Nuevos restos humanos de la Cueva del Parpalló (Gandía, Valencia)
Mª Dolores Garralda
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MARIA DOLORES GARRALDA
(Madrid)
Nuevos restos humanos de la C.ueva del Parpalló
(Gandía, Valencia)
En diciembre de 1974, al ordenar la colección Vilanova y Piera que
se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, apareció un lote de
materiales procedentes de la cueva de El Parpalló, entre los que se identificaron una mandíbula y cuatro piezas dentarias pertenecientes a un
ser humano, que nos fueron entregadas por el Dr. Almagro para su
estudio.
De la colección Vilanova y Piera ingresaron en el Arqueológico N acional en 24/12/ 1867 (Donaciones, Libro I, folios 3 y 4) por donación
del propio Vilanova, algunos materiales procedentes de diversas cuevas
de la región valenciana, entre ellas la de El Parpalló. Otros materiales
de dicha colección se encontraban en el Museo Antropológico Nacional,
dando de ellos noticia Fletcher (1945), quien menciona una mandíbula
y varios dientes humanos (números 391 y 204 de Vilanova) como procedentes de El Parpalló. Al pasar estos materiales en 1942 al Arqueológico Nacional, recibieron el número de registro 8356/42 la mandíbula y
8296/42, 8314/42, 8330/42 y 8343/42, los dientes (Gil Farrés, 1947),
siendo éstas las piezas que a continuación estudiamos.
El profesor Pericot (1942) hace referencia a las prospecciones que
realizara Vilanova en la citada cueva y a juzgar por la descripción que
éste hace de sus exploraciones (1872 y 1893), cree Pericot que fue en
la galería izquierda donde se encontraron «en gran abundancia los huesos fósiles y los cuchillos y cascos de pedernal».
Una de las cajas que contenía los materiales del Arqueológico lleva
la etiqueta de «solutrense-magdaleniense» y la otra de «magdaleniense»,
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2
M.a D. GARRALDA
letreros que fueron puestos cuando estos materiales estuvieron expuestos en las salas del Museo, pero en opinión de Moure, que colabora con
el personal del Arqueológico en la selección de materiales para las salas
del Paleolítico, no existe ningún instrumento característico del Solutrense en la primera de las cajas citadas, que fue en la que aparecieron
los restos humanos. El escaso material lítico es muy semejante en ambos
lotes, destacando entre ellos unos pequeños raspadores en extremo de
hoja, muy frecuentes en los niveles magdalenienses del Parpalló.
En este mismo yacimiento aparecieron, durante la excavación de
Pericot, un cráneo completo y un fragmento de la cabeza del húmero de
un individuo juvenil, probablemente femenino, a que luego aludiremos.
Vamos ahora a proceder al estudio de los restos humanos de la colección Vilanova:
I
MANDIBULA
( Parpalló 3)
A.-Descripción.-Solamen te se conserva de ella (Lám. I) el cuerpo
mandibular derecho, hasta el alvéolo del tercer molar y el correspondiente
a los dos incisivos y el canino del lado izquierdo, quedando aún «in situ»
la raíz del segundo premolar derecho. Hay pérdidas de sustancia en la
cara externa y múltiples pequeños resquebrajamientos tanto en una como
en otra cara. El hueso está muy fosilizado, presentando un sonido casi
cristalino.
El tamaño del cuerpo mandibular es pequeño, grácil y estrecho, con
el borde inferior convexo, levantándose en la región mentoniana, también fina y sin apenas rugosidades. La sínfisis es baja y el mentón puntiagudo y saliente; el agujero m en toniano derecho, único que sería observable, ha desaparecido a causa de las pérdidas de sustancia de la cara
externa. A juzgar por la parte conservada, la arcada alveolar tendría
forma parabólica.
En su cara interna se aprecia la fosita submaxilar poco profunda, al
igual que la sublingual y las digástricas; la línea milohiodea (o línea oblicua interna) está también poco marcada. Las apófisis geni están unidas
de dos en dos y son bastan te salientes.
Las medidas fueron obtenidas según la técnica de Martín; las únicas
que pudieron ser tomadas son las siguientes:
-38-
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3
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
Angulo sinfisario
Altura de la sínfisis
Espesor de la sínfisis
Indice de robustez
Altura del cuerpo (entre M1 y Mz)
Espesor del cuerpo (entre M1 y Mz)
Indice de robustez
Altura del cuerpo (entre P1 y Pz)
Espesor del cuerpo (entre P1 y Pz)
Indice de robustez
83°?
26'5?
12
45'28
24
11'5
47'91
28
8
32'14
Los índices de robustez son de valores bajos, en especial el elaborado
con los diámetros tomados entre los premolares, el mas corrientemente
usado. Podemos pues concluir que se trata de un ejemplar femenino, en
el límite entre la edad juvenil y la adulta, dado que emergió el M3 derecho,
cuyo alvéolo muestra los bordes bien delimitados. Su pertenencia a Horno
sapiens sapiens no ofrece lugar a duda, a la vista de las características
morfológicas que acabamos de describir, así como de su gracilidad y dimensiones.
B.-Comparaciones.-Vna de las comparaciones más interesante que
hubiéramos podido hacer sería con la mandíbula del ejemplar hallado
entre los niveles Proto-Solutrense y Solutrense del Parpalló, durante la
excavación de Pericot; lamentablemente hasta hoy, solamente había publicadas sobre él unas breves notas descriptivas (Alcobé, 1942 y 1954),
sin ningún dato métrico. De ellas puede concluirse que dicho ejemplar
pertenece también a un individuo femenino, de edad semejante al estudiado por nosotros, teniendo ambas un mentón bien acusado. En el presente volumen A.P.L. se publica un más amplio estudio de este cráneo,
por Thomas Bubner.
Aparte de la mandíbula de este ejemplar, Parpalló 1, hasta ahora, no
ha sido hallada en la Península Ibérica ninguna otra perteneciente al
Paleolítico superior, con la excepción de un pequeño fragmento de la cueva de Salemas (Ferembach, 1965) que ningún dato de interés aporta por
pertenecer, además, a un adolescente, y de la encontrada en la cueva de
la Carigüela (Píñar, Granada).
Se trata de una mandíbula bastante bien conservada, perteneciente
a un adulto masculino y hallada en el nivel 2 del citado yacimiento que
contenía, según García Sánchez (1960), una industria musteriense con
débil influencia auriñaciense, si bien hay serias dudas acerca de la presencia de esta última industria (Almagro et alii, 1970) y de la verdadera
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M .& D. GARRALDA
situación estratigráfica de los restos atribuidos al Paleolítico superior,
dadas las condiciones de la excavación de Spanhi en que fueron hallados.
Vamos ahora a compararla con !a estudiada por nosotros.
CUADRO NUMERO 1
Medidas e índices de algunas mandí bu las del Paleolítico super ior
r ar palló 3
(*)
Abri Pataud
Arlay
~
Altura de la sínfisis
Altura del cuerpo (P 1 P 2 )
Espesor del cuerpo (P 1-P2 )
Indice de robustez
Angulo sinfisario
Car igiiela
d'
~
d'
26'5
28
8
32'14
83•?
31
32'5
-
11
33'8
81·?
29
15
51'72*
87°
31'5
35'5
10'5
29'5
69•
Calculado por nosotros a partir de los datos de Vallois, 1959.
En el cuadro número 1 figuran los datos métricos susceptibles de
comparación en ambos ejemplares que son muy parecidos, a pesar de que
hemos de tener en cuenta el dimorfismo sexual, dado que el ejemplar de
la Carigüela es de un adulto masculino de unos 25 o 30 años de edad.
Ambas tienen la sínfisis baja, y tanto el índice de robustez como el ángulo sinfisario presentan valores muy semejantes.
En segundo lugar podemos compararla con la mandíbula del ejemplar del Perigordiense final hallado en el Abri Pataud y estudiado por
Vallois (1959). Se trata de una joven de unos 15 o 18 años, pertenecie!Jte,
a juzgar por todos los caracteres morfológicos de su cráneo, a la raza de
Cro-Magnon. Su mandíbula, según el trabajo de Vallois (1959), es mas
robusta que la descrita aquí por nosotros, siendo considerablemente mayor
el índice de robustez. El saliente del mentón es, por el contrario, menor
que el de Parpalló 3, teniendo la sínfisis mayor tendencia a la verticalidad, como claramente demuestra el valor del ángulo sinfisario de Broca.
Por último la compararemos con una mandíbula, datable, como la
nuestra, del Magdaleniense, encontrada en el yacimiento de Arlay y
estudiada por Ferembach (1954); dicho ejemplar es masculino, al igual
que el de la Carigüela, por lo que tampoco es de extrañar su mayor robustez y altura de la sínfisis y del cuerpo, así como el menor valor del
ángulo sinfisario, a causa del saliente del mentón, más acusado en el
sexo masculino. El índice de robustez indica un valor inferior al hallado
por nosotros para Parpalló 3, sin duda a causa de la mayor altura del
cuerpo mandibular.
-40-
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5
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
C.-Conclusiones.-Al estudiar García Sánchez (1960) la mandíbula
de la Carigüela cree posible relacionarla con las del subtipo de los cromañones orientales, que comprende las formas Predmost, Obercassel y
Combe-Capelle, mostrando mayores semejanzas en especial con las de
este último ejemplar.
Dada la gran similitud que existe entre la mandíbula de la Carigüela
y la de Parpalló 3, podríamos sentirnos obligados a pronunciarnos favorablemente a la atribución de nuestro ejemplar a este tipo racial, pero
somos también conscientes de las limitaciones que un dato tan pequeño
I!OS obliga a tener en cuenta.
Tal vez pudiera ayudarnos a resolver algo de esto el estudio detallado
y minucioso que se merece el ejemplar Parpalló 1; debemos tener presente que en la nota que sobre él hizo Alcobé (1942, 1954) indica que dicho
ejemplar «no discrepa esencialmente de la tipología humana del Paleolítico superior europeo», encontrando en la mandíbula algunos caracteres,
como el aspecto algo primitivo de su rama ascendente y el ángulo mandibular, que «no difieren esencialmente de sus homólogos en los cráneos
de Combe-Capelle y Brünn Il».
La presencia en la Península Ibérica, durante el Paleolítico superior,
de ambos tipos raciales, Cro-Magnon «Sensu strictu» y cromañones orientales, ha sido ya señalada por nosotros (Garralda, 1974), persistiendo
sus caracteres en numerosos ejemplares de épocas más modernas (Fusté, 1957; Garralda, 1974).
II
MOLARES
(Parpalló 4)
Las piezas dentarias que nos fueron entregadas son cuatro molares,
a cuya descripción procedemos a continuación; en el cuadro número 2
figuran las dimensiones de todas ellas:
CUADRO NUMERO 2
Medidas de los rnolares del Parpalló
.4.
Altura total
Altura de la coron~
Longitud de la cor<>na
Anchura de la corona
B
e
D
20"?
26
25
19?
7
7
7
10
10'5
-41-
6
5'5
11
-
11
12
-
10
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6
M.a D. GARRALDA
A.-Tercer molar superior izquierdo (Lám. I). Es de gran tamaño y
robustez como indican claramente sus dimensiones. La corona posee tres
cúspides grandes y una muy pequeña, por lo que puede incluirse dentro
de las formas intermedias entre 3 y 4 cúspides. Solo hay un pequeño
desgaste en la cúspide lingual, siendo imposible apreciarlo en las dos
labiales por estar el esmalte algo deteriorado. Las dos raíces labiales
están unidas entre sí, como suele ser Jo más corriente en este molar.
B.-Primer molar superior izquierdo (Lám. I). Las mediciones dan
también idea claramente de su gran tamaño y robustez. La corona tiene
cuatro cúspides y la superficie masticatoria tiene muy poco desgaste para
tratarse de un MI; so lamen te en tres pequeños puntos la abrasión ha
expuesto el marfil (tipo III de Broca). Conserva entre sus raices, muy
desarrolladas y fuertes, un fragmento del maxilar en que estaba situado.
C.-Primer molar superior derecho (Lám. 1), del que solamente quedan las dos raíces del costado labial y la región de la corona inmediatamente superior. La rotura deja al descubierto la cavidad pulpar, que se
aprecia bastante grande, como corresponde a una persona joven a la
que, indudablemente, debió pertenecer. Apenas hay huellas de desgaste
en el fragmento de la superficie masticatoria conservada (tipo 11 de Broca). Las raíces son también largas, pero no tan robustas como las del
MI anteriormente descrito.
D.-Segundo molar inferior del lado izquierdo (Lám. 1). La corona
tiene cinco cúspides y el dibujo es del tipo Y (esquema dryopitécido);
está poco desgastada y no aparece en ningún punto el marfil expuesto
(tipo 11 de Broca). Sus dimensiones son menores que las del M1 completo,
como ocurre siempre, resultando también algo robusto. La raíz del lado
mesial está rota a poco de su arranque, dejando ver la cavidad pulpar,
claramente visible como corresponde a la edad de la muerte del individuo
a que perteneció; la raíz conservada es ancha y robusta. Hay una pequeña caries en la cara vestibular, a media altura de la corona.
Comparaciones.-Al igual que decíamos antes con respecto a lamandíbula hemos de volver a repetir aquí que son muy escasas las piezas
dentarias del Paleolítico superior halladas en la Península Ibérica, y
menos aún las publicadas.
Solamente podemos contar con las de la mandíbula de la cueva de la
Carigüela (Píñar) a que ya nos referimos. En ella (Garcia Sánchez, 1960)
los únicos dientes presentes son los tres molares derechos y los dos primeros izquierdos; los M2, únicos susceptibles de comparación con uno
de los estudiados por nosotros, tiene 4 cúspides, en vez de 5, y sus dimensiones (cuadro número 3) son muy parecidas a las del M2 del Parpalló.
-42-
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7
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
CUADRO NUMERO 3
Dimensiones de b corona dentar·ia
Carigüela
Parpallú
Izq.
Ml
M~
M,
Í Ancht,ra 11
Longitud
12
¡
Longitud 10
Anchura 10'5
) Longitud 11
Anchura 10
Paleolític'J superior
·X
Dcho.
Neolítico
Edad
i'vledia
n
X
Ampl.
variac.
-
X
X
29
30
10'74
12'06
9'6-12
11'3-13'3
10'48
11'76
10
11'22
·-
-
-·
-
-
-
-
-
-·
-
13
13
9'46
11'69
8'8-11'1
10'5-13'3
9'47
10'91
8'32
10'13
10'5
10
11'4
10'7
10'9 43
10'3 43
11'15
10'87
9'2-12'8
9'6-12'4
10'05
9'88
9'96
9'72
-
Ya del Paleolítico superior del resto de Europa, en su mayoría de
yacimientos franceses, sí tenemos datos a que poder referirnos. Brabant,
especialista en el estudio de la dentición humana, ha resumido sus numerosos trabajos sobre el tema en el que a continuación vamos a citar.
Según Brabant (1970) el M1 tiene, en el 100 % de los ejemplares
observados, cuatro cúspides, al igual que el ejemplar de Parpalló; el
M3 tiene tendencia a presentar 3 ó 4 cúspides, como es el caso del aquí
descrito, en una proporción bastante importante que va aumentando, a
lo largo del tiempo, hasta alcanzar, hoy en día en un 80 o 90 %. En
cuanto al Ma en la mayoría de los casos presenta un tipo de 4 cúspides,
bien como Y 4 ó + 4; solamente un 1 ó 5 % presentan 5, como es el caso
del aquí estudiado, siendo considerado como un rasgo de primitivismo.
Sobre la frecuencia de caries en el Paleolítico superior, Brabant (1970)
indica que, si bien existía ciertamente en este período, las frecuencias
en esta época son muy débiles, dependiendo notablemente de la duración
poco elevada de la vida humana.
En el cuadro número 3 figuran los datos de las dimensiones de la
corona de las series de Brabant (1970) para el Paleolítico, Neolítico y
Edad Media, dándose para la primera, además del promedio, el número
de datos que la componen y la amplitud de variación. Como claramente
podemos apreciar los valores de todas las piezas presentan gran similitud con los de la serie del Paleolítico, resultando todos ellos mayores que
los promedios calculados para el Neolítico y Edad Media, salvo la anchura del M3, que es algo menor (dif.=0'4) que la de los neolíticos.
Lo mismo aparece expresado en la figura número 1, en que comparamos los diámetros de los tres molares completos del Parpalló con
los de sus respectivos de las series de Brabant (1970) que venimos ci-43-
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8
l\1." D. GARRALOA
tando; no pudimos efectuar ninguna prueba estadística por no disponer
de más datos que los que anteriormente señalamos.
Podemos, pues, concluir que las piezas dentarias aquí analizadas pre~entan los mismos caracteres y dimensiones que las del Paleolítico superior del resto de Europa.
Cuanto aquí hemos visto nos permite deducir que, por lo menos
el M1 completo y el M3 pertenecieron a uno o unos individuos masculinos
que debieron ser bastante robustos, como son los tipos humanos del
Paleolítico superior, y todos en general, a individuos que fallecieron antes de llegar a la edad madura, a juzgar por el grado de abrasión dentaria
y el tamaño de la cavidad pulpar.
III
RESUMEN
Son estudiados en este trabajo un fragmento mandibular y cuatro
piezas dentarias procedentes de la excavación de Vilanova y Piera en
la cueva del Parpalló (Gandía, Valencia), acompañadas de un conjunto
de sílex trabajados, propios de la industria Magdaleniense del citado
yacimiento.
Los pocos datos que el fragmento mandibular suministra, permiten
deducir que perteneció a un individuo femenino en el límite de transición
entre la edad juvenil y adulta (emergió el M3 derecho). La comparación
con el ejemplar Pca-palló 1 no pudo apenas ser realizada por los escasos datos que hay publicados sobre éste, pero las que efectuamos con la
mandíbula de la Carigüela y la de Arlay, demuestran similitud en los
caracteres métricos y descriptivos. Más robusta resulta la de la joven del
Abrí Pataud, perteneciente a la raza de Cro-Magnon.
Las piezas dentarias son M\ M3 y Mz izquierdos y M1 derecho. Las
dimensiones de todas ellas son muy semejantes a los promedios de la
serie del Paleolítico superior de Brabant, resultando, en casi su totalidad,
más elevadas que las de la serie del Neolítico o de la Edad Media, si bien
no pudo ser efectuada ninguna prueba de significación.
Los datos que, tan pocos y mal conservados restos humanos pueden
suministrarnos acerca de los hombres a que pertenecieron, son en efecto,
muy escasos; aún así, su análisis será un detalle mas a tener en cuenta,
aunque bien poco aporte para intentar subsanar el gran desconocimiento
que tenemos sobre las gentes que ocupaban nuestro habitat durante el
Paleolítico superior.
-44-
[page-n-45]
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
9
SUMMARY
In this work I havP. studied one mandibular piece and four dental pieces found at
Vilanova y Piera's Pxcavation in the cave of Parpalló (Valencia). The human remains were accompanied with a collection of sílex instruments of the Magdalenian
industry of the same site.
lt remains only one piece of the body of the mandible and its feature::: show that
it belonged to a iemale individual. The comparisons with other specimens of the
European Upper Palaeolithic (Carigüela, Abrí Pataud, Arlay) indicate its similarity
with these.
The dental piece are: M', l\{3 and llf" left and M' rigth. The morphology and dimensíons of all them are very similar to median values of the european series of
Upper Palaeolithic.
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-45-
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M.& D. GARRALDA
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Fig. 1.-Comparación de los diámetros principales
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GARRALDA .-Nuevos resto::;
hu:o1~ilOS
l~M .
del Parpa!ló
Mandíbula y molares procedentes de la Cueva del Parpalló
{t. n.)
1
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MARIA DOLORES GARRALDA
(Madrid)
Nuevos restos humanos de la C.ueva del Parpalló
(Gandía, Valencia)
En diciembre de 1974, al ordenar la colección Vilanova y Piera que
se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, apareció un lote de
materiales procedentes de la cueva de El Parpalló, entre los que se identificaron una mandíbula y cuatro piezas dentarias pertenecientes a un
ser humano, que nos fueron entregadas por el Dr. Almagro para su
estudio.
De la colección Vilanova y Piera ingresaron en el Arqueológico N acional en 24/12/ 1867 (Donaciones, Libro I, folios 3 y 4) por donación
del propio Vilanova, algunos materiales procedentes de diversas cuevas
de la región valenciana, entre ellas la de El Parpalló. Otros materiales
de dicha colección se encontraban en el Museo Antropológico Nacional,
dando de ellos noticia Fletcher (1945), quien menciona una mandíbula
y varios dientes humanos (números 391 y 204 de Vilanova) como procedentes de El Parpalló. Al pasar estos materiales en 1942 al Arqueológico Nacional, recibieron el número de registro 8356/42 la mandíbula y
8296/42, 8314/42, 8330/42 y 8343/42, los dientes (Gil Farrés, 1947),
siendo éstas las piezas que a continuación estudiamos.
El profesor Pericot (1942) hace referencia a las prospecciones que
realizara Vilanova en la citada cueva y a juzgar por la descripción que
éste hace de sus exploraciones (1872 y 1893), cree Pericot que fue en
la galería izquierda donde se encontraron «en gran abundancia los huesos fósiles y los cuchillos y cascos de pedernal».
Una de las cajas que contenía los materiales del Arqueológico lleva
la etiqueta de «solutrense-magdaleniense» y la otra de «magdaleniense»,
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M.a D. GARRALDA
letreros que fueron puestos cuando estos materiales estuvieron expuestos en las salas del Museo, pero en opinión de Moure, que colabora con
el personal del Arqueológico en la selección de materiales para las salas
del Paleolítico, no existe ningún instrumento característico del Solutrense en la primera de las cajas citadas, que fue en la que aparecieron
los restos humanos. El escaso material lítico es muy semejante en ambos
lotes, destacando entre ellos unos pequeños raspadores en extremo de
hoja, muy frecuentes en los niveles magdalenienses del Parpalló.
En este mismo yacimiento aparecieron, durante la excavación de
Pericot, un cráneo completo y un fragmento de la cabeza del húmero de
un individuo juvenil, probablemente femenino, a que luego aludiremos.
Vamos ahora a proceder al estudio de los restos humanos de la colección Vilanova:
I
MANDIBULA
( Parpalló 3)
A.-Descripción.-Solamen te se conserva de ella (Lám. I) el cuerpo
mandibular derecho, hasta el alvéolo del tercer molar y el correspondiente
a los dos incisivos y el canino del lado izquierdo, quedando aún «in situ»
la raíz del segundo premolar derecho. Hay pérdidas de sustancia en la
cara externa y múltiples pequeños resquebrajamientos tanto en una como
en otra cara. El hueso está muy fosilizado, presentando un sonido casi
cristalino.
El tamaño del cuerpo mandibular es pequeño, grácil y estrecho, con
el borde inferior convexo, levantándose en la región mentoniana, también fina y sin apenas rugosidades. La sínfisis es baja y el mentón puntiagudo y saliente; el agujero m en toniano derecho, único que sería observable, ha desaparecido a causa de las pérdidas de sustancia de la cara
externa. A juzgar por la parte conservada, la arcada alveolar tendría
forma parabólica.
En su cara interna se aprecia la fosita submaxilar poco profunda, al
igual que la sublingual y las digástricas; la línea milohiodea (o línea oblicua interna) está también poco marcada. Las apófisis geni están unidas
de dos en dos y son bastan te salientes.
Las medidas fueron obtenidas según la técnica de Martín; las únicas
que pudieron ser tomadas son las siguientes:
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NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
Angulo sinfisario
Altura de la sínfisis
Espesor de la sínfisis
Indice de robustez
Altura del cuerpo (entre M1 y Mz)
Espesor del cuerpo (entre M1 y Mz)
Indice de robustez
Altura del cuerpo (entre P1 y Pz)
Espesor del cuerpo (entre P1 y Pz)
Indice de robustez
83°?
26'5?
12
45'28
24
11'5
47'91
28
8
32'14
Los índices de robustez son de valores bajos, en especial el elaborado
con los diámetros tomados entre los premolares, el mas corrientemente
usado. Podemos pues concluir que se trata de un ejemplar femenino, en
el límite entre la edad juvenil y la adulta, dado que emergió el M3 derecho,
cuyo alvéolo muestra los bordes bien delimitados. Su pertenencia a Horno
sapiens sapiens no ofrece lugar a duda, a la vista de las características
morfológicas que acabamos de describir, así como de su gracilidad y dimensiones.
B.-Comparaciones.-Vna de las comparaciones más interesante que
hubiéramos podido hacer sería con la mandíbula del ejemplar hallado
entre los niveles Proto-Solutrense y Solutrense del Parpalló, durante la
excavación de Pericot; lamentablemente hasta hoy, solamente había publicadas sobre él unas breves notas descriptivas (Alcobé, 1942 y 1954),
sin ningún dato métrico. De ellas puede concluirse que dicho ejemplar
pertenece también a un individuo femenino, de edad semejante al estudiado por nosotros, teniendo ambas un mentón bien acusado. En el presente volumen A.P.L. se publica un más amplio estudio de este cráneo,
por Thomas Bubner.
Aparte de la mandíbula de este ejemplar, Parpalló 1, hasta ahora, no
ha sido hallada en la Península Ibérica ninguna otra perteneciente al
Paleolítico superior, con la excepción de un pequeño fragmento de la cueva de Salemas (Ferembach, 1965) que ningún dato de interés aporta por
pertenecer, además, a un adolescente, y de la encontrada en la cueva de
la Carigüela (Píñar, Granada).
Se trata de una mandíbula bastante bien conservada, perteneciente
a un adulto masculino y hallada en el nivel 2 del citado yacimiento que
contenía, según García Sánchez (1960), una industria musteriense con
débil influencia auriñaciense, si bien hay serias dudas acerca de la presencia de esta última industria (Almagro et alii, 1970) y de la verdadera
-39-
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M .& D. GARRALDA
situación estratigráfica de los restos atribuidos al Paleolítico superior,
dadas las condiciones de la excavación de Spanhi en que fueron hallados.
Vamos ahora a compararla con !a estudiada por nosotros.
CUADRO NUMERO 1
Medidas e índices de algunas mandí bu las del Paleolítico super ior
r ar palló 3
(*)
Abri Pataud
Arlay
~
Altura de la sínfisis
Altura del cuerpo (P 1 P 2 )
Espesor del cuerpo (P 1-P2 )
Indice de robustez
Angulo sinfisario
Car igiiela
d'
~
d'
26'5
28
8
32'14
83•?
31
32'5
-
11
33'8
81·?
29
15
51'72*
87°
31'5
35'5
10'5
29'5
69•
Calculado por nosotros a partir de los datos de Vallois, 1959.
En el cuadro número 1 figuran los datos métricos susceptibles de
comparación en ambos ejemplares que son muy parecidos, a pesar de que
hemos de tener en cuenta el dimorfismo sexual, dado que el ejemplar de
la Carigüela es de un adulto masculino de unos 25 o 30 años de edad.
Ambas tienen la sínfisis baja, y tanto el índice de robustez como el ángulo sinfisario presentan valores muy semejantes.
En segundo lugar podemos compararla con la mandíbula del ejemplar del Perigordiense final hallado en el Abri Pataud y estudiado por
Vallois (1959). Se trata de una joven de unos 15 o 18 años, pertenecie!Jte,
a juzgar por todos los caracteres morfológicos de su cráneo, a la raza de
Cro-Magnon. Su mandíbula, según el trabajo de Vallois (1959), es mas
robusta que la descrita aquí por nosotros, siendo considerablemente mayor
el índice de robustez. El saliente del mentón es, por el contrario, menor
que el de Parpalló 3, teniendo la sínfisis mayor tendencia a la verticalidad, como claramente demuestra el valor del ángulo sinfisario de Broca.
Por último la compararemos con una mandíbula, datable, como la
nuestra, del Magdaleniense, encontrada en el yacimiento de Arlay y
estudiada por Ferembach (1954); dicho ejemplar es masculino, al igual
que el de la Carigüela, por lo que tampoco es de extrañar su mayor robustez y altura de la sínfisis y del cuerpo, así como el menor valor del
ángulo sinfisario, a causa del saliente del mentón, más acusado en el
sexo masculino. El índice de robustez indica un valor inferior al hallado
por nosotros para Parpalló 3, sin duda a causa de la mayor altura del
cuerpo mandibular.
-40-
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5
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
C.-Conclusiones.-Al estudiar García Sánchez (1960) la mandíbula
de la Carigüela cree posible relacionarla con las del subtipo de los cromañones orientales, que comprende las formas Predmost, Obercassel y
Combe-Capelle, mostrando mayores semejanzas en especial con las de
este último ejemplar.
Dada la gran similitud que existe entre la mandíbula de la Carigüela
y la de Parpalló 3, podríamos sentirnos obligados a pronunciarnos favorablemente a la atribución de nuestro ejemplar a este tipo racial, pero
somos también conscientes de las limitaciones que un dato tan pequeño
I!OS obliga a tener en cuenta.
Tal vez pudiera ayudarnos a resolver algo de esto el estudio detallado
y minucioso que se merece el ejemplar Parpalló 1; debemos tener presente que en la nota que sobre él hizo Alcobé (1942, 1954) indica que dicho
ejemplar «no discrepa esencialmente de la tipología humana del Paleolítico superior europeo», encontrando en la mandíbula algunos caracteres,
como el aspecto algo primitivo de su rama ascendente y el ángulo mandibular, que «no difieren esencialmente de sus homólogos en los cráneos
de Combe-Capelle y Brünn Il».
La presencia en la Península Ibérica, durante el Paleolítico superior,
de ambos tipos raciales, Cro-Magnon «Sensu strictu» y cromañones orientales, ha sido ya señalada por nosotros (Garralda, 1974), persistiendo
sus caracteres en numerosos ejemplares de épocas más modernas (Fusté, 1957; Garralda, 1974).
II
MOLARES
(Parpalló 4)
Las piezas dentarias que nos fueron entregadas son cuatro molares,
a cuya descripción procedemos a continuación; en el cuadro número 2
figuran las dimensiones de todas ellas:
CUADRO NUMERO 2
Medidas de los rnolares del Parpalló
.4.
Altura total
Altura de la coron~
Longitud de la cor<>na
Anchura de la corona
B
e
D
20"?
26
25
19?
7
7
7
10
10'5
-41-
6
5'5
11
-
11
12
-
10
[page-n-42]
6
M.a D. GARRALDA
A.-Tercer molar superior izquierdo (Lám. I). Es de gran tamaño y
robustez como indican claramente sus dimensiones. La corona posee tres
cúspides grandes y una muy pequeña, por lo que puede incluirse dentro
de las formas intermedias entre 3 y 4 cúspides. Solo hay un pequeño
desgaste en la cúspide lingual, siendo imposible apreciarlo en las dos
labiales por estar el esmalte algo deteriorado. Las dos raíces labiales
están unidas entre sí, como suele ser Jo más corriente en este molar.
B.-Primer molar superior izquierdo (Lám. I). Las mediciones dan
también idea claramente de su gran tamaño y robustez. La corona tiene
cuatro cúspides y la superficie masticatoria tiene muy poco desgaste para
tratarse de un MI; so lamen te en tres pequeños puntos la abrasión ha
expuesto el marfil (tipo III de Broca). Conserva entre sus raices, muy
desarrolladas y fuertes, un fragmento del maxilar en que estaba situado.
C.-Primer molar superior derecho (Lám. 1), del que solamente quedan las dos raíces del costado labial y la región de la corona inmediatamente superior. La rotura deja al descubierto la cavidad pulpar, que se
aprecia bastante grande, como corresponde a una persona joven a la
que, indudablemente, debió pertenecer. Apenas hay huellas de desgaste
en el fragmento de la superficie masticatoria conservada (tipo 11 de Broca). Las raíces son también largas, pero no tan robustas como las del
MI anteriormente descrito.
D.-Segundo molar inferior del lado izquierdo (Lám. 1). La corona
tiene cinco cúspides y el dibujo es del tipo Y (esquema dryopitécido);
está poco desgastada y no aparece en ningún punto el marfil expuesto
(tipo 11 de Broca). Sus dimensiones son menores que las del M1 completo,
como ocurre siempre, resultando también algo robusto. La raíz del lado
mesial está rota a poco de su arranque, dejando ver la cavidad pulpar,
claramente visible como corresponde a la edad de la muerte del individuo
a que perteneció; la raíz conservada es ancha y robusta. Hay una pequeña caries en la cara vestibular, a media altura de la corona.
Comparaciones.-Al igual que decíamos antes con respecto a lamandíbula hemos de volver a repetir aquí que son muy escasas las piezas
dentarias del Paleolítico superior halladas en la Península Ibérica, y
menos aún las publicadas.
Solamente podemos contar con las de la mandíbula de la cueva de la
Carigüela (Píñar) a que ya nos referimos. En ella (Garcia Sánchez, 1960)
los únicos dientes presentes son los tres molares derechos y los dos primeros izquierdos; los M2, únicos susceptibles de comparación con uno
de los estudiados por nosotros, tiene 4 cúspides, en vez de 5, y sus dimensiones (cuadro número 3) son muy parecidas a las del M2 del Parpalló.
-42-
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7
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
CUADRO NUMERO 3
Dimensiones de b corona dentar·ia
Carigüela
Parpallú
Izq.
Ml
M~
M,
Í Ancht,ra 11
Longitud
12
¡
Longitud 10
Anchura 10'5
) Longitud 11
Anchura 10
Paleolític'J superior
·X
Dcho.
Neolítico
Edad
i'vledia
n
X
Ampl.
variac.
-
X
X
29
30
10'74
12'06
9'6-12
11'3-13'3
10'48
11'76
10
11'22
·-
-
-·
-
-
-
-
-
-·
-
13
13
9'46
11'69
8'8-11'1
10'5-13'3
9'47
10'91
8'32
10'13
10'5
10
11'4
10'7
10'9 43
10'3 43
11'15
10'87
9'2-12'8
9'6-12'4
10'05
9'88
9'96
9'72
-
Ya del Paleolítico superior del resto de Europa, en su mayoría de
yacimientos franceses, sí tenemos datos a que poder referirnos. Brabant,
especialista en el estudio de la dentición humana, ha resumido sus numerosos trabajos sobre el tema en el que a continuación vamos a citar.
Según Brabant (1970) el M1 tiene, en el 100 % de los ejemplares
observados, cuatro cúspides, al igual que el ejemplar de Parpalló; el
M3 tiene tendencia a presentar 3 ó 4 cúspides, como es el caso del aquí
descrito, en una proporción bastante importante que va aumentando, a
lo largo del tiempo, hasta alcanzar, hoy en día en un 80 o 90 %. En
cuanto al Ma en la mayoría de los casos presenta un tipo de 4 cúspides,
bien como Y 4 ó + 4; solamente un 1 ó 5 % presentan 5, como es el caso
del aquí estudiado, siendo considerado como un rasgo de primitivismo.
Sobre la frecuencia de caries en el Paleolítico superior, Brabant (1970)
indica que, si bien existía ciertamente en este período, las frecuencias
en esta época son muy débiles, dependiendo notablemente de la duración
poco elevada de la vida humana.
En el cuadro número 3 figuran los datos de las dimensiones de la
corona de las series de Brabant (1970) para el Paleolítico, Neolítico y
Edad Media, dándose para la primera, además del promedio, el número
de datos que la componen y la amplitud de variación. Como claramente
podemos apreciar los valores de todas las piezas presentan gran similitud con los de la serie del Paleolítico, resultando todos ellos mayores que
los promedios calculados para el Neolítico y Edad Media, salvo la anchura del M3, que es algo menor (dif.=0'4) que la de los neolíticos.
Lo mismo aparece expresado en la figura número 1, en que comparamos los diámetros de los tres molares completos del Parpalló con
los de sus respectivos de las series de Brabant (1970) que venimos ci-43-
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8
l\1." D. GARRALOA
tando; no pudimos efectuar ninguna prueba estadística por no disponer
de más datos que los que anteriormente señalamos.
Podemos, pues, concluir que las piezas dentarias aquí analizadas pre~entan los mismos caracteres y dimensiones que las del Paleolítico superior del resto de Europa.
Cuanto aquí hemos visto nos permite deducir que, por lo menos
el M1 completo y el M3 pertenecieron a uno o unos individuos masculinos
que debieron ser bastante robustos, como son los tipos humanos del
Paleolítico superior, y todos en general, a individuos que fallecieron antes de llegar a la edad madura, a juzgar por el grado de abrasión dentaria
y el tamaño de la cavidad pulpar.
III
RESUMEN
Son estudiados en este trabajo un fragmento mandibular y cuatro
piezas dentarias procedentes de la excavación de Vilanova y Piera en
la cueva del Parpalló (Gandía, Valencia), acompañadas de un conjunto
de sílex trabajados, propios de la industria Magdaleniense del citado
yacimiento.
Los pocos datos que el fragmento mandibular suministra, permiten
deducir que perteneció a un individuo femenino en el límite de transición
entre la edad juvenil y adulta (emergió el M3 derecho). La comparación
con el ejemplar Pca-palló 1 no pudo apenas ser realizada por los escasos datos que hay publicados sobre éste, pero las que efectuamos con la
mandíbula de la Carigüela y la de Arlay, demuestran similitud en los
caracteres métricos y descriptivos. Más robusta resulta la de la joven del
Abrí Pataud, perteneciente a la raza de Cro-Magnon.
Las piezas dentarias son M\ M3 y Mz izquierdos y M1 derecho. Las
dimensiones de todas ellas son muy semejantes a los promedios de la
serie del Paleolítico superior de Brabant, resultando, en casi su totalidad,
más elevadas que las de la serie del Neolítico o de la Edad Media, si bien
no pudo ser efectuada ninguna prueba de significación.
Los datos que, tan pocos y mal conservados restos humanos pueden
suministrarnos acerca de los hombres a que pertenecieron, son en efecto,
muy escasos; aún así, su análisis será un detalle mas a tener en cuenta,
aunque bien poco aporte para intentar subsanar el gran desconocimiento
que tenemos sobre las gentes que ocupaban nuestro habitat durante el
Paleolítico superior.
-44-
[page-n-45]
NUEVOS RESTOS DEL PARPALLÓ
9
SUMMARY
In this work I havP. studied one mandibular piece and four dental pieces found at
Vilanova y Piera's Pxcavation in the cave of Parpalló (Valencia). The human remains were accompanied with a collection of sílex instruments of the Magdalenian
industry of the same site.
lt remains only one piece of the body of the mandible and its feature::: show that
it belonged to a iemale individual. The comparisons with other specimens of the
European Upper Palaeolithic (Carigüela, Abrí Pataud, Arlay) indicate its similarity
with these.
The dental piece are: M', l\{3 and llf" left and M' rigth. The morphology and dimensíons of all them are very similar to median values of the european series of
Upper Palaeolithic.
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Fig. 1.-Comparación de los diámetros principales
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GARRALDA .-Nuevos resto::;
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del Parpa!ló
Mandíbula y molares procedentes de la Cueva del Parpalló
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1
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