "Plano parcial de las. bóvedas del Clrco Romano de Torragono",
Bololfl'l Arquoológfce> de lo Real Socoedad Arqueológico Tarraconense, año lll fose. 37!0, Tarrogor.o, 1952, póg. ~l.
8 HERNANOEZ SANAHUJA: "El C~rco Mó><•mo" 6oltrton Arquoológtco de lo Reo!
Sociedad Arqueológico Tarraconense, aiio Lll, fose. 31-~0. Tarrogono, 1952, póg 42.
-
211
[page-n-212]
6
S. BRU Y VIOAL
si ello resulta posible, he tenodo en cuenta, aparte mis propoas observaciones y notas tomadas sobre lo todavía subsistente en los úl timos tiempos, las excavaciones reallz.adas por iniciativa del Dr Manuel BallesterosGaibrois en 1948 y los testimonoos, tanto loterarios como gráfocos, que
I'!Os dejaron los autores que se han ocupado de este y de otros edofocoos
somolares, así como la comparacoón debidamente estudoada del coreo saguntii'!O con otros de diversas localidades del imperio romano
MUROS EXTERNOS E 1NTERNOS
En los muros externos del coreo saguntino rec¡¡yentes a la poblacoón,
que se conservan en buena parte de su trazado -al menos la parte inferior y muy poco de la superior en casi todo el lienzo meridional y todo el
oriental, en una extensoón que va de Q a N, pasando por 1, J, P L (ftg. 2
y Lam 11, a, b y e)- se puede reconocer y estudiar todavía la constitución de los mismos. No ocurre esto con los de la parte recayente al
río, es dectr, los del lado norte del edificio, que están totalmente arruonados y hoy, además, enterrados bajo una posta·avenoda de nueva construcción (13) aunque se conservan algui'!OS trozos de lienzo que, 1'!0 obstante
haber caído, mantienen todavía la unión de todas sus partes constitutivas,
gracias a la potente argamasa con que es tan construodos (Lám 111, a y b).
El rio, de curso torrencial, en las grandes avenidas socavó los cimientos
de estos muros exteroores, provocando su derrumb¡¡moento y desaparición
paulattn¡¡
La constotucoon y medodas de estos muros externo5 es la soguoente:
sobre una cimentación que varia entre 1'50 y 2 metros, formada por piedras gruesas e irregulares obtenidas del vecino río y mezcladas con lecnada de mortero, hay una base de opus caementicium revestida con sillares
regulares de mediano aparejo -piedra azul del paos de 1'45 m de alta
por 1'30 de ancha Sobre el todo hay una capa superoor de sillarejos de
0'25 m de altura (fog 3 A), encoma de los cuales continúa un muro com-
1131 Esto moderno pl>to- c•rw"o o Sc~Qunto de E. a W por lo porte IOI>Itntrlonol
de la c•udod, s•gue exO(tOtnef'\te d mCyno uozodo que 1a onltQUO Vio Augu\tO, aunque
o mayor ohura, e-n los Lono pr6x•mo.., a1 r.trco. Delonlt: d, t h· y en t."l mt$MO lecho del
rio.. op,oxunodomcntc o lo m•·.mo olturo qi.K' lo puerto hoy u~u.1cnle del circo, qurdon
todoYia do\ machones dt un puente romano que otrovesobo el C(Htte fluvial El ntUI'O de
cont.:nclón que s.ervio tle 'tO()Ort~ o lo Vio Augus.lo tbo paralelo ol ocrual de- ct'mc.niO cons.·
1934 aunQue ur10\ 30 metros mo hocio E"l not-tt
S HRU Y VIOAl· "Nota. de arqueolog o coguntono Arch"o de Prcho>lorio l""anno VIl Voltn<'OO 1958 p6g\ 151-'53 y 167
rru•do ttn
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212
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•
7
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
puesto de hormogón forma.do por poedras y casquijo obtenido del desbaste
de canteras o piedras del río, cuyas medidas son l m. de altura por 0'90
de grueso; sobre este muro una holada de poedras blancas, llanas y pequeña~, de O' 17 m de altura, sirve para separarlo de otro muro de iguales
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características y medidas que hay encima, rematado por la correspondiente hilada de piedras de O' 17 m. La parte superior de todo este llenz:o
continúa estrechándose y la constotuye un muro de l '40 m. de alto por
0'65 de grueso, también de hormigón como las partes Inferiores. La al tu·
ra ~otal, por tanto, de este conjunto mural era de 5'44 m. cuando todavía
conservaba su, integridad en algunas partes que aún pudimos ver comple·
tas, disminuyendo el grueso del mismo a medida que gana en altura.
El muro interno es más bajo que el anteriormente descrito y es para·
-
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•
S. BRU Y VIOAL
lelo a él, con una separación entre ambos de 3'40 m en la parte todavía
existente, a la altura del suelo del circo. Como el externo, está formado
también por una base de sillares de piedra azul -en otras zonas, a lo
largo de su extensión, las piedras sue len ser de rodeno (14)- de 1'50 m.
de altura por 0'90 m. de ancho, el cual descansa, como el anterior, sobre
una cimentación de piedras irregulares con lechada de mortero. Sobre la
base antedicha va un murete de hormigón de 1'20 m. de alto y 0'65 m
de ancho que, seguramente, formaría el podium usual en este t1po de
construcciones (fig. 3, B; Lám 111, e, ángulo inferior izquierdo, donde va
marcado por flechas, Lám. IV, a y bl.
Entre ambos muros citados que circunvalaba, el circo en toda su extensión, corriendG paralelos y fom1ando su estructura principal, van unos
muros transversales (fig. 3, c., Lám. IV, a y b¡ de 0'50 m. de anchura, formando co11 aquéllos unos espac:ios cerrados ( 15), casi cuadrados (3 '30 por
3'40 m), que sirven de unión y refuerzo a los muros principales de la
construcción ( fig. 4 y plano de la Lám. 1, donde están perfectamente seña lados los ex1stentes a principios del s1 XIX, los cuales han subs1
glo
stido
hasta hoy, y que parece se extenderían por todo e l largo del circo) Estos
muros transversales henen una constituciÓn muy s1milar a la del muro
interno del circo, con el cual forman algunos de ellos un solo cuerpo en
los puntos de un1ón, y están formados por piedras medianas, de rodeno
en su mayor parte, desbastadas, sin guardar regularidad en el trabajo ni
en la colocación y unidas unas a otras por medio de cemento. Probablemente lrla sobre estos muros transversales la gradería, que debió ser de
madera, como ocurre en otros muchos edif1cios similares de diversas par·
tes de la romanidad (16); abunda en esta opinión el no haberse hallado
11
fJ41 Lo pled(a conoc1da en e1 poi$ pot rode"o" e$ un mmcrol 1ipico del Bunl ..sol"td ..
stetn medjo, compue$tO por un conjunto de orcilfas rojlz.as con olt~r-nanc:•o de arsnfscas~
E. DUPUY O~ LOME: "Mapa Geológico de España. Explicación de lo Ha] o núm. 1568
$ogunto", Modr1d, ]959, ¡x\g. 30.
{l 51 En estos espocios cuadrangulares creyó Polos que estaban los v•vefos o covernos
de lo~ fiaros, lo qua no d~ttlo de ser uno fontosfo de dicho autor. Lo ún,'"o mtsión de tos
muretes lr.onSversoles, perp~ndrculote5 o los d~ princfpoles, ero ahorrar moterlol v servir
de sosten y refuerzo de los grados. Aunque no ignoramos que en los lugares don9e nobío
un •olo edlfttlo de lipa ludlco --como en Sagunto- <Í'te mismo servlo para juegos d~
tod05 los espedes (los d~l nlpócfromo, CICCO y onfltaotro), no las dimM>SiOMS de la• o!Spaclos
del c1rco saguntino ni s:us cQrocterlsl'icos pe(rniten o'eptor lo opmlón de Polos.
PALbS Y NAVARRO, ob. clt noto 6.
1161 Lo existencia de grados de modero llra mó~ lre<:uente do lo que •~ele creer.
modelo o fq mayor POrftt de los constn..udos posfertormentc, los asientos de tos divisiones
:wpcrlor
-21-1-
[page-n-215]
9
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
el menor resto de bóveda en ninguna zona del circo, ni escaleras que
permitan suponer la existencia de una estructura permanente (en la flg.
3 indicamos por líneas de puntos la posible disposic1ón de la gradería del
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f!_....;K.;.¡.
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4.-Piant~
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espacio~ cuadrangulares
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gradcria del careo. (Escala 1 ; 100.)
circo, que apoyarla, sobre todo, en el saliente superior del segundo cuerpo del muro externo del edificio). Los muros transversales antes citados
suelen aparecer en otros monumentos de este tipo, como ocurre en el circo de Toledo, o en el de Artes (17), donde tampoco tienen comunicación
entre si, es decfr, que su única m1sión es de sosten de las gradas, puesto
que hasta la fecha no hay el menor rastro de praeci nctio o pasillo -abovedado o no- bajo estas, como suele haber en muchos de estos edificios.
Solamente en la parte posterior de la puerta meridional, estudiada en el
presente trabajo, hay un saliente en los sillares que forman el monumento (Lám. IV, a) que quizás formase parte de una pequeña zona abovedada Tampoco se ha encontrado hasta hoy la menor tra.za de escaterlllas
de acceso (viae), seguramente por la poca altura que tuvo la única graderla existente, e igualmente ninguna traza de posibles uomitoria.
En la parte oriental del circo se conserva en casi toda su extensión el
hemiciclo que cerraba el edificio por este extremo ( Lám. 11 1 e) y cuyos
,
muros no son más que la continuac1ón de los anteriormente descri tos.
1111 L CONSTANS· "Aries o n1oque", The.e, PoTo•, 19 2 1, póg . 236.
A GRENIER; " Monu•l d'Arohéologre Gollo- Romo~nc, Trol•lorne JlOrtl•. L Arch,tcctu•o.
11 Ludi el c1rcenses. lhéolr~. Amphi tneolres, CorQues". Poris 1958 oóg. 984.
215
[page-n-216]
10
S. SRU Y VIDAL
PUERTAS
Varias debían ser las del edificio, por así ocurrir en la mayor parte de
construcciones de este tipo, aunque en e l de Sagunto desconocemos su
posible emplazamiento, si exceptuamos las dos cuya posición no variaba:
la principal y la triunfal (pompae et triumphalis).
Actua lmente sólo conocemos dos de ellas por las que podemos cole·
,gir, de una manera aproximada, cómo serian las demás. De lo que fuera
la porta triumphalis (fig. 2, L y Lám. 111, e, lado izquierdo), situada en el
centro del muro semicircular de la parte oriental solamente queda el
hueco que en otro tiempo ocupó, cerrado por una pared moderna de pie·
dra. Chabret realizó en este lugar una excavación a sus expensas ( 18),
observando que a 1'30 m. de profundidad aparece el pavimento de la
puerta, con un suelo formado por grandes piedras azules que se extienden hac1 la meta B (fig.' 2). El hueco de la puerta tiene 2'8<1 m de ancho,
a
según testimonio de las quicia leras situadas a ambos lados de ella. Las
losas -nos dice Chabret- conservan bien claras las huellas de los carriles, con una separación de 1'70 m. entre ellas, y en el lindar de la puerta,
hacia el exterior de l edificio, están aún mas patentes los surcos con gran
desgaste de la piedra hacia afuera.
En 19S6, a l hacer las obras del alcantarillado de la calle de los Huertos, aparecieron, frente al emplazamiento de la porta triumphalis, dos
grandes piedras de forma prismática rectangular, estriadas por algunas
de sus caras, y cuyas dimensiones son 1' 1O m. x 0'50 m. x 0'48 m. y 1'29
m. x 0'50 m. x 0'48 (Lám IV, e y d) Estos sillares han sido atribuidos
a la indicada puerta del circo por algunos de los investigadores que los
v1eron en los días y lugar del hallazgo (19)
¡18) CHABRE.T ob. crt r>ota 2, vol 11, pag. 82.
( 19) Sin menoieabo de vsros o.p'"'ones, creemos corwen~eme tnd•cor que opr:oxmlado""'"t~ por el lugar del halte»:go y o. uno dlstonc10 ""mcjante de la pared oriental del cl
hortum ulrginum de
los dacumontos medlc•oles soguntmas (A. CHABRET FRAGA: "No•
r1'\énclotor d- fO!t calles, pta:os y puertos cntlguos y modl!rnos de ro c.ludod d11 Soguntof'
Votendo, 1901, póg, 60.
Tol ve::_ eJote pretend•do columbario
f'lO
serio otro c.oso qve un mithrocum p1óx•mo al
circo, pues •• bien conocido que 105 aurl¡¡as y pe..onal odscrlfo o 1 espeeláculos c"c:cr>0!.
ses fueton farv•ente5 odmircdores de Mifhro, No hay Que olvidar tampoco lo disposición
l'$Hiada de algunO> de las coros de estm p•edras, wmejontes o las que dlbu]ó Morióngelo
Accurslo en 1526 refirlendóse ol conocid<> sepulcro de lo gens •••gio jl!ibhoteco Ambro••ono de M• Ión. Cód•ee O, 125
'es juegos f úncbrC$ del mismo; tos píedras pudieron muy bien haberse desplcnado Uf\OS de·
cenas de metros, coso pos1ble y comprobado constantemente.. Y. por últunor qu~o par decu•
que los olrededore• del clfco, emplazam•enro de la VI<> Augusto, estaban roplelos de monumentos. s~pulcroles o no, y do edificios de votios tipOs, algunos de- les euoles qut~6 .se
fion depenc:te.n.c•Q$ OneJ05 ol m•~mo c•r~o.
Aetuolrr.enr• estos blc>ques ;e conservan en el Mu1oo Atquoológlco de Sogunlo
-216-
[page-n-217]
11
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
Respecto a la otra puerta (ftg. 2, letras G, H, 1, K, J). que stempre ha
llamado más la atenctón por ser la única conservada y visible en la parte
recayente al pueblo, no había sido estudtada detalladamente hasta hoy,
tal vez porque los lados superior y posterior estuviesen en su mayoría
ocultos por formar parte de una vtvtenda moderna adosada a la construcción antigua, de 1.:~ misma manera, la parte inferior estaba semitapada por
la acequia que pasa junto a ella En man:o del presente año, al realizar las
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1Escab 1 : 93.)
obras de limp•eza y nuevo revestimiento de dicha acequia, quedó al des·
cubierto la totalidad de la puerta -y gran parte del muro correspondien·
te, como se ha dtcho--, lo que urudo a la demolición anterior de la vi·
vienda adjunta nos ha permitido conocer con mayor detalle su estructura,
y aun realizar un¡¡ hipotética reconstrucción atendiendo a los elementos
conservados ( fig 5 y Láms. V y V 1, e y d)
Es te conjunto monumental adopta una forma prismática rectangular,
con una altura total de 4' 1O m , una anchura frontal de 6'2.1 m y una
-
2 17
[page-n-218]
12
S. BRU Y VIDAL
profundidad de 2'07 m. En el centro del plano frontal se abre el vano de
la puerta propiamente dicha cuya a ltura y anchura son 2'20 m . (20) y
1'20 m., respectivamente.
El monumento está formado por p1edras azules de gran tamaño tra·
bajadas a escuadra, y perfectamente asentadas, sin argamasa Preserytan
estos grandes sillares la particularidad de no guardar regularidad alguna
las hiladas de la derecha respecto a las de la izqu1erda --como puede
apreciarse en el dibujo de la fig. 5, donde están reducidas todas según su
tamaño, aproximadamente-- lo que posiblemente se debiera a dos épocas
distintas de construcción, bien por interrupción o por alguna otra causa.
El arqu1trabe de la puerta, en la parte exterior que miTa a la población,
adopta una forma curiosa parecida a la sección de un bonete con su porción central más elevada y las dos extremas rebajadas, sobre las que se
acoplan perfectamente los sillares adjuntos, los cuales están trabajados
de manera que se corresponden normalmente (obsérvese en .la fig. 5 la
caprichosa disposición de algunas de estas piedras) . La parte inferior de
todo este con junto está solada por grandes sillares planos de piedra blanca (Lám V), de anchura variable y 0'25 m. de altura.
En la parte posterior de la puerta, recayente al interior del Circo, uno
de los sil lares sobresale del plano vertlcal de la construcción (Lám. VI, e,
en último plano, a la derecha) adoptando una forma un tanto abovedada
por abajo, cuya exacta finalídad se desconoce . La piedra que forma eí ar·
qultrabe de la puerta no adopta la misma dispos1ción aquí que en la cara
anterior, sino que es lisa y está un poco rota en la parte de abajo, ta l vez.
por accidente (Lám VI, d) No he podido ver el suelo de la puerta en este
sector, por no haberse realizado hasta hoy ninguna excavación en dicho
lugar.
Sobre el plano superior de la construcción existen dos basas de piedra
formadas por sillares moldurados (fig. 6) - una mas completa que la
otra-, cuya finalidad se atribuyó hasta hoy a posibles estatuas sobre el
monumento [21) Después del detenido examen realizado en esta construcción, y vista la disposición de las piedras que constituyen estos arranques, creo más b1en que se trata de dos pilares -de 1'80 de base y 1'55
m . de cuerpo (vid. la planta en Lám. 1 B)- que, colocados sobre la puer,
(201
En mi cornunicocoón oi VIl Congreso Nocional de Arqucologlo Cob. cu,
na1o 1 del
presente trabajo) df unO$ 2 métros de alluro poro esto entrado* hoaen.do un c.ókulo opro·
ximodo, por estar entertodo. La med•da que doy ahora os le ~acro tomodo en obrll de
1962, durante lO$ dios que pe nnan-ec:l6 compfétame.nte v'sibh~.
121) LABORDE, ob. clt nota 8, pág. 89,
CHABRET FRAGA, ob. <11 not<> 2, vol 11, póg 81
-
218 -
[page-n-219]
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
13
la, controbUJrian a su monumentalidad, b1en med1ante remate en arco o
con arquitrabe y remate trianguiM, etc. (fig. 5)
No ha faltado quien ha querido ver en este monumento los testos de
un sepulcro (22), cosa no muy descclbell<~da SI miramos con deten1miento
su estructura tan diferente en lodo al resto de la construcción circense,
aunque hasta hoy no disponemos de suficientes elementos de fuicio para
poder compartir dicha teoría.
1'1g. 6.-Pcdil de la basa •ubSJ>tcntc en IJ pone
,upcrior de lu
puuta mcndoon.1l
Laborde reprodujo (Lam. 1, A) lo puerta aqul estudiada un poco mas
elevada de lo que en realidad está respecto al suelo del circo, así como una
construcción aneja de época posterior construida sin duda aprovechando
parte de los sillares del monumento Tal vez esta disposición, que no sub·
soste actualmente, hiciese creer en la probabilidad de ser un sepulcro mo·
numental (2.3)
1221 E HUBNER "Esrrono del Bulle uno dell'l.rotulo do con
vol. 11, póg,. 87 y 99.
(231 LABORDE, ob. "'' noto 8, vol . 1 pog 89 y lomono CVI
210
[page-n-220]
14
S. BRU Y VIDAL
SP 1 N A
Como en todos los edificios de este genero, la spina del circo de Sagunto está s ituada en medio de la a rena, a la que div ide en dos porciones a largadas no completamen te iguales, puesto que corre en posición un poco
obl icua respecto al eje central del circo. En la parte occidental, a la a ltura
del alba linea (fig. 2, E-R) que es donde existe el máximo de oblicuidad,
las distancias de los muros de la spi na al podium correspond iente, son de
ÍB m y 3 1 m. respectivamente (24).
La spina esta constl h.uda por dos muros paralelos de hormigón y pte·
dras (fig. 2, C-D y E-F), con una separación entre ambos de 3'40 m, y
cerrada en sus ex tremos por otros dos m\Jros transversales (fig. 2, C-E y D·
F) de 4'50 m. de longitud máxima, de modo que e l conjunto forma como
un cana l alargado de 190m. de longitud (25) Los (nuros que constituyen
la spina tienen 1'25 m. de altura sobre el nivel de la arena del circo y un
grueso de 0'55 m. (fig 7, sección total de la spina ); sobre estos muretes
iban unas piedras blancas, llanas y trabajadas a cincel, de 0'65 m. de ancho
(fíg. 7, A B C D, y Lám VIl, b), según se desprende de los restos hallados
en las excavactones realizadas en 1948. El suelo tnterno de la spi na no es
llano sino que forma una convexidad Tanto este suelo CO(nO los costados
tnternos de los muros que forman la spina están recubiertos por el cernen·
to característico de las cisternas romanas, que tanto abundan en Sagunto,
sobre todo en la antigua acrópolis. De la misma manera, el ángulo ínter·
no formado por los muros y el suelo de la spina presentan este cemento con
la convexidad típica de las construcciones htdráuhcas (fig. 7, F y Gl (26).
Esta especial dlsposicíón de la spina de l circo saguntino, hueca por
dentro, no es privativa del mismo, sino que existe en otros edificios siml-
(24t Nmguno de cuoJltOS han et
r~pecto o ~to c1ose de cons1ruetíones. COmo se sobe, este trozado obllc1.10 ero rnte.ncionol,
4;0n el ffn de dar moyor espoc•o o los corros al emprender lo c;:orreco.
f15}
Por no haber $ido
poro conocrl!r
5>1
ex~ovodo
en todo
5\.1
e>ttens1ón, carecemos de dotós .s.ufrci~ntes
este conol erQ eontmuo o tenia alguno lnterrupcrón, como $Olla oc:urrir en
ra.s spinoe de algunos circos romanO\. cuyo
~cclón
c.ro moctto.
t26J Estos convcxu:!odcs EO, muy e~m•entes. en los depOS•Ios de og\.lo y c1stemos1 tan ..
lo cntfguo\ como medu:vo1L"S, de Sogunto y 'iOn c-onoc:idcs en ~1 pofs cqn el t'lombre d~
"olornbors.".
-
220-
[page-n-221]
CIRCO ROMANO DE SI\GUNTO
15
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J
.~
1
1'111. 7.-Socxión de la sparna y
plonaa de uru basa.
lares como el de Majencia en Roma (fag S), en el cual está ahuecada en
toda su extensaón (27), o en el circo representado en el mosaico de Lyon
(figura 9). en el que está constituida por dos e a na 1 es bordeados de
muros, formando dos largos rectángulos en tre los cuales hay un obelasco
...
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~c=~~~·c:~====~~~==::~
Fi¡. 8.-l'ltanm dcl circo dt Mo¡endo.
y delfines que vomitan agua (28) Esta disposición debió adoptarse en gran
número de careos para cubnr las necesadades del mismo -nego de la arena, cuidados de los animales, de los hombres, etc.-; es la que algunos es-
1271
PASCAL, ob. el! noto 16, pág. 1 192.
(2.81 A. BLANCHET. "lnoenlolre des m0$o1que> de la Goule. 11 Lugduno•lt> Bclg•quc
•• Gorma•no". Pori 1909, p6g. f>, noto 712 v grabado.
PASCAL ob cot nato 16, ~. 1 192, flg. 1523.
GR.ENIER, ob. c•t noto 11 págs. 979-982 y fig, 32.2.
V~ la btbhogrot•o $0b1e rcpc-~ntoc•onti c•rcenses. en 1~ rrmsou:os l"f'l
MEUDA, ob c•t noto 12 !"El Arte en &paño "1, PUIG 1 CADAFALCH, ob c•t nolo 12 y
L A. CONSTANS. '' M,oso,quc d~ Corthoge rf1)r~wnlon1 le teux du Clf'QUC", Rrvue
Archéolov-e, Poro•. 1916, ~- 2.47-259.
A. S'ALIL "Mo.aocoo corctnses de Boocelono y Gerona", B.~.A.H, CLI, Modttd 1962,
POgt~ 257-352
-
221
[page-n-222]
16
S. BRU Y VIOAL
crltores designan con el nombre de euripus (29) Otros c~rcos solian tener
este euripus bajo el graderío, cuando el tamaño y altura de éste lo permi tía.
Laborde fue el único de cuantos se han ocupado del circo de Sagunto, que
vio o adivinó la forma pecu liar de esta spina, aunque no lo expresara gráficamente en sus interesantes grabados (30).
Fig. 9.-Mosaico de Lyon. con repre..,nmción de un circo.
En el intenor de la spin.a o, mejor del euripus, han aparec1 a lgunas
do
basas cuad rangulares (fig. 7, J' K', sección; H IJ K, planta} que posiblemen·
te servirían de pedesta l a los diversos objetos que adornaban esta parte
del círco· obeliscos, estatuas, columnas, fuentes, altares, trofeos, edículos,
etcétera, de los cuales algunos no eran más que una simple decoración y
otros tenian un destino especial relativo a los juegos o carácter religioso
-<
de las basas indicadas que hemos visto completa (Lám. V \1 , e) era rectan·
{29J Una disposftlón .similor parece hmer la 1pina d~l c•rco repres.encado en d mosaitO
de Gerono. Véose PUIG 1 CADAFALCH, ob cil, noto 12, pógs. 218-220
Tertull. De •poct., 8
Cic. bo l cg., 11.
1
(30J LABORO E, ob. cit f10ta 8: "lo spino creuiée en forme d ouge. tcnoi t quelquefols
b•etl de (e conol appelé curipo.." ¡póg. 881. "Aujourd'hul ce mur (el dol .circo de Sogun·
fo, naturalmente) esT bo1g11C dons fOUte so longueur par un canal d'lrrigat•on derive de lo
rivu!!re. Rien n'empCchc de crolfe que ces eaux po.ssotent outrefots en dedor.s m~~ du dr-
que, bt qu'clles iormoicnt f'euripo .. " (póg 89).
t31) PASCAl, ob. Cll. nOI~ 16, póg. 1.191
J. de C. SERRA RAFOLS; "El marcador en el• JOG del Circ", •n Anuar~a del Cuotpo
Facuhollvo de ,-.rchiY'eros, Bibllotecorios y Arqueól0905, vol. 1JJ del Homenale a Molida
Modrid, 1935, pó9s. 165-115.
-222-
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1
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
17
guiar, formada por mortero y p •edras pequeñas irregu lares traba¡adas solamente en su cara externa y sLis medidas eran 1 m. x 1'25 m. Tal vez.
si se hubtese excavado metódicamente la spina hubieran aparecido muchas más y alguno de los símbolos que sobre ellas se colocaban,
Por la parte baja de los muros que forman la spina y en su cara exter·
na, al nivel de la arena, corre a lo largo de cada muro una hilada de sillarejos planos que sobresalen 0'07 m, de aquél (fig 7, E y L; Lám. VIl, e
y d, donde se apt
Como suele ocurrir en gran parte de los circos romanos (32). las metae
del de Sagunto no formaban parte de los extremos de la spina sino que
eran exentas y un tanto separadas de ésta -En el presente caso a una
distancia de 2'70 m. - levantada sobre una base semicircular de piedra.
La de la parte occidental (fig 2, A) o meta secunda (33) se conserva
-o conservaba, cuando tuve ocasión de fotografiarla, en marzo de 1949en perfecto estado (Lám. VIl , e y d) y está formada por grandes sillares
de piedra azulada, irregulares pero bien trabajados, formando un her·
meso conjunto de 0'68 m. de altura y 4'80 m. de diámetro, todo el cual
descansa sobre una plaraforma de piedras llanas muy parecidas a las que
corren por todo el largo de la spina, como ya se indicó. Entre cada meta
y el correspondiente extremo del euripus hay una base plana y rectangular de piedras y cemento cuya longitud es de 1 m. y cuya anchura es la
m1sma que la de la spina. No conocemos su exacta fina lidad, aunque tal
vez sobre ella fuese algún obe lisco u otro objeto de tos que solfan colocar·
se en estos lugares.
La otra meta, situada en el Extremo oriental - meta pri ma (fig. 2,
Bl- está muy destruida y solamente se hallaron algunos de los sitiares
que la formaban, aunque fragmentados (Lám. Vil, a).
DESAGüES
En el muro exterior del circo, y en su parte septentrional, se veían
hasta hace poco dos desagües que actualmente están enterrados bajo la
pista nombrada más arriba. Uno hacia e l N E 1fig. 2, N, y Lám. VI, a) y el
l321
t331
PASCAL, ob. ' '' noto 16, pag 1 190,
Meto prima, como se sabe, ero lo mas prox•mo o lo extrem1dod semtctrcular
del Cln:;O par ,,. oqu.illo dond< los cor~os debían girar por primera ••~ al Iniciar lo carrero, la rtlcto 5ccundo s-e hollobo ol o tro extremo de la spina, rrent~ o lóS carcetet. Debr
corrcg~rse por tonto, el error en q\if< cayO m1 •lu:stre cntecesor en el cargo de CrontsJa
de Sqgun1o don Antonio Chobret Fraga, cuando al hablar de lo puerto oriental a~n I>Oy
conservado
y esludioda mós arribo- dice que estó levanlodo "frente o los segundos
1
metos. ' cuando '--'"" reotldod lo c3Stó frenrc a lo meto primo.
-
223 -
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S. BRU Y VIOAL
18
otro unos 130 meh"os más hacia occidente (fig. 2, M y Lám. VI, b) Am·
bos desagües atravesaban los muros externo e interno del ci rco por su
parte inferior siguiendo una trayectoria perpendicular a los mismos hacia
el río.
Chabret vio el primero de estos desagües (34) y recogiendo una hipó·
tesis de Palos creyó que por él se verificaba la salida de aguas «a la terminación de los juegos de la naumaquia». Después de repetidas observa·
clones (35) y aunque no 1gnoro que a falta de anfiteatros -que era don·
de en realidad se celebraban alguna vez naumaquias- podían realizarse
determmados espectáculos en los circos, creo que la finalidad de estos
conductos o cloacas era la lógica de servir de escape natural del agua que
pudiera acumularse en el interior del circo, bien por los cuidados normales de limpieza, bien por lluvia o para la renovación constante del agua
del euripus. Por otra parte, el suelo del circo, o sea, la arena propiamente
dicha, no sugiere la posibilidad de realización de naumaquias en este circo
debido a la excesiva permeabilidad del suelo.
CARCERES Y PUERTA PRINCIPAL
La úntca parte del circo sobre la que hay un completo desconocimiento es la de las carceres. En la lámina de Laborde reproducida en este trabajo (Lám. 1) aparece una pared un tanto angulosa que bien pudiera estar
construida so\>re las substrucciones de la occidental del circo, puesto que adopta una forma semejan te -aunque no igual- a la usada en
este tipo de edificaciones. No obstante, al dar la longitud del circo no
concret<> la med1da sino que la dio de un modo aprox1mado -1.000 a
1 100 pies castellanos= unos 306m.-, por no considerar el muro existente en su visita a Sagunto como el correspondiente a las carceres (36).
(3'1 1 CHABRET FRAGA: Ob.
t~nor ~ hacia su extremo oriental, un c.onducto de tontería cuyo dcstmo lgnorábomos1 y
descubriendo todo su trayecto, vímos que desde el pavimento o ort~na d.el Clrco recorre
todo el espoc•o comprendido por lo graderío hasta desembocar en el 1io.
todo eJ formo-
do de mompo•leria, ler¡ler¡do 0'48 m. de ancho por 0'65 m. de altura''
(351
Hacia l940 recordamos haber vl\to un tertor de
toln'l~l"'te-.,
d~ la gran pue.. to, sobre la que
$e
encontraba el polco
det edlttJr .spectocuforum, y .$0Uon
e.stot flanqucodot por dos torres! denominándose oppidu., e-1 conJunto d~ esto construcclón extremo deJ d re;o o causo ae fa analogía de aspecto con los muraiiQ5 d~ uno qludod
fo!lltlcodo En el pleno hemos dado ol emploromienta de lo< hlpoléllcos corcoros lo obiiCLhdod ca.roc:tC!rÍ.!iti<:o de todos los- circos. y que respondo a lo necesidad de estor situadas
todos.- JO$ puerta$ de las eo re eres equ\disto.ntes- del albo Hnco.
-224-
[page-n-225]
1
CIRCO ROMANO DE SAGUNTO
19
Fue·a de esta única referencia no tenemos noticia alguna de esta parte
del circo, desde donde tenía lugar la sa lida de los- carros y donde se hallaba la porta prin,ipalis o porta pompae en la parte central de este cuerpo de edificación (fig. 2, T -5, donde va representado por tra;z;os separa·
dos, por ignorar su tra.:ado exacto). Los únicos restos que hemos podido
ver en esta zona, al realizar obras del alcantarillado público en 1956, en
las inmediaciones del Grupo Escolar emplazado sobre la parte occidental
del circo, no nos permite sacar otra conclusión que la del posible emplazamiento de las carceres de este monumento, emplazamiento que coincide con el lugar que teníamos calculado para el mismo
DIMENSIONES DEL C IRCO Y CAPACIDAD
De cuan tos estudros o notocras conocemos sobre el circo de Sagunro
y sus medidas, la más digna de reflexión es, sin duda, la de Tormo, quien
le da «unos 350 metros» de longitud r37). En cuanto a los demás, nunca
me convenderon las longitudes que los diversos tratadistas dieron al circo
saguntino (38) -muchos de ellos cop•ándose unos a otros- por no con·
siderarlas proporcionadas ni ajustarse a la realidad. Los grabados de Laborde vinieron a reafirmar mis suposiciones, las cuales se apoyaban en
observaciones e lnvestigac•ones propias y en el estudio detenido de otros
circos del imperio romano. Conocida de siempre la situación del hemiciclo
oriental, con la porta triumphalis en su centro y descubierta en 1948 la
meta setunda, habia ya una referencia exacta con que trabajar: los 234
metros que van de la puerta orien tal a la mera occidenral Eran conocidas
también las proporciones de la spina y la anchura del circo, lo que todavía
puede comprobarse. Solamente quedaba entonces por conocer la longitud
máxima del edificio, hoy perdida, y no señalada con exactitud por ningún
autor, por desconocer el extremo occidental del monumento.
!37) E. TORMO MONZO ··Lcvont<'" Guias Colpe, Modrod, 1923 pag. 171. No
sobemos '!in qu.: se fundome11tarfa csle autct para dar la c1toda dtmen$'on o Mte c;lrc-o O.'l
192.3, aunque suponemos usorio el m~mo mélodo déduetivo que nos sirvió poro dar las
nuC$trcs anteS: de! encontrorsé Jos restO$ que vimos. en 1956 {frogme!"rD!i de cimentación
de los posibles resiO$ de muw.. del oppidum del circo). No o~!Dnt.,, hoy qu" tener en
cUcota que lo meto Jecundo no se descubrió hosto 1948. lo qut! hoco m6s. voUosa lo opiniól\ del Sr Torm<>
(38) He Qquo los dfferenr~ medodos que se hon dado del c¡rco oogun(ino por diver
...,. outorll$ ( IC$ demtis se han llmnado o copiar o uro u CITO de los oqc.JI RñolodO!.)
Polos: 1025 polmo• ~ 326 ]>Olmos
235'98 m. x 14'98 m
Mor!¡ (Ceón, Boox y Lumiqres lo cop1on): 550 posos x 114 paso,
Loborde; 1.000 a 1.100 pie• " 262 pie<
306'50 m • i2'S3 m.
Chobr Torm<>: 350 meloO$ de longotud lno es¡>ecofo
-
225
[page-n-226]
20
S BRU Y VIDAL
La comparación de éste con otros circos romanos y los planos a escala de los restos existentes me resolv1eron la incógnita de su long1tud total. Dando una profundidad de 6 metros a l recinto de las cnrccrcs, por
comparación con otros monumentos similares (39), creo que e l circo de
Sagunto media 35"1 m. de long1tud máxima contando desde la porta
t riumphalis a la parte exterior de las careeres u oppid um. Su anchura
máxima es de 73'40 metros, contando desde la parte externa del muro
meridional a la también externa del septentrional
Teniendo como correctas las medidas dadas en el presente trabajo
--y así lo creo, puesto que poseemos elementos seguros en que basamos,
como se ha 1ndicado más arroba-- y dando como pos1ble el numero de
gradas supuestas, de acuerdo con la distancia entre los muros 1ntemo y
externo del circo, cabe suponer que éste tendria capacidad para unos
10.000 espectadores, es decor, un número aproximado al calculado para
el teatro que se hallaba situado en la falda de la colina sobre la que se
as1enta Sagunto
•
Esto es cuanto podemos exponer sobre e l circo romano de Sagunto.
No se me oculta que unas excavaciones científicamente realizadas servirían todav1a para aportar muchos datos interesantes y para resolver más
de una incógnita acerca del monumento. Una de éstas, quizá la mayor,
es la de la época de su construcción, muy dificol de averoguar basandose
tan sólo en lo subs1stente
En una ciudad como Sagunto, donde se conserva una colecc1ón epigráfica de las más Interesantes y extensas que se conocen en el mundo
romano, y que constantemente continúa engrandeciéndose con numero·
sos hallazgos, ni el teatro ni el circo han tenido la suerte de otras ciudades que han visto aparecer Inscripciones que pudieran arrojar alguna luz
sobre la época de su erección. Creo, no obstante, a la vista de las cons·
trucciones y de los pocos restos cerámicos que he visto aparecer en algunos sondeos ocasionales, que el circo saguntino debió levanta1se poco
tiempo después que el teatro, es decir, entre los últimos decenios del siglo 11 y comienzos del 111, lo que no debe extrañar, ya que es suficientemente sabido que los espectáculos circenses tuvieron su apogeo bien
avanzado el lmperoo, y aun una perduración que sobrepasó los lim1tes de
éste (40)
¡39¡
Ve sobre lodo. lo btblo()9rat;a expuesta en lo nalo 12
HO) Le& espect6cuto! c•rctn«"S tuv•eron uno mayor duroc100 qu~ lO\ ft!QirOie~- como
~ so.bu:fo, v osí !.4! del-prende de otguno~ elfos de autores ontlgúOs:
S•don APOII. Epilt. 1, 11, 10.
Procop. De bello gothico, 111 33, 5.
Augu
-226-
[page-n-227]
BRU Y VJDAL.-clrco de Sncunto
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[page-n-228]
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a) Conjunto dd muro mcndtonal puesto al
[page-n-229]
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BRU V VLO>\L. -Cir<·o ele Sn¡;-unlo
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e
a) y b) Aspe<:to que prc•entnbn el muro kptcntrional en 1953. (Foros Bru.)
e) Parte del hemiciclo oriental aerunlmenre c:on~rvado. (En el ángulo inferior iz.qu•erdo
nnorn el podium dd muro inrerno.) (Foro S. f. 1'.)
[page-n-230]
BRU Y VIOAL. -Clrco de Sagunlo
LAllf . I V.
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